«No podemos perder la oportunidad de tener la mejor ley educativa posible»

– Va a asumir el cargo durante un año. ¿Cuál va a ser su papel en este año de transición?

– Junto al grupo que se nombró el pasado lunes en el consejo rector, nuestro papel va a ser liderar el séptimo congreso de las ikastolas, Vamos a definir la estrategia que queremos llevar a cabo en el futuro en una sociedad cambiante.

– ¿A qué cambios se van a tener que adaptar?

– A cambios como el descenso de la natalidad, la inmigración, el desarrollo de las nuevas tecnologías, la globalización y los nuevos valores. También estamos preocupados por la situación del euskera y la cultura vasca.

– ¿Qué les preocupa del euskera?

– Los datos sobre el conocimiento del euskera son buenos porque cada vez más jóvenes lo entienden, pero estamos preocupados por su uso y por la calidad del idioma. En las ikastolas estamos haciendo un trabajo con los proyectos lingüísticos para profundizar en los cambios que se están dando.

– El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, sostiene que en el anteproyecto de la futura ley de educación se mantienen los modelos lingüísticos, pero Ikastolen Elkartea dice que están tácitamente derogados. ¿En qué quedamos?

– Eso lo tendrán que aclarar ellos. Lo que tenemos claro es que en las ikastolas, y yo creo que en todo el sistema educativo, el modelo que mejor funciona en cuanto al euskera es el de inmersión. Aun así, estamos preocupados. De la ley nos gusta que se han puesto los objetivos y que se habla del proyecto lingüístico, pero si no sabemos si va a haber o no modelos lingüísticos, pedimos que por lo menos los objetivos sean evaluables por la Administración.

– ¿El sistema educativo vasco garantiza que los alumnos acaben sabiendo euskera?

– Se ha demostrado que sí tienen conocimiento de euskera, lo que no sabemos es si se alcanzan los objetivos, desconocemos con qué nivel de euskera salen al terminar la educación obligatoria. Eso es lo que nos falta. Nosotros creemos que hay que poner eso en el centro y hay que darle valor con una evaluación que no tiene que ser excluyente sino que debe servir para mejorar y ver si hemos llegado a esos objetivos.

– ¿Usted cree que hemos llegado?

– Yo diría que no, pero no tenemos suficientes datos. Los últimos diagnósticos de evaluación nos dicen que el conocimiento de euskera es cada vez mayor, pero insisto en que nos produce preocupación en cuanto a la calidad del idioma y su uso.

– El anteproyecto ha perdido apoyos en el camino. ¿El texto se ha ido alejando de lo acordado en el pacto educativo?

– El último anteproyecto lo vemos bastante acorde con el acuerdo. Aún así decimos que es aceptable, pero con deficiencias. Nosotros pensamos que el proceso aún no ha terminado, que la partida todavía se está jugando. Hemos hecho nuestras aportaciones y vamos a trabajar para que queden recogidas en la ley. No podemos perder esta oportunidad para tener la mejor ley educativa posible.

– ¿Hay riesgo de que se pueda perder esta oportunidad?

– Yo quiero pensar que no, que todos vamos a responder desde la responsabilidad y que vamos a hacer un esfuerzo para que no se pierda esta oportunidad.

– Ustedes han criticado la falta de concreción del anteproyecto en cuestiones como, por ejemplo, la gratuidad.

– El texto dice que vamos a recibir financiación, pero no sabemos cuándo se va a hacer ni cómo ni cuánto.

– ¿Ya se están bajando las cuotas en las ikastolas?

– Estamos haciendo un esfuerzo porque ya hemos recibido algo de financiación. Las cuotas se están adecuando.

– ¿La gratuidad llegará pronto?

– Queremos que sea cuanto antes, pero no está en nuestras manos.

– ¿Qué más inconcreciones ven en el anteproyecto?

– Más que nada es la tónica general. No hay muchas concreciones y eso puede llevar a políticas unilaterales adoptadas por la vía de decretos. Eso es algo que no nos gustaría, porque si vamos a dar un vuelco al sistema educativo, debemos hacer todos un esfuerzo para seguir este camino juntos,

– ¿En qué estado se encuentra el recurso presentado por las familias que no han podido matricular a sus hijos por el nuevo reparto de alumnos impulsado por Educación para evitar la segregación?

– Esperamos que la respuesta llegue en julio y en función de lo que ocurra se concretará nuestra reacción. Estamos en contacto con las familias y también con las ikastolas.

– ¿Qué se ha hecho mal en el proceso de prematriculaciones de este año?

– Somos conscientes de la necesidad de tomar medidas para hacer frente a la segregación. Hemos manifestado nuestro compromiso con esta cuestión, pero lo que no aceptamos son las descompensaciones o desequilibrios que se han dado en la admisión de alumnos. Ya hemos dicho que en los pueblos donde se han dado esos desequilibrios no vamos a aceptarlo.

– Bildarratz ha advertido varias veces de que el colegio que no se ajuste a los nuevos criterios de matriculación quedará fuera del sistema. ¿Puede llegar este momento?

– Esperemos que no. Nosotros vamos a seguir con nuestro plan por la vía administrativa y luego ya veremos.

– Pero la amenaza está ahí.

– Sí, está ahí.