El funcionario del País Vasco francés que ha hecho desaparecer una fortuna millonaria de dinero público sin dejar rastro
Los investigadores tan solo han localizado gastos en videntes y acciones en bolsa, sin conocer dónde ha podido ir a parar el grueso de los más de tres millones de euros sustraídos
J.M.
Viernes, 10 de octubre 2025, 13:55
Los vecinos de Anglet todavía se preguntan dónde estará el dinero que un funcionario municipal de la localidad del País Vasco francés robó de las arcas municipales. Una fortuna superior a los tres millones de euros que, durante años y en silencio, el trabajador público logró desviar de las cuentas del consistorio y de la que no hay apenas rastro. Tan solo se conocen gastos en videntes y apuestas bursátiles. Pero ni mansiones, ni cuentas millonarias. Un misterio que salió a la luz en febrero de 2025 pero sobre el que queda mucho por descubir.
El protagonista de este escándalo, un empleado de 52 años del servicio financiero municipal, aprovechó su amplio conocimiento del sistema de pagos públicos para transferir fondos a través del club deportivo Anglet Olympique Omnisports, del que era miembro activo. Desde allí, según los investigadores, desviaba el dinero hacia sus propias cuentas personales.
Durante varios años, el funcionario logró burlar todos los controles internos del consistorio, del Tesoro y de los bancos. Según fuentes judiciales, era considerado un empleado modelo: discreto, eficiente y muy implicado en la vida deportiva local. Nadie sospechó que, bajo esa fachada, escondía una compleja red de operaciones financieras destinadas a saquear los fondos públicos.
La estafa fue detectada a comienzos de febrero de 2025, cuando responsables del Anglet Olympique detectaron movimientos bancarios anómalos entre el Ayuntamiento, una de sus secciones y la cuenta personal del funcionario. El consistorio fue alertado y, tras una rápida verificación, informó de los hechos a la Fiscalía de Bayona.
El empleado fue detenido y sometido a custodia policial durante dos días. Durante el interrogatorio, reconoció los hechos sin rodeos. Afirmó haber actuado en un periodo de «malestar personal profundo», aunque nunca explicó con precisión cómo gestionó el dinero una vez obtenido.
El dinero, evaporado
Meses después, las pesquisas policiales siguen sin ofrecer una respuesta clara sobre el destino final de los tres millones de euros. Las investigaciones bancarias no han hallado cuentas ocultas ni bienes a su nombre en Francia, Suiza o España. Tampoco se han encontrado propiedades, vehículos o inversiones que justifiquen el desvío.
Lo único que ha podido demostrarse es que el funcionario gastó grandes sumas en servicios de videncia y en inversiones bursátiles de alto riesgo, operaciones que acabaron en pérdidas. Según fuentes cercanas a la investigación, sus apuestas en los mercados financieros fueron erráticas, impulsivas y sin asesoramiento profesional.
Tras su confesión, el Ayuntamiento de Anglet abrió un procedimiento disciplinario paralelo a la causa penal. Así, en junio, una comisión administrativa paritaria en Pau dictó por unanimidad la sanción más severa posible: su revocación definitiva como funcionario.
El hombre será juzgado el 15 de enero de 2026 por malversación de fondos públicos, blanqueo de dinero y abuso de bienes sociales. Mientras tanto, continúa en libertad a la espera del proceso judicial.