Educación confirma el contrato de mil profesionales de apoyo para el curso que viene

Este era uno de los asuntos pendientes para el curso 2021-22 tras el anuncio de que las normas antipandemia se mantenían y que preocupaba a la comunidad educativa para poder llegar a las exigencias de cumplimientos de ratios.

En el presente curso, que está a punto de concluir, el refuerzo de estos mil personas llegó en octubre, un mes más tarde del inicio de las clases, tras la convocatoria de una huelga en septiembre que exigía más inversión en personal para poder atender a los escolares como se marcaba desde la administración.

Para el inicio del 2021-22 Jokin Bildarratz anunció ayer que la adjudicación de las plazas de refuerzo se realizará en septiembre con la idea de que todos los centros empiecen sus clases con todas sus necesidades cubiertas.

Entre estas medidas se sumará la contratación de profesores sin máster de formación didáctica de materias específicas para secundaria pero que sí cuentan con estudios requeridos. Es el caso de asignaturas como francés o latín.

Las medidas de inicio de curso todavía no están completamente cerradas pero se conocen sus principales líneas. Las mascarillas continuarán siendo obligatorias, la distancia de seguridad se podrá rebajar a 1,2 metros de los 1,5 metros que estaba establecido este curso dentro de las aulas y comedores, y se mantiene la obligación de incidir en la higiene y la ventilación de los espacios compartidos. Los grupos burbuja totalmente herméticos durante este 2020-21 se abrirán algo más a partir del próximo septiembre a considerar grupo burbuja al curso y no a la clase e incluso dentro de la clase se permitirá cierta movilidad entre grupos de alumnos. Todas estas medidas obligan a los centros escolares a buscar espacios donde poder atender a su alumnado, una duplicación de aulas que debe ser atendida al mismo tiempo. Además con la pandemia todavía sin concluir los centros han de contemplar qué hacer en caso de que se multipliquen los confinamientos y bajas por Covid ya que el escenario que se contempla es el de volver a convivir un curso más con el virus.

El mismo caso sucede en los comedores. La separación entre comensales es obligatoria. Además está considerada un área de mayor peligro de zona de contagio ya que los estudiantes deben quitarse la mascarilla para poder comer. El refuerzo en la atención especialmente entre los más pequeños y la obligación de desinfectar las zonas usadas entre tandas de comensales hace imprescindible poder contar con más personal. El coste en este curso de la pandemia ha sido de 115 millones de euros solo para medidas Covid.