PNV y PSE acuerdan mantener los modelos lingüísticos en la Ley de Educación, que no contará con el apoyo de EH Bildu
La nueva norma se aprobará a finales de año aunque sin el consenso de la oposición, aunque EH Bildu «no quiere arrojar la toalla»
La decisión del PNV y el PSE de mantener los modelos lingüísticos en el texto de la futura Ley de Educación ha terminado por romper ... el consenso logrado en el pacto educativo en abril de 2022. La futura forma saldrá adelante con el apoyo de jeltzales y nacionalistas pero sin el apoyo de EH Bildu, el único grupo con posibilidades de ampliar los márgenes de la mayoría absoluta del Ejecutivo de coalición.
La ley se está debatiendo en ponencia en el Parlamento Vasco esta misma mañana, cuando se iba a analizar la enmienda que ha abierto la caja de los truenos y ha acabado por fracturar el consenso que se consiguió entonces. PNV y PSE han decidido mantener la mención a los itinerarios actuales, A, B y D, esto es, la enseñanza en castellano, mixta y en euskera. La formación EH Bildu ya avisó de que no apoyaría ninguna ley que mantuviera estos modelos. El ultimátum lo lanzó a comienzos de noviembre: o se modificaba la enmienda introducida por los socios de gobierno 'in extremis' para mantener los actuales modelos lingüísticos o no apoyaría la reforma educativa. Esta mañana ha presentado una propuesta con la que pretenden solventar el punto de desacuerdo aunque los socios del Gobierno parecen mantenerse firme en su decisión.
EH Bildu asegura que «no quiere arrojar la toalla» y ha puesto encima de la mesa «una última propuesta de mínimos» para intentar desbloquear la situación. «El último día para cambiar el texto es este viernes y la pelota está en el tejado del PNV y el PSE», aseguran.
El pasado octubre, PNV y PSE consiguieron limar sus diferencias y presentaron 26 enmiendas conjuntas que terminan con la indefinición que había rodeado la continuidad de los modelos lingüísticos, que no aparecían ni en el pacto educativo firmado por el 90% del Parlamento ni en el proyecto de ley aprobado por el Gobierno un año después.
Los dos socios optaron por cerrar filas ante la norma más importante de la legislatura, que esperarían aprobar antes de fin de año, aunque la nueva referencia a los modelos lingüísticos complicaban sobremanera el acuerdo final con EH Bildu, que había puesto una línea roja en esta cuestión al darlos por superados. El resto de los grupos de la oposición registraron enmiendas a la totalidad, además de las parciales. Incluido Elkarrekin Podemos-IU, que en su día firmó el pacto educativo.
El núcleo de las correcciones que recogen las enmiendas conjuntas de PNV y PSE estaba dedicado a matizar el apartado lingüístico. El proyecto original contemplaba un «sistema educativo plurilingüe» que situaba el euskera como «eje». Una fórmula calculadamente abierta que no concretaba el futuro de los modelos A (castellano), B (bilingüe) y D (euskera), y tras la cual el PSE creía que podía esconderse el fin de los itinerarios para avanzar hacia un modelo de inmersión lingüística que no comparte.
Pacto educativo
El Consejo de Gobierno aprobó el pasado abril el proyecto de ley de Educación, que bebe de un pacto educativo firmado un año antes por PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos-IU. Su traslación al texto articulado se saldó con el desmarque de la coalición morada y con los socialistas aireando públicamente sus «diferencias» pese a haberle dado su aval en el Consejo de Gobierno para «no obstaculizar» su tramitación. Desde entonces los dos socios de gobierno han buscado un acuerdo que evitara una crisis en una de las iniciativas más importantes de la legislatura.
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