El Parlamento vasco da luz verde a la tramitación de la ley para permitir becerradas con menores

La toma en consideración de la iniciativa, impulsada por PNV y PSE - fue firmada por los portavoces de ambos partidos, Joseba Díez Antxustegi, del PNV, y Eneko Andueza, del PSE, confeso amante de la tauromaquia– logró esta mañana el apoyo del PP y VOX, mientras que EH Bildu se abstuvo y Sumar votó en contra. Nacionalistas y socialistas plantearon la proposición por la vía de urgencia, para que esté definitivamente aprobada antes del verano, cuando arranca la temporada.

Argumentaron que hasta 2022, cuando entró en vigor la Ley Vasca de Protección Animal, que prohibió todos los espectáculos con animales que no cuenten con sus propios reglamentos de desarrollo o una autorización perceptiva, se celebraban un millar de festejos al año con «una larga tradición y arraigo social» que consideran «patrimonio cultural inmaterial», pero que su «continuidad» estaba seriamente amenazada» por falta de seguridad jurídica, ya que el reglamento de la citada norma del 2022 aún está en redacción. Y argumentaron que el objetivo de la regulación es «perpetuar esta práctica que forma parte del patrimonio cultural favoreciendo la integración de los jóvenes en las festividades populares», porque «el vacío normativo creaba inseguridad para los ayuntamientos, organizadores y participantes».

Cuando la ley se apruebe definitivamente, dijo Miren Gallestegui, del PSE, «se permitirá celebrar estos festejos tradicionales con un fuerte componente participativo de manera segura y responsable». Y evitando «cualquier tipo de maltrato», añadió Jon Andoni Atutxa, del PNV. La popular Ana Morales criticó, mientras, que «la inacción del Gobierno vasco tenía paralizado el sector». Explicó que las 9 ganaderías vascas con 1.000 cabezas de ganado se veían obligadas a trabajar fuera de Euskadi. La oposición a la tramitación de la norma llegó de Jon Hernández, de Sumar, que criticó que «el bloque taurino trabaja por mantener la industria del maltrato animal con una ley para fomentar la participación de menores en festejos taurinos, pasando por encima del interés superior del menor». Añadió, además, que se trata de la primera ley en el Estado que legaliza esa participación».

Desde Vox, Amaia Martínez apoyó la iniciativa y lamentó el declive de la tauromaquia por la «propaganda animalista de ultraizquierda». Desde EH Bildu, mientras, la parlamentaria Itxaso Etxebarria expuso que se han abstenido porque aunque ya había «manifestado su desconformidad con el procedimiento de urgencia», su voto en contra no iba a paralizar la iniciativa porque «no tiene capacidad de veto». La formación reconoció que «hay diferentes formas de entender el amor y cuidado a los animales» y que «trataremos de mejorar la ley. Queremos trabajar en un texto legal que garantice el mayor equilibrio posible. Es imprescindible escuchar las aportaciones de agentes y de los grupos para asegurar un texto final dotado de las mayores garantías».

Las asociaciones animalistas ya se han posicionado en contra de la tramitación de esta ley. El pasado domingo, más de cuarenta entidades de protección animal convocaron concentraciones simultáneas en las tres capitales vascas bajo el lema «No a la tauromaquia infantil / Umeen tauromakiari ez». Criticaron que la tramitación por la vía de urgencia no deja espacio para la participación ciudadana. Y aseguraron que esta ley «crearía un marco jurídico que blinda a organizadores y ayuntamientos, dejando sin una protección real tanto a los animales como a la propia infancia» y que lexponer a la infancia a violencia contra animales reduce la empatía, normaliza el maltrato y genera un impacto negativo en su desarrollo emocional.

Además, recordaron que estos espectáculos suponen «un sufrimiento grave para animales bebé que no comprenden la situación, se asustan, sufren estrés extremo y pueden resultar lesionados«. Han reunido más de 30.000 firmas contra la ley, que «marcaría 30 años de retroceso ético si se aprueba. La sociedad vasca está muy por delante de esta propuesta. Es el momento de defender a nuestros niños y de proteger a los animales de prácticas crueles que no representan a la Euskadi del siglo XXI».