Las ampas de los centros, «satisfechas» con la decisión
La sorpresa de las familias de los colegios fusionados vino «por la inmediatez» del anuncio, pero agradecen que haya «un proyecto en común»
La decisión de fusionar los tres colegios donostiarras pilló por «sorpresa» a las familias de los alumnos por la «inmediatez», pero los responsables de las ... ampas (asociación de padres y madres) de Santa Teresa Ikastetxea, Jesuitinas Donostia o Larramendi Ikastetxea suspiraron en parte «aliviados» al comprobar que «hay un proyecto en común».
En los tres colegios han visto cómo el número de alumnos, y de aulas, iba descendiendo. Muchos han comprobado en la experiencia escolar de sus hijos esa realidad. «Con la mayor había dos aulas, ahora mi hija está en 1º de la ESO y son solo 17 compañeros», cuenta José Ignacio García, presidente de la ampa de Santa Teresa. «Ya empezamos a ver lo que venía por detrás, y en los últimos años cada vez hay menos niños».
Por ello agradecen que se haya buscado una solución. «El cierre era una de las posibilidades si no se actuaba», reconoce Iakes Munuera, de Jesuitinas. «Eso hubiera sido peor. Unirnos es una buena oportunidad porque la realidad de los colegios es la que es. Nos juntamos tres colegios afines, con el mismo ideario que va a mantener su carácter familiar. Cuando fui a apuntar a mi hija a Jesuitinas también valoré matricularla en cualquiera de los otros dos. ¡Fíjate las vueltas que da la vida! ¡Quién me iba a decir que acabaría en una fusión!», dice convencido de la decisión es «ilusionante».
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Los representantes de los padres y madres se reunieron por primera vez la semana pasada. «Hubo muy buena sintonía porque compartimos la misma visión de lo que queremos de un colegio. Vamos a remar todos en la misma dirección y apoyaremos a las direcciones en todo lo que podamos para crear un proyecto sólido», señala Begoña Berakoetxea, de Larramendi Ikastetxea. «Siempre hemos creído en el trabajo que han hecho desde los centros y esta vez no va a ser diferente. Es una solución valiente y arriesgada pero nos da la opción de tener un futuro. Los centros siempre se han caracterizado por buscar lo mejor para nuestros hijos y tienen nuestra confianza absoluta».
Ven además la fusión como una ocasión para que sus hijos cuenten con más opciones formativas y extraescolares. «Oigo muchas veces que cuanto más bajo sea el ratio, mejor. Pero a veces depende para qué, porque si son pocos, el colegio no puede ofertar muchas asignaturas optativas, o no se puede hacer un equipo para jugar a fútbol, porque no hay niños suficientes», explica Munuera. «Van a contar con otras alternativas y van a poder conocer gente nueva. Y está todo cerca, porque en Donostia, todo está cerca».
Entienden como «lógica» la elección del centro de Igara, Santa Teresa. «Por las instalaciones que tienen, las zonas verdes, el patio, el salón de actos...», enumera Berakoetxea. «Lo bueno es que vamos con tiempo, este curso empiezan los más pequeños, y el siguiente los de Infantil y Primaria para que las familias puedan hacer sus ajustes», indica García. «Los últimos serán los de Secundaria y Bachiller, antes de que lleguen habrá que resolver muchas cuestiones. Iremos todos poco a poco».
Por delante quedan muchas reuniones que esperan con «ganas» ya que «de cada colegio quedará algo», indica Munuera. «Poder participar en la puesta en marcha de un centro mediano de referencia y darle estabilidad es un reto apasionante». Por el momento las ampas buscan la fórmula para empezar a funcionar como una sola. «Del primer encuentro salieron muchas ideas, ahora toca trabajar».
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