La sangría económica de volver al colegio
Los libros de texto se han mantenido en precios pero se han cambiado de un curso a otro; los cuadernos han subido un 20% y el material un 10%
Verónica Melo y Pablo Lasarte
Domingo, 3 de septiembre 2023, 02:00
Los días previos a poner un pie en el colegio suponen para las familias un sin parar de abrir la cartera. A los gastos ... de matriculación se suman los de los libros, ordenadores, licencias digitales, papelería, mochilas, estuches... todo antes de hacer uso, si es el caso, del comedor escolar o del transporte.
Las cuotas anuales en la red pública no han variado con respecto al año anterior. 100 euros de matrícula anual y 81 euros de comedor si se hace uso de lunes a viernes. En el caso de la red concertada, las cuotas varían según el colegio. Muchos de ellos siguen aplicando una rebaja en las mensualidades con vistas a ir ajustándose a la futura gratuidad, sin fecha, de la enseñanza a la que obligará la ley de Educación tras el aumento presupuestario en la concertación para este fin. Si el curso pasado la media era de 95 euros, este será en torno a los 87 euros.
LAS CLAVES
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16% Se ha incrementado el coste del comedor entre las subidas de los alimentos y la aplicación del nuevo convenio de hostelería al personal. Los colegios han buscado fórmulas para no repercutir todo a las familias.
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Centro público La matrícula anual se mantiene en 100 euros y el servicio de comedor en 81 euros los cinco días.
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Centro concertado Las cuotas se han rebajado, alrededor de 85 euros, según colegio y etapa. El comedor supera los 100 euros los cinco días.
Lo que sí han constatado los colegios concertados es el incremento de precios en comedor y transporte. En el caso del primero han visto una subida de costes de un 16% por la subida del precio de los alimentos y la aplicación del convenio de hostelería para los trabajadores del sector. Aquí también cada centro estudia cómo repercutir las subidas que no se trasladan como tal a las familias pero que suben mensualmente. La media ronda los 125 euros al mes, sujeta a las etapas educativas, cuanto más pequeños son los estudiantes más caro es el servicio.
El transporte es otro de los servicios que han aumentado los precios con respecto al año anterior. En el caso de la red concertada, cada centro negocia con los operadores rutas y número de servicios diarios. El mes, con dos viajes diarios, ronda los 85 euros, que se encarece en función de la edad del escolar.
«Los libros de texto no han subido tanto este año, apenas un 3%», cuenta Edurne Martínez, mientras atiende sin parar a padres e hijos en su librería Aritz, situada en el barrio donostiarra de Gros. «El problema es que en muchos cursos los han renovado totalmente y a las familias no les ha quedado más remedio que comprar». Los precios de los libros varían, pero van desde los 11 euros de uno de lectura obligatoria a los 47 euros según las materias en la ESO.
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A esto se añaden las licencias digitales para las materias que carecen de libro en formato papel y que no se pueden heredar (una media de 17 euros por licencia) y el coste, en algunos colegios, del material propio escolar que evita la compra de libros (unos 80 euros).
Algunos de esos gastos son comunes en ambas redes educativas y quienes se han acercado a hacer acopio de cuadernos y bolígrafos han comprobado que se han puesto por las nubes. «La papelería se ha incrementado un 20% y el tema bolígrafos-lápices un 10%», explica Martínez.
Así las familias ven la cuesta de septiembre más empinada que en años precedentes. «No es solo todo lo que conlleva el inicio de curso, es que la cesta de la compra ha subido, los carburantes, la hipoteca...», va enumerando Natalia Díez-Caballero, directora ejecutiva de Hirukide, la federación de familias numerosas de Euskadi. «Para intentar ahorrar algo, las familias tienen que dedicar mucho tiempo. Hay que comparar precios, buscar alternativas y hacer búsquedas entre familiares y amigos para reutilizar todo lo que se pueda».
Díez-Caballero expone que las clases no terminan en el colegio. «Cualquier extraescolar cuesta dinero. Hacer fútbol, música, y no hablemos ya de academias de idiomas, es un suma y sigue que las familias deben afrontar», señala.
Joseba Aristizabal Un hijo en la ESO, otro en la universidad
«En la ikastola nos permiten reutilizar libros y supone un ahorro»
En la ikastola donde todavía estudia el pequeño de Joseba Aristizabal «permiten reutilizar los libros», una acción con la que «podemos ahorrar algo». De lo que no se libran es de la compra de material escolar. «Todo sube, y cada vez más. Aún no he comprado bolígrafos, lápices o estuche. Es un no parar», dice. Su hijo mayor comienza en la universidad. «Con él no he podido reutilizar nada, todo nuevo, libros, cuadernos... todo a pagar». Joseba lamenta que los ordenadores y licencias ditigales resultan «también muy caros, y a estas alturas te los exigen en las aulas».
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El paso por la librería del barrio es obligatorio pese a que los dos hijos de Mikel Berakoetxea tengan su propio portátil para seguir las clases de 4º de Primaria y 1º de la ESO. «Hasta las extraescolares van por ordenador», comenta. «Ya nada es como antes», afirma sonriente. En casa han notado que «han subido los precios, pero como en todo, la vuelta al colegio tampoco se libra». Lleva la lista de lo que necesita de material escolar, «que no es una excepción a la subidas», y que incluye básicos como cuadernos y bolígrafos. «Compramos lo que no se puede aprovechar de años anteriores».
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Isabel Gil tiene la convicción de que este curso se le ha juntado «todo». Su hijo repite 3º de la ESO, y «este año han cambiado todos los libros por lo que no puedo reutilizar nada. Tengo que hacer frente a un gasto que no me lo esperaba», lamenta. Que sus dos hijos mayores estén en la universidad no ahorra costes. «Ellos también renuevan material». Además uno de ellos tiene que cambiar el ordenador. «Supone un desembolso mayor que el de los propios libros», manifiesta. «Es complicado para la economía de un hogar hacer frene a todos los gastos. Es una pasada lo que cuesta todo».
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En el caso de Julián, con hijos algo más mayores, los ordenadores y lo digital ya son una realidad, aunque siguen acudiendo a los métodos más tradicionales de tinta y papel. «El pequeño aún tiene libros de préstamo, gracias a que pagando un precio conseguimos acceder a casi todos los libros de texto de niños más mayores del colegio», argumenta. Además, Julián sí que se ha percatado de la subida de precios en este sector. «Aunque mi hijo mayor utiliza el ordenador en la universidad, siempre hay que comprar algo. He notado que los cuadernos y blocs de papel han subido considerablemente».
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