Educación devolverá el importe del plato de bonito retirado por la intoxicación por histamina
El brote provocó alguna reacción alérgica leve a un centenar de niños de 17 colegios de Gipuzkoa y 3 de Bizkaia donde se sirvió el menú
Educación devolverá a las familias el importe del plato de bonito con tomate que provocó una intoxicación por histamina en un centenar de alumnos el ... pasado 21 de octubre. Los progenitores de los colegios afectados por el brote han comenzado a recibir una circular en la que se informa que el Departamento de Educación ha comunicado y pedido a los centros que se realice la devolución de «la mitad de la cuota del día 21 de octubre», ya que el alumnado «no comió atún fresco por posibles casos de alergia a la histamina». Ese importe, en el caso por ejemplo del colegio Toki Alai de Irun que fue uno de los 17 afectados en Gipuzkoa, es de 1,65 euros para alumnos transportados y de 2,30 para los no transportados.
Educación reintegrará el coste del plato de bonito con tomate que tuvo que ser eliminado de todos los comedores donde aquel día se sirvió o se iba a servir, un centenar solo en Gipuzkoa. La aparición de alguna reacción alérgica leve en algunos alumnos que ingirieron el alimento generó la alerta y obligó a la retirada de todos los platos que presuntamente habían provocado la intoxicación alimentaria por niveles de histamina «superiores a lo establecido» en todos los comedores donde Ausolan los había servido ese día.
EL DATO
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111 escolares resultaron afectados con algún síntoma leve por la reacción al nivel excesivo de histamina en el plato de bonito con tomate. Los síntomas eran picores, irritación, granitos o manchas.
La empresa que presta el servicio de restauración en la mayoría de colegios de Gipuzkoa, además de en empresas, hospitales o residencias de mayores, informó aquella tarde, tras conocerse el brote, que «como medida preventiva» procedió a la retirada de ese plato, que aquel día se sirvió junto a lentejas con arroz de primero, y fruta de postre. Es lo único que comieron algunos alumnos esa jornada, aunque muchos repitieron el primero y además de fruta tuvieron de postre algún yogur. La cuantía por esa mitad del menú que sí pudieron comer no se reintegrará.
El incidente se quedó en un susto, ya que el bonito no provocó ninguna reacción alérgica de gravedad entre el alumnado, que tuvo síntomas leves. Al cabo de unos días, el consejero vasco de Educación, Jokin Bildarratz, cuantificó exactamente el alcance del brote. Fueron un total de 111 escolares afectados de 20 colegios en Euskadi, 17 de Gipuzkoa y tres de Bizkaia. Responsables en algunos centros contaban aquel día que en alguno de sus colegios, donde el comedor se divide por turnos y por edades, los del primero ya habían terminado de comer y que a mitad del servicio, llegó el aviso para retirar el segundo plato.
Los colegios informaron a los progenitores de lo sucedido y les pidieron que estuvieran atentos a sus hijos durante la tarde por si tenían algún síntoma como «manchas, picor, náuseas, irritación o granitos alrededor de la boca», los más habituales, y que en caso de notar algo extraño que acudieran al centro de salud.
«Controlar» el foco
El responsable de Educación aseguró en el Parlamento Vasco que «gracias a los sistemas de trazabilidad establecidos tanto en origen como en destino», la empresa «pudo detectar y retirar todos los platos y controlar la propagación» de la intoxicación «en menos de dos horas desde que se detectó la primera reacción» alérgica. Bildarratz defendió «los más rigurosos estándares de calidad y seguridad alimentaria» que regulan el servicio de comedor a través de empresas externas, como fue el caso.
Y desde el Departamento de Salud indicaron que, tras el incidente, se tomaron las medidas precisas para «identificar el posible foco, estudiar la trazabilidad del producto e informar a los centros escolares» sobre lo ocurrido para poder actuar con celeridad.
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