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El psicólogo estadounidense Adam Galinsky.
Cómo ser positivo con las cuatro frases que más repetimos a los hijos para fortalecer su autoestima

Cómo ser positivo con las cuatro frases que más repetimos a los hijos para fortalecer su autoestima

El psicólogo Adam Galinski proponer elegir las palabras para que el lenguaje que llega al niño tenga un enfoque «positivo y constructivo»

Martes, 28 de enero 2025

El lenguaje que usamos con nuestros hijos es mucho más que simples palabras, cada expresión, tono o frase tiene el poder de construir o destruir su autoestima. Según el psicólogo social de la Ivy League, Adam Galinsky, ciertas frases aparentemente inofensivas pueden tener un impacto significativo en el desarrollo emocional y académico de los niños si sus padres se las repiten demasiado. En su libro 'Inspire: The Universal Path for Leading Yourself and Others' y en diversas entrevistas, este profesor de la Columbia Business School destaca que el lenguaje crítico puede provocar vergüenza, una emoción que paraliza y desmotiva a los niños.

Galinsky argumenta que, aunque muchos padres utilizan ciertas frases con la mejor intención, estas pueden tener un efecto contrario al esperado. Así, una de las frases más dañinas, según Galinsky, es: «Estoy decepcionado contigo». Esta expresión, aunque usada con la intención de corregir una conducta, puede generar en los niños un sentimiento de vergüenza y decepción consigo mismos. La vergüenza, a diferencia de la culpa, es «debilitante y desestabilizadora» y a menudo conduce a la evasión, impidiendo que los niños reflexionen y aprendan de sus errores, según explica este experto.

Otras frases que los padres deben evitar por su impacto negativo en la autoestima de los niños incluyen:

- «Eres imposible», una etiqueta con connotaciones negativas que puede hacer que los niños se comporten de acuerdo con esa percepción

- «No haces nada bien», una frase que invalida cualquier esfuerzo del niño, reforzando la idea de que el error es un fracaso total

- «¿Por qué no puedes ser como tu hermano/a?», las comparaciones entre hermanos crean resentimiento y sentimientos de inferioridad

En lugar de utilizar estas frases, Galinsky propone un enfoque basado en un lenguaje positivo y constructivo que fomente la cooperación y el aprendizaje. En lugar de expresar decepción, se puede preguntar: «¿Qué crees que podrías hacer diferente la próxima vez?». Otras alternativas son frases como «sé que puedes hacerlo mejor» o «vamos a trabajar juntos en esto», que transmiten apoyo y confianza. Este sociólogo autor de varios libros también recomienda que los padres ayuden a los hijos a establecer un sistema para lograr las tareas.

El objetivo, según Galinsky, es que los niños reflexionen sobre sus acciones, aprendan de sus errores y desarrollen habilidades para resolver problemas. Esto se logra creando un ambiente de apoyo donde los niños se sientan valorados y respaldados. Es importante recordar que el lenguaje crítico puede sembrar inseguridades profundas que afectan la capacidad de los niños para aprender y socializar.

La clave está en cambiar el enfoque de la crítica a la colaboración y el apoyo. Al enfocarse en la empatía y la colaboración, los padres dan a sus hijos herramientas para manejar sus emociones y construir relaciones saludables. La tesis de Galinski es que las palabras tienen el poder de construir o destruir la confianza, por lo que es fundamental elegirlas cuidadosamente.

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