«Cuando una mujer es víctima de violencia sexual hay que restaurarla en su totalidad»
«Vivimos en una sociedad que cada vez es más agresiva y violenta en casi todos los ámbitos, en la que la figura de la víctima está aún por trabajar»
Afirma que vivimos en una sociedad «cada vez más violenta» en la que «faltan espacios de debate» sobre las víctimas. Javier Gómez-Zapiain es doctor ... en psicología y profesor jubilado de la UPV/EHU, y ha dedicado parte de su carrera a la investigación de la sexualidad humana, por lo que no puede evitar reflexionar acerca de la violencia sexual, lamentando el «discurso criminalizador de todo lo que tiene que ver con el sexo». Recientemente ha sido nombrado presidente de la Sociedad Vasca de Victimología, que este jueves inaugura un ciclo para crear un espacio de reflexión en torno a las víctimas a través del cine.
– ¿La atención a las víctimas sigue siendo una cuenta pendiente de la sociedad?
– Sin duda. Vivimos en una sociedad que se está enloqueciendo, que cada vez es más agresiva y violenta en casi todos los ámbitos. En lo macro, tenemos la guerra de Palestina y la de Ucrania. En lo local, tenemos la violencia sexual, que aunque genera una gran alarma social, sigue siendo un tema tabú, delicado. Y la figura de la víctima está aún por trabajar. La Sociedad Vasca de Victimología pone precisamente el foco en ellas y trata de abrir un espacio para la reflexión, desde el enfoque de la recuperación de la víctima, para que no viva siempre con ese estigma.
– ¿Por qué dice que la violencia sexual es un tema tabú?
– Hay un discurso muy criminalizador de todo lo que tiene que ver con el sexo. Probablemente porque hay una inercia judeocristiana que hace ver que el deseo sexual es algo malo que hay que evitar, controlar y restringir. Nuestra preocupación es introducir un discurso diferente. El deseo sexual no es una conducta, es una emoción, de las más importantes, que debe ser integrada en la estructura del 'yo'. Una fuente de riqueza, un beneficio psicológico, individual y social. La incapacidad de entender el sentido que tiene la sexualidad en nuestra cultura hace que se pervierta y criminalice todo. Solo desde una visión positiva de la sexualidad podemos comprender las alteraciones y los trastornos que se dan sobre la misma.
– ¿Y qué es lo que lleva a un violador a agredir a una mujer?
– La pregunta clave que habría que hacerle es qué busca cuando comete la agresión. Un violador probablemente no busca una experiencia de placer, sino la enorme satisfacción que le da controlar a una mujer hasta la muerte incluso. Lo políticamente correcto es decir que ocurre por el modelo machista de la sociedad, como si fuese la causa. Pero creo que lo que pesa es la fragilidad del violador, una debilidad que tiene que combatir demostrando que es muy hombre, y para ello la manera es someter a una mujer. Esto también ocurre con la violencia de género. Claro que el machismo influye, pero no como causa, sino como justificación de la agresión. Esto es solo una hipótesis, no es algo que explique todas las agresiones, pero lo que demuestra es que es un debate que falta.
– A pesar de la mayor concienciación social, las víctimas de violencia sexual siguen siendo constantemente cuestionadas.
– Porque el machismo y esta organización patriarcal de nuestra cultura es nuestro telón de fondo. Aún existe esa sospecha de 'lo buscabas, ibas provocando', que viene de una visión muy machista. Al final vivimos en una sociedad en la que el cuerpo de la mujer es un elemento de consumo y donde es difícil encontrar debates acerca del sentido del sexo. Y creo que es muy importante hablar también del enfoque que se da al tratamiento psicológico a las víctimas. Soy crítico cuando se plantea solo desde el estrés postraumático, no es suficiente. He sido testigo de cómo mujeres que superan ese trauma con éxito, eliminando la ansiedad y el miedo, cuando vuelven a tener la posibilidad de mantener una relación sexual brotan todos los fantasmas de nuevo. Hay que restaurar a la persona en su totalidad.
– El acceso cada vez más temprano de los menores al porno es una de las principales preocupaciones en materia de sexualidad. ¿Qué opina?
– Una cosa es la curiosidad que todos hemos tenido en la pubertad, que es positiva, y otra que a un chaval o chavala de 8 años le inyecten pornografía en sus móviles. Es como el narco que deja droga a la puerta de la escuela. Eso es lo que deberíamos ordenar para entender, prevenir y proteger a las víctimas. Cuando hay un caso de violencia sexual y sale un político diciendo 'habrá que hacer educación sexual', me indigno muchísimo. Ya no se pueden hacer más y mejores programas de educación sexual, lo que falta es voluntad política. Porque esos programas duran lo mismo que el impulso político del que los crea, máximo 4 años, y luego van todos a la estantería. Solo falta aplicarlo y exigirlo. De eso hay que hablar, y no tanto de si el niño ha visto porno.
– ¿Cree que si el primer contacto con el sexo es a través del porno aumenta el riesgo de convertirse en un agresor sexual?
– Yo soy muy crítico con eso, no lo veo claro. Creo que a los niños hay que protegerles, pero no estoy tan seguro de que el porno tenga necesariamente un efecto negativo. Los estudios pueden decir que los agresores sexuales y los violentos han visto porno. Pero lo que no sabemos es qué proporción de chicos y chicas que han visto pornografía tienen una actitud sexual positiva y respetuosa. Si la variable es el visionado de porno, lo importante es conocer la proporción de aquellos que acaban imitando modelos violentos y machistas propios de la pornografía, y analizar qué les diferencia de los que no lo hacen.
– Acaba de ser nombrado presidente de la Sociedad Vasca de Victimología, que tiene una trayectoria de más de 20 años. ¿Qué se ha logrado en ese tiempo?
– En el ámbito delincuencial se ponía el foco en el estudio de los criminales, pero hubo una figura clave muy valorada en Derecho, que es Antonio Beristain, que de pronto lo puso en las víctimas. Fue pionero en el Estado y fundador también del Instituto Vasco de Criminología, y creó lo que hoy ya es una especialización, que es la victimología. Creo que en los últimos 20 años se ha avanzado mucho. Nuestro objetivo es avanzar en los conocimientos científicos en todos aquellos aspectos que les afectan (psicología, medicina, derecho, sociología...), apoyar a los profesionales en el diseño de programas de intervención y fomentar el estudio.
– Este jueves inaguran en Donostia el I Ciclo de Cine y Victimología. ¿Cree que las películas pueden ayudar a entender mejor los procesos por los que pasa una víctima?
– El cine, entendido como el séptimo arte, refleja historias que nos ayudan a proyectar lo que supone revivir determinados tipos de victimizaciones y crear espacios para la reflexión.
Un ciclo para reflexionar sobre victimología a través del cine
El I Ciclo de Cine y Victimología que organiza la Sociedad Vasca de Victimología se inaugura mañana a las 18.30 en Intxaurrondo Kultur Etxea, con la presencia del Presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Iñaki Subijana; Enrique Etxeburua, Catedrático Emérito de Psicología Clínica; y Gemma Varona, Directora del Instituto Vasco de Criminología. A lo largo del mes de mayo se proyectarán cuatro películas en las que se abordará la victimología desde la violencia sexual, la violencia de género, la justicia restaurativa y la victimización judicial. De la mano de ponentes especializados, se creará un espacio de reflexión. Todas las sesiones serán a las 19.00 con invitación, disponible en www.donostiakultura.eus.
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