Educación empuja a muchos institutos vascos a recuperar la jornada partida diez años después

Educación restringe el acceso a la jornada continua de los centros de Secundaria vascos con la puesta en marcha de un nuevo programa de refuerzo escolar, Hedatze, para el que ha aumentado el número de condiciones. «Es la misma filosofía, tiene el mismo objetivo pero los requisitos son mucho más duros». Es la frase que repiten los directores de los centros de la ESO que participan, algunos desde hace nueve cursos, en el actual programa de refuerzo Hauspoa y que a partir de septiembre se convierte en Hedatze. Para las direcciones de los 84 centros vascos, 28 de ellos en Gipuzkoa, integrados en el programa supone un quebradero de cabeza más. Si no pueden garantizar su continuidad deberán obligatoriamente volver a la jornada partida. En la práctica estar dentro de Hauspoa supone tener un horario de jornada continua ya que tan solo los alumnos que solicitan participar en el programa deben ir a clase por la tarde.

Con la puesta en marcha de Hedatze el listado de requisitos se endurece. «Dudo que podamos dar respuesta a todo lo que nos piden», dice más de un director consultado por este periódico. «Y en las bases está bien claro que el que no se ajuste a Hedatze pierde el refuerzo y deberá retomar el horario de jornada partida», comenta.

Algunos centros ya han empezado a avisar a las familias de que si no se les concede estar integrados en el programa que arranca en septiembre y que desde Educación describen como «un proyecto de innovación de la organización interna de los centros públicos», el curso que viene sus hijos deberán ir por la mañana y por la tarde al colegio. «Una faena, la verdad, porque todos, centro y familias, estamos organizados en jornada continua. Nadie quiere retomar la partida porque sí», indican. Algunos van más lejos. «Explicar a unos padres, e incluso a los propios alumnos, que llevan, en algunos casos, tres años haciendo un horario y que ahora, en el último curso de la ESO deben pasar a jornada partida, les resulta inconcebible», señalan. Hay institutos que saben ya que no cumplen los requisitos, «así que no nos queda otra que perder el programa y volver a la jornada partida», manifiestan con malestar.

Los centros tienen de plazo hasta el 27 de mayo para presentar sus candidaturas a Hedatze, y su duración será de dos cursos académicos. «Espero que lo resuelvan cuanto antes porque si no nos lo conceden debemos reorganizarnos y darlo a conocer a los estudiantes que deberán modificar los horarios de sus propias extraescolares», explican.

Los objetivos de Hedatze son una continuidad de su proyecto precedente: «mejorar la calidad educativa, poner en práctica y evaluar nuevos modelos de gestión de los tiempos escolares, contribuir a la equidad en los centros con una oferta de actividades que contribuyan a avanzar hacia el éxito educativo de todo el alumnado, impulsar adquisición de competencias, promover la mejora de resultado escolares y de la convivencia positiva, fomentar el uso del euskera y desarrollar la autonomía del alumnado». Además contar con Hedatze «no conllevará un coste adicional para las familias ni la desaparición de la oferta de servicios que actualmente realiza el centro».

La primera condición para estar dentro de Hedatze es que el centro cuente con una «dirección estable» y que esta además aporte un proyecto de dirección. A eso se suma que el claustro de profesores, el órgano máximo de representación (OMR), las familias y el alumnado deberán dar el visto bueno a la propuesta. Además, todos los departamentos del centros y el 100% del profesorado han de participar en el proyecto. «Esta participación se refiere a la interacción directa con el alumnado durante el horario dedicado al programa, fuera de la jornada escolar habitual». La participación del alumnado con asignaturas pendientes o de aquellos que no superen alguna asignatura en las evaluaciones ordinarias será «obligatorio». El servicio de comedor se debe mantener si se oferta en el centro, y en cuanto al transporte escolar, las propuestas deberán contemplar «la compatibilidad» con este servicio.

En las bases se deja bien claro que debe quedar por escrito la propuesta de horario lectivo del alumnado en caso de no ser seleccionado el proyecto. Y que este horario se ajustará a la «normativa vigente» que es de jornada partida en todos los ciclos de enseñanza obligatoria. Es más, el pacto educativo aprobado por todos los grupos políticos en marzo apuesta por la modalidad de clases lectivas en horario de mañana y tarde. También se deberá indicar el horario en caso de estar integrado en Hedatze con la base de 30 horas lectivas semanales y la incorporación de «al menos 6 horas semanales y 180 anuales» de horario no lectivo.

La reorganización horaria en caso de estar dentro del nuevo programa afecta también al profesorado que «no podrá suponer una vulneración de las condiciones laborales». Así, «cada profesor destinará como mínimo una hora semanal de las contempladas como horas de impartición lectiva y de refuerzo educativo, o una de las 7 horas semanales contempladas para actividades complementarias».

La reorganización horaria no lectiva y la modificación del horario lectivo deberá contar de manera «imprescindible» con la conformidad de una amplia mayoría de las familias y del alumnado. De esta forma, se considera «muy necesaria la implicación» de ambos en la organización de una oferta de actividades extraescolares «atractiva».

Una vez el centro sepa que forma parte de Hedatze, la dirección deberá concretar antes del 30 de septiembre los objetivos que se marca, cuál es su oferta de actividades para el primer trimestre que deberá revisar, evaluar y actualizar en el segundo. También tiene que especificar los indicadores de seguimiento y logro así como determinar la composición y funcionamiento de la comisión de seguimiento y mejora del mismo. Educación reconoce que «dada la complejidad e importancia del proyecto» la creación de esta comisión está considerada como fundamental.

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