Expertos defienden recuperar el lago desaparecido en los Picos de Europa: «Sería como poner el tapón de una bañera»
El lago Ándara desapareció en 1911 debido a la actividad minera en la zona
J. F.
Domingo, 21 de septiembre 2025, 08:59
La actividad minera en los Picos de Europa (Cantabria) tuvo una gran afectación a la naturaleza de la zona, pero en pocos puntos es tan visible como en el actual Pozo de Ándara, en el que hasta 1911 hubo un lago del mismo nombre y que era el más grande de Cantabria. El sueño de recuperarlo vuelve periódicamente no solo por recuperar la zona, si no como posible atractivo turístico de primer orden para las localidades cercanas.
Tras varios estudios e intentos, más o menos serios, de recuperar esta laguna que tenía una superficie de 20.000 metros cuadrados y una profunidad máxima de 15 metros, ahora ha sido el profesor y doctor de la Universidad de Oviedo Pedro Farias Arquer quien ha reavivado el debate y la idea de la recuperación de la zona con una charla impartida en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes.
Este experto, que lideró el equipo de geólogos que radiografió en 2010 los motivos de la desecación de la zona, señaló que con su estudio constataron que «la desecación del lago de Ándara se produjo por la actividad minera», tal y como relata a El Diario Montañés. «Comprobamos que había una galería que llegaba justo debajo del lago, a unos diez metros de profundidad. Por allí se sumía, justo en un punto lateral de la actual charca es por donde se filtra el agua», explica.
«En su día debieron hacer una voladura para continuar en ese punto de la mina y, por eso, empezaron las filtraciones. Se desconoce si se inundó o si hubo heridos. En aquella época, a principios del siglo pasado, las extracciones mineras no estaban tan controladas como ahora», aclara sobre el suceso ocurrido en 1911 que terminó con el lago de Ándara cuando tenía unas dimensiones de 325 metros de largo por 75 de ancho.
El sueño de resuciatar el lago original
El geólogo de la Universidad de Oviedo considera factible devolver la zona a su estado original. «Sería algo así como volver a poner un tapón a la bañera. Hay varias posibilidades, pero técnicamente se puede hacer. Hay un montón de técnicas en geotecnia, obra civil, etc., que se utilizan en casos similares... se rellenan los agujeros con material específico sin ningún problema». Más específicamente, Fariax describe cómo se haría: «lo que taparíamos sería el agujero actual, el que conocemos de la galería, por el que se está filtrando el agua, pero puede suceder también que haya otros agujeros susceptibles de ser sumideros porque la actividad minera siguió después de que esa galería pinchara el lago por debajo».
El profesor reconoce que el mayor impedimento sería subir maquinaria pesada a tanta altura y en un parque nacional protegido, sin embargo defiende que se rehabilite. «Desde un punto de vista estrictamente ecológico, sería bueno porque supondría recuperar el tercer lago de Picos de Europa tras los de Covadonga (Enol y Ercina). Es algo excepcional que haya lagos en un macizo de calizas. Es una rareza porque la caliza es tremendamente porosa, pero en el de Ándara hay pizarras debajo que lo impermeabilizan. También sería bueno desde el punto de vista paisajístico, ambiental, de recuperación de ecosistemas... Atraería turismo, aunque desde un punto de vista conservacionista, alguien podría estar en contra y preferir que se quede como está».
De momento hay optimismo, así, Secundino Caso, alcalde de Peñarrubia y senador del PSOE por Cantabia, ha señalado recientemente su «satisfacción por el apoyo que técnica y socialmente tiene el proyecto de recuperación». Su idea es instar al gobierno cántabro a apoyar este proyecto y recordó que el Grupo Socialista presentó una moción el pasado mes de mayo en el Senado sobre la recuperación de la balsa de Ándara, reavivando este proyecto que «en 2018 quedó paralizado porque Confederación Hidrográfica del Norte consideró que no permitía garantizar que se cumplieran las normas de calidad ambiental para las aguas superficiales en el lago ni la no afección a las aguas subterráneas y al manantial que da origen al río Urdón».
El lago con «particularidades raras»
Antes de su desaparición, el lago era un lugar remoto y misterioso. El 'Diccionario Geográfico y Estadístico de España' de Pascual Madoz lo describía como «una pequeña laguna en la provincia de Santander (…) situada entre las peñas tituladas de Europa (…) Los caminos que a la misma conducen son sumamente escabrosos... de ella se cuentan algunas particularidades raras, y se pondera mucho su profundidad».