Desalojan a 64 familias en Barakaldo al desplomarse un andamio de un bloque de doce pisos de altura

Los andamios caídos, en los que no había operarios trabajando, llevaban al menos mes y medio colocados en su actual posición -las obras en el edificio arrancaron hace seis meses y han ido avanzando por las diferentes fachadas-. El accidente se produjo en un momento en el que la calle apenas estaba transitada, por lo que no hubo que lamentar víctimas, aunque ertzainas provistos de perros inspeccionaron la zona para descartar totalmente que hubiera personas atrapadas entre el amasijo de hierros.

Los Bomberos optaron por evacuar de inmediato a las familias residentes en dos manos de ese mismo bloque, así como un buen número de pisos del edificio situado enfrente -el número 32 de la calle La Paz-. Temían que parte del andamio que aún estaba en pie pudiera ceder y derrumbarse sobre el inmueble. El Ayuntamiento de Barakaldo gestionó el alojamiento de las familias, con las que se reunió por la tarde en el cercano colegio Alazne. Los equipos de seguridad mantuvieron acordonada una amplia zona alrededor del edificio durante varias horas. Además, también alertaron a los vecinos de los números 12, 15 y 18 de la calle Euskalduna para que no se asomaran a las ventanas y les indicaron que se mantuvieran en las habitaciones más alejadas de la zona siniestrada «por precaución».

Los efectivos del Parque de Urioste trabajaron a destajo durante horas con una grúa y herramientas especializadas para tratar de desmontar el andamiaje caído. Inspeccionaron tanto el bloque como el tejado para calibrar los daños causados y valorar la estabilidad de la estructura. Los operarios de la empresa responsable de la obra, sin embargo, no pudieron acercarse a la estructura hasta las nueve de la noche, cuando estaba previsto que amainara el viento.

Después, hasta una treintena de trabajadores de empresas especializadas en obras verticales se emplearon a fondo para afianzar el andamio colocado sobre la fachada sureste del edificio. Los propios bomberos trabajaron desde el tejado para tratar de anclar la estructura atrayéndola a la fachada, donde se instalaron focos. El plan era que los operarios bajaran asegurados con líneas de vida y provistos de máquinas rotaflex para retirar los elementos en riesgo de caída. Estaba previsto que la operación para dar seguridad al andamiaje se prolongara hasta las tres de la mañana, según fuentes del operativo.

El Ayuntamiento ofreció a las 64 familias desalojadas pasar la noche en la casa de cultura de Retuerto, con capacidad para 140 personas, donde personal de Cruz Roja preparó varias hileras de camas. No obstante, la mayoría de los vecinos optó por acudir a casas de familiares o amigos y, en principio, sólo 9 necesitaron pernoctar en el centro cultural. Antes de que comenzaran los trabajos se les permitió acceder a sus casas bajo supervisión para poder recoger algunos enseres personales y medicamentos.

Los vecinos, que a última hora de la tarde fueron atendidos individualmente en el colegio Alazne, donde también había efectivos de Cruz Roja, celebraron que al menos el andamio se precipitara hacia una zona ajardinada donde no había vehículos aparcados. «Hemos tenido suerte, no ha habido víctimas y tampoco grandes destrozos», incidía un residente.

La borrasca 'Karine', que ayer azotó con dureza toda la cornisa cantábrica, no solo puso en jaque a los servicios de emergencia en Barakaldo. En el resto del territorio atendieron sin parar las incidencias causadas por las fuertes rachas de viento, que causaron daños materiales de diversa índole. Entre las doce de la noche del lunes y hasta las seis de la tarde de ayer, los Bomberos de Bizkaia realizaron medio centenar de intervenciones. Además del derrumbe del andamio, el suceso más grave tuvo lugar en Durango, donde cedió el muro lateral de un colegio. Además, la caída de un árbol obligó a cortar un carril de la N-240 a la altura de Galdakao, aunque el vial recuperó la normalidad pocas horas después. Varios municipios, como Barakaldo y Mungia, optaron por cerrar sus parques para evitar que se desprendieran ramas y dañaran a los viandantes.

En Bilbao se registraron 57 incidencias entre la una y las cinco de la tarde. «La mayoría fueron desplazamientos de mobiliario urbano, caídas de motos, vehículos golpeados por contenedores movidos por el viento... Sólo ha habido que lamentar daños materiales, no personales», explicaron fuentes municipales. En Getxo, el viento desplazó 16 contenedores, derribó árboles y señales de tráfico y embarrancó una embarcación. Y es que a mediodía, el viento giró con fuerza al noroeste. Seguridad decretó la alerta naranja por viento y para la navegación hasta las 18.00 horas. Sobre las dos de la tarde se registraron las rachas más fuertes, que llegaron a los 166,9 kilómetros por hora en Matxitxako y a los 93,1 en el barrio de Deusto. El viento, de fuerza ocho, originó una mar muy gruesa que levantó olas de 4,5 metros.

Para la jornada de hoy se espera más calma y que las rachas de viento tengan menos fuerza. Habrá máximas de 18 grados en Bilbao y de 15 en Vitoria. Para el jueves están previstas lluvias intensas y el viento volverá a azotar. Las temperaturas se quedarán por debajo de los 15 grados.