Todos los envases de plástico que se consuman en Euskadi serán reciclables desde 2030
El Gobierno Vasco sella una estrategia de economía circular que busca reducir un 30% la generación de residuos en la próxima década
A partir del 1 de enero de 2030, cada vasco puede tener clara una cosa: si consume un producto que tiene un envoltorio plástico, sea ... del tipo que sea, será reciclado si acaba en un contenedor amarillo. Euskadi ha hecho ya suyo el planteamiento de la Unión Europea que exige que en diez años todos los envases plásticos sean reutilizables o reciclables y así lo recoge en su nueva Estrategia de Economía Circular que fue aprobada este martes en Consejo de Gobierno. La comunidad se plantea el objetivo de promover el uso más eficiente de los plásticos y pondrá sobre la mesa esa medida: desde 2030, el 100% de los envases producidos y consumidos debe ser reciclable.
El reto es considerable, ya que tras él no solo se encuentra el impulsar una fórmula de consumo más equilibrada, sino que también requiere de una industria que comience a asumir esos condicionantes y se potencie también una innovación que permita que el plástico reciclado mejore mucho su calidad en ese proceso hacia un nuevo uso. La hoja de ruta está diseñada y el Ejecutivo vasco ha marcado dos metas: que para 2025, el 80% de los envases comercializados sean reciclables, y que para 2030 lo sea la totalidad. Actualmente, en Euskadi se consumen alrededor de 410.000 toneladas de plástico al año.
Para la consecución del objetivo, la estrategia plantea la creación de un sistema de medición que pueda calcular la reciclabilidad de cada envase y espera que para 2030 el 50% de las botellas de plástico que se comercialicen estén fabricadas con plástico reciclado.
Una de las cuatro patas
La del consumo es una de las cuatro patas en las que se fija la Estrategia de Economía Circular de Euskadi, que además se apoyará en la próxima ley de Cambio Climático o la de Administración Ambiental para conseguir sus objetivos. Pero esa base que se fija al consumo no solo se remite al plástico. También pone otro foco en el desperdicio alimentario.
Y es que cada vasco tira a la basura cada año alrededor de 172 kilos de alimentos. La huella que ese desperdicio genera no se limita al residuo que supone desechar ese alimento, sino que también debe computarse el coste de la producción de esos alimentos y de su comercialización. De hecho, el 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están producidas por los restos de comida. Por ello, el Ejecutivo se plantea reducir de forma considerable el desperdicio alimentario en Euskadi, reduciendo esa generación hasta los 117 kilos por persona en 2025 y los 86 por habitante -la mitad que ahora- en 2030.
Líneas de actuación de la estrategia
-
Negocios circulares Se impulsará mediante programas de ayudas la transformación de los negocios actuales y la creación de nuevos negocios centrados en toda la cadena de valor.
-
Innovación y nuevas tecnologías Impulsar la digitalización para tratar de conseguir un mejor aprovechamiento de los recursos
-
Materiales sostenibles La utilización de materias primas renovables en sustitución de otras utilizadas en la actualidad, permite reducir la dependencia de los procesos de extracción e importación.
-
Ecodiseño de productos y edificios Impulsar la incorporación durante la fase de diseño de productos de los criterios de evaluación del impacto medioambiental a lo largo de todo el ciclo de vida.
-
Fabricación eficiente Mediante un decidido apoyo a la innovación se trabajará en el desarrollo continuo de procesos de separación metalúrgica de productos complejos
-
Consumo circular La Administración como principal consumidor se centrará en visualizar lo que puede aportar la compra pública verde. Se pretende también fomentar el etiquetado de fácil interpretación que confiera información creíble y útil al consumidor.
-
Despilfarro alimentario Se seguirán promoviendo iniciativas y proyectos para fomentar la concienciación de toda la ciudadanía en torno a un modelo de consumo más responsable.
-
Consumo de plásticos Fomentar el reaprovechamiento, encontrar soluciones de reciclaje de calidad e impulsar la demanda de plásticos reciclados.
-
Gestión sostenible de residuos Establecer instrumentos financieros para la mejora de la gestión de residuos y desplegar iniciativas público privadas para el desarrollo de infraestructuras estratégicas.
-
Materias primas secundarias Investigación sobre nuevas posibilidades de uso de las materias primas secundarias.
Los otros tres ámbitos de actuación de la estrategia se fijan en la producción de las compañías, la competitividad y la innovación, y la gestión de residuos y materias primas secundarias. El Gobierno Vasco se plantea que las medidas de impulso de la economía circular que se recogen en la estrategia permitan en el horizonte de una década que la emisión a la atmósfera de CO2 por parte de Euskadi se reduzca en un millón de toneladas anuales.
Para lograr estos resultados, la estrategia fija tres objetivos. En primer lugar, aumentar un 30% la productividad del material, lo que reduciría la necesidad de las empresas de importar tanta materia prima. En segundo lugar, se busca aumentar el uso en un 30% de material circular, reduciendo la cantidad de residuos de la industria vasca que actualmente produce el 72% de toda la basura en Euskadi. Y en tercer lugar, reducir un 30% la tasa de generación de residuos por unidad de PIB, desacoplando la generación de riqueza de la de residuos. Así, si en 2016 se generaron 67 kilos de residuos por cada 1.000 euros de PIB, en 2030 se plantea bajar esa cifra a 47,6 kg.
El plan prevé generar 3.000 nuevos empleos y superar los 10.000 millones de facturación
Embarcarse en la ruta hacia la economía circular no solo es beneficioso para el planeta. El Ejecutivo vasco ha colocado también en el anzuelo el cebo de la mejora en la productividad de las empresas, el aumento de la facturación y la generación de nuevos puestos de trabajo con el objetivo de que las compañías no duden en avanzar en este sentido. «La facturación generada por productos y servicios que han aplicado criterios de economía circular en 2016 se estima en 2.852 millones», recordó ayer el consejero de Medio Ambiente, Iñaki Arriola. El objetivo es que esas ventas se eleven hasta los 10.000 millones en 2030 si se sigue la ruta establecida. Además, se prevé que se puedan crear 3.000 nuevos puestos de trabajo al calor de esa actividad que actualmente emplea a 18.460 personas.
De momento, hasta 2025 el presupuesto que el Ejecutivo prevé destinar al plan de acción es de 18 millones de euros, y se tratará de ayudar a la inversión y al I+D+i de las compañías. El consejero también avisó de que se van a diseñar deducciones fiscales y tasas e impuestos ambientales para impulsar el plan.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión