Los juzgados de violencia machista mejoran plazos pero siguen con atrasos
Se reducen los tiempos respecto a los dos últimos años, condicionados por la pandemia, pero aún son mayores que en 2019
Los juzgados especializados en violencia contra la mujer mejoraron los tiempos de espera el año pasado. Podría parecer un dato positivo, pero hay que ponerlo ... en contexto. Esa mejora viene precedida de dos años, 2020 y 2021, en los que los plazos se dilataron por la acumulación de procedimientos debido a los parones por la pandemia. Por lo que si nos remontamos a 2019, en la comparativa las cifras muestran que los atrasos han aumentado.
Los tiempos medios de espera para los asuntos penales en materia de violencia de género (desde diligencias urgentes hasta juicios con jurado) han crecido de 2,9 a 3,6 meses. Analizando cada tipo, las diligencias previas se alargan durante un mes más (5,8) y los procedimientos abreviados han pasado de 4,2 a 4,5. En Gipuzkoa, la espera media desde que se interpone una denuncia por violencia de género hasta que finalmente se celebra el juicio es de seis meses. No obstante, hay muchos casos que se resuelven en menos tiempo y otros, más complejos, que se prolongan incluso años.
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En este sentido, cabe destacar que en Gipuzkoa una parte importante de los asuntos que llegan a los juzgados de violencia sobre la mujer se tramitan como diligencias urgentes, como juicios rápidos. Son casos de instrucción sencilla en los que desde que se interpone la denuncia hasta que se celebra la causa pasan 15 días. En el resto de procedimientos, la media es de seis meses.
Según los datos sobre tiempos de espera que recoge el Consejo General del Poder Judicial, la espera en meses para juicios por delitos leves es de 1,7 meses, para los sumarios (delitos de más de 9 años) de 7,6 meses y los casos con jurado popular se prolongan durante un año.
Retrasos en la valoración
Al año, los juzgados vascos atienden más de 5.000 asuntos por violencia de género. Según los últimos datos recogidos por el departamento de Justicia, la mayoría son por violencia ejercida por la pareja o expareja (67,9%), seguido de delitos de violencia intrafamiliar (21,8%) y contra la libertad sexual (10,3%). En cinco años el número de víctimas que ha interpuesto una denuncia ha crecido un 14,3%.
La falta de personal forense está retrasando las valoraciones a las víctimas, lo que dilata las instrucciones
Todas ellas, una vez que los casos son judicializados, pasan a ser valoradas por la Unidad de Valoración Forense Integral del Instituto Vasco de Medicina Legal, que en Gipuzkoa está teniendo un grave problema de acumulación de procedimientos por la falta de personal. Según indican desde el propio IMVL, actualmente hay cerca de 150 víctimas de violencia de género sin valorar. Una situación que dilata la instrucción, ya que los informes forenses son imprescindibles para los juzgadores, y prolonga un proceso judicial ya complicado para las mujeres que sufren este tipo de violencia.
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