Karlos Arguiñano: «Los niños tienen que ayudar a cocinar»
En la presentación de su último libro, Arguiñano pide a los padres que se preocupen más por lo que comen sus hijos
ana chueca
Zarautz
Miércoles, 13 de noviembre 2019, 06:29
Ensalada, plato principal y postre. Un menú completo para cada día del año. 365 propuestas de tres platos para no tener que pensar qué cocinar. ... Así trata de acabar Karlos Arguiñano con la eterna pregunta «¿Y qué hago hoy para comer?». 'Cocina día a día. 1095 recetas. 365 menús para las cuatro estaciones' es el título del último libro de recetas que acaba de publicar. «Es de las pocas cosas que me quedaba por hacer», admite el cocinero sobre el formato menú en el que está dispuesto el recetario, «me parecía interesante tener el menú completo para todos los días».
Para un lunes de invierno, «ensalada de lechugas variadas y granada, lentejas con txistorra y bizcocho de chocolate con frutos secos», propone el último recetario de Arguiñano. «Cogollos con cebolla y anchoas, ensalada de espinacas, pavo y pera y de postre, natillas de avellana con barquillos» es otra de las propuestas para primavera.
Siguiendo el consejo de su nutricionista, todos los menús del nuevo libro, ya sean para invierno o cualquiera de las otras estaciones, incluyen una ensalada. ¿Y a quién no le guste la ensalada? «Pues tendrá que gustarle. Ese no es el problema de la alimentación, es la obesidad infantil. Y eso es culpa de los padres. No de los niños», sentencia.
El popular cocinero se muestra especialmente preocupado por la noticia que se conocía este martes sobre esta enfermedad. Un 10% de los guipuzcoanos sufre obesidad. «El niño no está obeso porque sí. Tiene sobrepeso por lo que le dan de comer los padres. Con 'no me gusta' se soluciona todo. Se le dan macarrones con queso, pollo y donuts o palmeras de chocolate, porque es lo que come bien y ya está», se queja. «En muchos restaurantes también se ve 'Menú infantil' y no. Los niños tienen que comer lo mismo que los padres. Ensalada, sopa de pescado, merluza y pimientos asados. Bastante más rico que unos macarrones con tomate», asegura. «Les acostumbras a comer mal y luego les sobran diez kilos. Ni puede correr, ni puede saltar, no puede hacer nada. Ese niño nunca va a ser feliz».
En este sentido, y a raíz del recetario que sigue una alimentación equilibrada, Arguiñano pide que «los padres se preocupen mucho más por la alimentación de los niños. Además de hacer con ellos la comida o la cena». Invita a seguir alguna de las recetas del recien publicado ejemplar, que «son muy naturales y fáciles de hacer. El libro es muy manejable, aunque pesa casi dos kilos», bromea.
Este no solo está pensado para echar una mano cuando se agotan las ideas para comer. «Si se sigue el ritmo de este libro se conseguirá una alimentación equilibrada. No hay dietas milagro, hay alimentación sana. O comes bien o mal», resuelve. La falta de tiempo no sirve de excusa para el cocinero. En el libro hay «recetas que se hacen en media hora», pero un plato de verdura también sirve. «Si ven cuatro capítulos de su serie favorita en una tarde, no van a poder cocer una verdura para sus hijos que cuesta tres minutos», exclama. «Son capaces de ir a comprar una crema de guisantes a la farmacia, cuando se hace en 10 minutos. 300 gramos de guisantes, una patata y una zanahoria, hervir y triturar. Se tarda más tiempo en ir a comprarla». Añade que «cocinar en casa cuesta la mitad y se come mejor».
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