Heridas seis personas tras volcar un autobús en Álava

El suceso tuvo lugar a las 16.10 horas y el escaso tráfico de primera hora de la tarde, y menos aún en un día desapacible por culpa de la lluvia, evitó que más coches se viesen involucrados. «He oído tantas sirenas que me he acercado por si necesitaban alguna ayuda, pero he visto cómo rápidamente han llegado los bomberos de la Diputación y varias ambulancias. El mismo accidente tres horas más tarde hubiese tenido unas consecuencias mayores e incluso dramáticas», comentaba José, un lugareño que rondaba la zona parcelaria contigua a la autopista.

El bus había hecho su parada intermedia en Salvatierra y a apenas un kilómetro sufrió el siniestro. Las marcas rodadas evidenciaban que el vehículo había pisado el barro del arcén derecho y que al intentar corregir la trayectoria se había desestabilizado cayendo sobre su costado. Tras deslizarse varios metros por el suelo quedó en medio de esta vía de dos carriles con dirección a Madrid. «Es imposible que se trate de una cuestión de velocidad porque con semejante tonelaje es imposible coger aceleración en este tramo cuesta arriba y, además, se trata de un modelo moderno», argumentaban portavoces de La Burundesa, empresa que pertenece al grupo La Unión. El conductor, de 30 años, precisó la atención especial de los equipos de salvamento por el shock que le provocó semejante experiencia.

La cercanía de la unidad comarcal de bomberos de Agurain hizo que sus dotaciones fueran las primeras en llegar y como cuentan con un vehículo medicalizado se empezó rápidamente a atender a los heridos. También participaron la Ertzaintza, la DYA y varias ambulancias que trasladaron a los pasajeros a los hospitales de la capital alavesa.

«En Urgencias sólo nos han podido asegurar que entre los seis no había nadie grave, pero que se les siguen haciendo pruebas», apuntaba por la noche Ernesto Sainz Lanchares, alcalde de Salvatierra, quien temía que entre los afectados hubiese personas que habían pasado el fin de semana en las 'no fiestas' de la Virgen del Rosario de su localidad.

El pullman permaneció cerca de cuatro horas tumbado sobre la carretera y el tráfico se limitó a un sólo carril, lo que durante horas generó unas colas kilométricas que llegaban hasta la incorporación de Salvatierra y que pillaron por sorpresa a muchos de los que volvían de fin de semana. «Ande, circule», le espetó un ertzaina a un coche que aminoraba la velocidad con el objetivo de sacar una fotografía del siniestro. Entorno a las 19.30 horas, se hizo un 'by pass' por la A-3100, se cortó la circulación por la autopista y dos grúas consiguieron levantar el autobús en el aire hasta colocarlo sobre sus cuatro ruedas para que una grúa 'XXL' lo llevase al taller. La maniobra descubrió que no había 'sobrevivido' ningún cristal.

«Es que ves esta imagen y te parece mentira que no haya pasado nada grave», comentaba Miguel, que se acercó con su furgoneta por simple curiosidad tras leer la noticia en la web. Se tuvo que limpiar la calzada a conciencia para quitar los restos de cristales y los postes que se había llevado por delante el bus antes de volcar.