Un obispo navarro que estudió en Baztan, en las quinielas para suceder al Papa Francisco

¿Habrá un Papa navarro? De momento esta pregunta es una incógnita sin resolver y no tendrá respuesta hasta al menos principios de mayo, cuando arrancará oficialmente el cónclave que elegirá al nuevo Pontífice en el Vaticano. Y lo único cierto hoy es que Bustillo, actual obispo de Córcega, participará en dicho encuentro ya que formará parte de la delegación de la Conferencia Episcopal de Francia que se desplazará hasta la Capilla Sixtina.

Francisco Javier Bustillo es franciscano conventual y nació en el Valle de Ezcabarte, donde todavía hoy reside su madre. A pesar de su juventud -tiene 56 años, lo que precisamente puede restarle opciones para suceder al Papa- tiene una larga trayectoria en la Iglesia. Hasta que en 2021 fue nombrado por el Papa Francisco obispo de la diócesis de Ajaccio, en Córcega y, apenas dos años después, fue designado cardenal.

Bustillo, más conocido en Francia como François-Xavier, nació el 23 de noviembre de 1968 en Arre y estudió en el colegio Lorenzo Goikoa de Villava/Atarrabia parte de la Primaria que concluyó en Elizondo. Cursó sus primeros estudios eclesiásticos en el Seminario Menor de Elizondo y el bachillerato en el Colegio de Lecároz (Lekaroz-Valle de Baztan-Navarra).

Inició su Postulantado en la ciudad italiana de Padua, donde completó sus estudios filosóficos y teológicos en el Instituto Teológico San Antonio Doctor, antes de obtener la Licenciatura en Teología en el Institut Catholique de Toulouse (Francia) en 1997. Hizo su Profesión simple el 12 de septiembre de 1987, la Profesión solemne el 20 de septiembre de 1992 y fue ordenado sacerdote el 10 de septiembre de 1994.

Ha sido Guardián del Convento de Narbona (1994-2018); Párroco de San Buenaventura en Narbona (1994-2007); Custodio provincial de la Custodia de San Buenaventura en Francia y Bélgica (2006-2018); Párroco en solidum de Sainte-Croix en Narbonnais y Miembro del Consejo Episcopal de la Diócesis de Carcassonne et Narbonne (2007-2018); Vicario Episcopal para Narbonnais-Corbières, Delegado para los nuevos movimientos de espiritualidad y para el Diálogo Interreligioso (2012-2018). Desde 2018, es Guardián del Convento Saint-Maximilien Kolbe. El 13 de junio de 2021 fue ordenado Obispo en la Catedral de Santa María de la Asunción de Ajaccio. Tan solo dos años después, el Papa Francisco lo nombraba cardenal en una ceremonia que se celebró en Roma.

Su nombre estaba en la lista, entre las 521 personas que iban a recibir el pasado año la máxima distinción de Francia, la Legión de Honor. Entre los condecorados se encuentran figuras religiosas nombradas con el rango de Caballero de la Legión de Honor.

Antes de llegar a Córcega, Bustillo -uno de los 130 papables- fue guardián (superior) del convento de Saint-Maximilien-Kolbe en Lourdes, miembro del consejo episcopal de la diócesis de Tarbes y Lourdes y delegado episcopal para la protección de los menores y de las personas vulnerables.

El religioso franciscano ha destacado por su presencia en la vida política y por opinar sobre temas delicados en Francia como el de la inmigración o como la mejora de la autonomía en Córcega.

«Cuando el Papa habla de acoger a inmigrantes no es un izquierdista latinoamericano que habla, es un hombre de Iglesia que lo hace, siguiendo el Evangelio», «podremos construir una nueva humanidad más serena y pacífica» o «el Mediterráneo necesita personalidades capaces de movilizar conciencias e inteligencias para propiciar ese diálogo entre el norte y el sur, entre el mundo musulmán y el mundo cristiano», son algunas de sus declaraciones recogidas por distintos medios.