Así sería un Papa vasco: de nombre Patxi o Antxon y brindis final con irrintzi

El Vaticano y la Iglesia viven días intensos en la búsqueda de un nuevo Papa tras el fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio, Francisco. En breve habrá se conocerá quién es el Sumo Pontífice número 267 de la historia y las especulaciones se suceden por todo el mundo a la espera de la fumata blanca que oficialice el nuevo nombre. El planeta mira a la santa sede con diferentes visiones sobre el futuro del catolicismo, desde las más religiosas a las más informales y con toques de humor, sobre cómo será el futuro de la Iglesia y su próximo máximo dirigente. También desde Euskadi, donde se apuesta por que el futuro Papa se llame Antxon o Patxi o al que se compara en San Sebastián con el «Papa local» Juan Mari Arzak, tal y como ha dibujado este jueves en su viñeta de El Diario Vasco Txispas.

El mundo de las viñetas y su acidez también se muestra en el Diario de Navarra, donde la tira de Oroz refleja que si hubiera un Papa navarro debería llamarse Patxi I, «por el patrón Francisco Javier». Con buen humor también se lo han tomado en Ordizia, donde un bar ha organizado una porra en la que apuestan por la elección de un cardenal italiano o el filipino.

Más irreverente y cómica es la apuesta del programa 'Vaya Semanita' para el caso de que alguna vez hubiera un Papa vasco. En un reciente sketch el obispo José María Etxebarrieta elige como nombre para su regencia sobre la iglesia católica el de Antxon I. «Menos mal que ya hay fumata blanca, esto de los cónclaves, menudo peñazo, todos los días aquí encerrados», señala el sumo pontífice vasco.

La propuesta del espacio de ETB va más allá, ya que de inmediato el personaje interpretado por Andoni Agirregomezkorta promueve algunos cambios para su mandato, desde un saludo inicial que se sale de la solemnidad vaticana: «Aupa, cuánta peña junta, parecen las fiestas de la Virgen Blanca, tráeme un paraguas que me descuelgo ahí como Celedón» a su promesa de ser «un Papa de la hos...».

El sketch parodia varios aspectos de la vida papal y los cónclaves, y el Papa Antxon primero lamenta que «ni un solo cardenal juega al mus», sugiriendo con humor que el «infierno tiene que ser algo parecido a eso». Durante sus «paseos» por el Vaticano, el personaje destaca lo que le ha gustado «el txoko este» aunque considera que la Capilla Sixtina «ni color comparado con la Basílica de Begoña» de Bilbao, a la que eleva por encima.

El lenguaje del Papa Antxon I está salpicado de expresiones habituales entre los vascos, como no podía ser de otra manera, desde «barkatus» a «hostias», antes de lanzar su bendición Urbi et Orbi, que finaliza con un «y a casita». Pero el momento culminante del sketch, tras la elección del nuevo pontífice, llega al proponer un brindis, que inicia con un «txotx». En lugar de un acto más formal, el Papa Antxon pregunta «si hay un cáliz por ahí» y anima a todos a unirse a un «txikiteo» entonando el popular estribillo «kalean gora, kalean behera, kalean gora zezena...» que finaliza con un 'irrintzi'.

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