Borrar
Juan Carlos Pérez durante la presentación de su libro 'La revolución de la edad'.
Edadismo

Juan Carlos Pérez, escritor: «Con la edad, debemos aprender a valorar nuestras verdades e historia, no lo que me dice el espejo»

Juan Carlos Pérez Jiménez, profesor y escritor, reflexiona sobre estética y vejez, además del edadismo que considera como «un proceso de deshumanización que nos afecta a todos» en su último libro, 'La revolución de la edad'

J. F.

Lunes, 15 de septiembre 2025, 06:54

Comenta

El escritor y profesor Juan Carlos Pérez Jiménez (Málaga, 61 años) es el autor del libro 'La revolución de la edad', en el que trata temas como el edadismo, la diescriminación a los mayores, el envejecimiento saludable y la idealización de la juventud. Durante su presentación desgranó los puntos más importantes de su obra con reflexiones como las relacionadas con la imagen y las canas, llamando a la sociedad a que no se obsesione con la juventud.

Pérez Jiménez no dudó en señalar que dejarse las canas es hoy casi un «acto de rebeldía o de valentía». En un mundo donde la presión social nos impone «tiñete las canas» y «maquíllate para no aparentar tu edad», asumir el cabello blanco es un paso fundamental para «empezar a asumir que renegamos de ser personas viejas». Esta declaración la contextualiza el autor con la necesidad de «educar la mirada» y «reconciliarnos con otras formas de presentarnos», buscando una belleza y atractivo en una apariencia más natural, como ejemplifican modelos que optan por el pelo blanco sin tantas intervenciones estéticas.

El autor también de libros como 'Días de vida' o 'Ultrasaturados', reconoce que su motivación para escribir este último libro nació al acercarse a los 60 años y no reconocerse en el «lugar de retirada que la sociedad asigna a los mayores». Pérez Jiménez denuncia con sus líneas un edadismo que se manifiesta en la discriminación y estereotipación por la edad, «comparable al racismo o al sexismo». Este fenómeno es un «proceso de deshumanización que nos afecta a todos y, peor aún, está introyectado, llevándonos a devaluarnos a nosotros mismos al envejecer», explicó. La cultura de la imagen, «con su énfasis desmedido en la juventud y los cuerpos perfectos», ha sido un motor clave de este desplazamiento, colocando a los jóvenes en el centro del protagonismo mediático y social, y relegando a los adultos.

Presión estética e industria «antiedad»

La charla también puso el foco en la presión estética que genera la industria «antiedad». Pérez Jiménez advirtió que «todo el discurso antiedad no hace otra cosa que provocar ansiedad». La «fobia a las arrugas» y el constante intento de no envejecer, impulsado por una «cosmética antiedad es un reflejo del miedo subyacente a la muerte que empapa nuestra cultura», considera el escritor. «Antiedad y ansiedad solo se diferencian en una letra», sentenció, subrayando la futilidad y el daño de esta negación. Una asistente de la audiencia compartió cómo la presión estética le hizo sentir «víctima del edadismo» al pensar que «te hace falta el tinte» si no lo usaba, o al compararse con figuras como Jennifer López y su vitalidad a los 56 años, evidenciando cómo estos juicios están arraigados.

El deseo y la sexualidad de los mayores

Un aspecto controvertido, pero crucial abordado por el escritor, es la sexualidad en la vejez. Juan Carlos Pérez Jiménez afirmó rotundamente que «el deseo no remite y que podemos amar lo mismo a los 60 que a los 20 y enamorarnos a los 80 años, pero lamentablemente esto es algo que la sociedad no ha querido ver». Sin embargo, la aparición de «sexigenarios» -figuras icónicas de Hollywood como Brad Pitt, Tom Cruise, Jennifer Lopez- que superan los 60 años y se mantienen activos, atractivos y en el mundo, está «revirtiendo la idea que teníamos de lo que era una persona de 60 o 70 años». Una participante en el debate complementó esta idea, criticando cómo, a veces, la aceptación de las personas mayores aún se condiciona a una «sexualización», donde si las canas «quedan bien», la persona es «aceptada para ser consumida sexualmente», lo que constituye una aceptación superficial y errónea.

En este contexto, el autor rescata la expresión de Goethe, recuperada por Hannah Arendt, de la «retirada gradual de la apariencia». Esto no se entiende como una pérdida, sino como un enriquecimiento, un cambio de enfoque de lo epidérmico a lo esencial. Se trata de valorar la «esencia, los valores, nuestras ideas, nuestras verdades, nuestra historia» por encima de «cómo quedo en la foto o lo que me dice el espejo». Esta «desconexión» de la imagen y un «mirar hacia dentro» son, para Pérez Jiménez, la clave para mantener la «dinámica del deseo» y encontrar la felicidad, invitando a cada persona a conocerse a sí misma y a sus propios anhelos, en lugar de dejarse llevar por el «catálogo del escaparate de redes sociales».

Infantilización de la tercera edad

Pérez Jiménez también criticó duramente la infantilización de los mayores, una práctica que percibe como un grave reflejo del edadismo. Una participante jubilada compartió su frustración al asistir a actividades organizadas para personas mayores, donde se les «tratan con infantilismo». Ejemplos como la imposición del «churrito» en la piscina o talleres de memoria «en los que te tratan como si fueras un niño pequeño al que le leen un cuento» demuestran una falta de respeto por la capacidad y los intereses de los adultos mayores. El autor, compartiendo esta crítica, enfatizó la necesidad de «cambiar el chip» en la concepción de estas actividades, lamentando que los programadores de las mismas aún consideren que «las personas mayores ya no piensan». Esta infantilización no solo es indigna, sino que impide que los mayores, quienes «producimos en otras muchas cosas» y tienen una «curiosidad por aprender», participen plenamente en la vida social y cultural con la autonomía y el nivel que les corresponde.

Los seniors como objetivo del marketing

El escritor malagueño profundizó en cómo la juventud, en su origen, fue un «concepto de marketing». Antes del siglo XX, no existían modelos de jóvenes como categoría de mercado, solo modelos infantiles y de adulto. Sin embargo, a partir de los años 60, con el boom de la natalidad de la generación 'boomer', la juventud comenzó a «valorizarse» como «potencial consumidor», dando lugar a la música, moda y estilos de vida orientados específicamente a este grupo.

Pérez Jiménez destacó que este fenómeno coincidió con el paso de una cultura escrita a una cultura visual, donde «los jóvenes son mejores portadores del lenguaje visual por su aspecto por su cuerpo», desplazando a los adultos del foco social y mediático. Ahora, paradójicamente, el mercado está empezando a darle visibilidad a los mayores con etiquetas como «seniors» o «silvers». Aunque Pérez Jiménez reconoce que estas son «categoría[s] de marketing» que le hacen pensar si «alguien me quiere robar la cartera», celebra que, aunque sea por interés comercial, se empiece a considerar a «la abuela y al abuelo como algo más que eso, como personas activas con potencial para viajar, para vivir, como sujetos con agencia».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Juan Carlos Pérez, escritor: «Con la edad, debemos aprender a valorar nuestras verdades e historia, no lo que me dice el espejo»