El Ebro vuelve lentamente a su cauce y Tudela intenta volver a la normalidad
Este lunes la presidenta Maria Chivite se reunirá con los 74 ayuntamientos afectados por las inundaciones para realizar una primera valoración de los daños
JESÚS MANRIQUE y A. LERATE
Domingo, 12 de diciembre 2021
El descenso del caudal del Ebro desde la noche de este domingo ha empezado a dar un respiro a Tudela y al resto de la Ribera. Las imágenes de inundaciones van dejando paso, poco a poco, a calles cubiertas por lodo que los servicios de limpieza y los propios vecinos comenzaron a retirar desde la madrugada.
Hace unas horas, el Ayuntamiento de Tudela rebajó de 2 a 1 el nivel de emergencia y ya se ha abierto el puente del Ebro y el carril de salida del paseo de Pamplona, ya que el de entrada sigue cerrado a la espera de su limpieza. Lo que todavía sigue cortado por la presencia de agua es el paseo del Cristo, y las calles Verjas, Portal y Fosal.
El caudal del Ebro continúa bajando y del máximo que alcanzó el domingo al mediodía, con 6,18 metros y 2.709 metros cúbicos por segundo, esta mañana había descendido a 5,02 m y 2.292 metros cúbicos.
La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, anunció ayer que solicitará la declaración de zona de desastre natural en los municipios afectados por las riadas de los últimos días. Con este objetivo, ha avanzado que este lunes se reunirá con los 74 ayuntamientos afectados por las inundaciones para realizar una primera valoración de los daños.
En Tudela, las inundaciones han afectado a la zona mas cercana al río del Casco Antiguo y a algunas que están por debajo del nivel del Ebro y que se inundan por emanación desde el subsuelo. Es el caso de Verjas y Huerto del Rey, las primeras que suelen sufrir estos problemas y que ya desde el sábado estaban con agua. A ellas se han sumado durante la noche el paseo de Pamplona, cortado al tráfico, así como la calle Terraplén, plaza San Francisco o la calle La Vida, entre otras.
La ríada también ha afectado a las carreteras. Entre ellas la autopista AP-15, que ayer no se cortó por completo, aunque sí fue necesario hacerlo en los dos carriles en dirección Tudela, dejando los otros dos para ambos sentidos. También seguía cerrada la N-113 en Castejón y varías vías más que, en algunos caso, llegaron a dejar casi incomunicadas a algunas localidades. Fue el caso de Cabanillas y Fustiñana, que para ir a Tudela tenían que hacer un recorrido de unos 70 km para llegar a Gallur, tomar la autopista y volver a la capital ribera.
Desde Policía Local se pidió ya el sábado a los vecinos cuyas calles están inundadas que procuren no salir de sus casas y también solicitó a los ciudadanos que no se desplacen al centro en coche. Agentes de este cuerpo, junto a Bomberos y Protección Civil vigilan la zona a la espera también de poder ayudar a los vecinos que lo necesiten.
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El temporal de lluvias asociado a la borrasca Barra remitió ayer en la Comunidad Autónoma Vasca, pero siguió afectando a Navarra con desbordamiento de ríos e inundaciones en la Zona Media y en la Ribera. La situación ayer fue complicada, hasta el punto de que obligó al desalojo de personas en localidades del curso bajo del río Arga, donde hubo cortes de carreteras en la red principal. El Gobierno de Navarra aconsejó reducir al mínimo la movilidad y no hacer desplazamientos salvo en casos de extrema necesidad.
Las lluvias, que superaron en muchos casos registros históricos, provocaron avenidas en los ríos que, tras causar inundaciones en localidades de la mitad norte, mantuvieron a su vez en alerta a las poblaciones ribereñas del río Ebro.
Además de en Tudela, se registraron inundaciones que aconsejó el desalojo de personas en la zona de Falces más próxima al río, así como en viviendas aisladas de Peralta y Funes.
Por el contrario, Pamplona y su Comarca comenzaron ayer a recuperar la normalidad después de sufrir el viernes la mayor crecida del río Arga desde que hay registros, un sistema de medición que comenzó en el año 2000. El río Arga, a su paso por la capital navarra, llegó a alcanzar una altura de 4,80 metros con un caudal de 608,31 m3, según los datos del sistema de control de estaciones de aforo del Gobierno de Navarra. Como comparativa, en las inundaciones de 2013 se midió un máximo de 492 m3 por segundo en el término municipal de Burlada.