Un condenado por un asesinato y dos violaciones en Vitoria no regresa a la prisión de Santoña tras un permiso
El hombre lleva 14 años de condena y aún le quedan al menos otros 8 para salir en libertad
daniel martínez
Miércoles, 25 de julio 2018, 13:03
Guillermo Fernández, condenado por asesinato y violación en Vitoria en 2004, abandonó la prisión cántabra de El Dueso el 15 de julio a las 16.00 horas. No era un «adiós» definitivo, tan sólo un «hasta pronto». Aunque ya ha pasado 14 años entre rejas, todavía le quedan, al menos, otros ocho. Salía de la cárcel de Santoña con un permiso penitenciario de una semana que caducaba el pasado domingo. Pero cuando llegó el momento de que el autor del crimen del bar Acua de Santa Lucía «fichara» por el penal no apareció nadie. Ni el lunes, ni ayer... Su abogado no sabe si se trata de una huida voluntaria o existe un motivo de fuerza mayor que lo justifique. Y tanto la Policía Nacional como los responsables de la cárcel prefieren no pronunciarse.
El preso, en paradero desconocido, acumula dos condenas por sendos episodios que tuvieron lugar con sólo un mes de diferencia a finales de 2000 en Vitoria, donde en aquella época, con 23 años, este santanderino trabajaba como alicatador. La primera de nueve años por violar a una panadera en su establecimiento y la segunda de 26 por la agresión sexual y posterior asesinato de Ana Rosa Aguirrezabal, una limpiadora del bar Acua. La víctima fue localizada el 14 de diciembre en el suelo de la cocina del local con varios cortes profundos en la garganta.
El 6 de enero de 2001 fue detenido como presunto responsable y un año y medio después se produjo un juicio en el que se pusieron sobre la mesa pruebas que apuntaban hacia él. Suyas eran las únicas huellas de calzado y de la palma de la mano encontradas en el bar, se hallaron en la cazadora del acusado «restos celulares» de la asesinada, la declaración de los testigos... «Esa noche tomé muchas copas y cocaína. Me despedí de un amigo y no me acuerdo de nada más, ni siquiera de cómo llegué a casa», dijo Guillermo ante la Audiencia de Álava a pesar de que se había autoinculpado del crimen ante la Ertzaintza durante los interrogatorios. Uno de los psiquiatras que compareció en la vista oral afirmó que su personalidad era «antisocial y sádico-agresiva», algo que relacionaba con el maltrato que había sufrido por parte de su madre.
«Soberbio, pero tranquilo»
El condenado entró en prisión por primera vez en 2001, cuando todavía no se había celebrado el juicio y, por tanto, no había una sentencia firme. Esta llegó en 2004 y desde entonces hasta 2009, momento en que aterrizó en El Dueso, estuvo hasta en tres cárceles nacionales diferentes, entre ellas, Nanclares de la Oca. Las dos condenas sumaban 35 años, pero se refundieron y finalmente se quedaron en 22.
🚩URGENTE. POR FAVOR, MÁXIMA DIFUSIÓN
— Policía Nacional (@policia) 25 de julio de 2018
Guillermo Fernández Bueno es un violador y asesino que se ha fugado de la cárcel de #Santoña (#Santander) en un permiso.
Si le has visto o tienes algún dato: 📞091 pic.twitter.com/j5MXsUXjSt
Quienes han convivido con Guillermo muros adentro le califican como una persona «soberbia, pero tranquila». En todo el tiempo que lleva en la prisión cántabra no ha tenido ningún episodio de violencia ni ha sido un foco de problemas. Eso sí, apenas tenía relación con el resto de internos o funcionarios. Ha sido en los últimos meses cuando ha comenzado a disfrutar de permisos con opción a salir a la calle. Todos los anteriores, de tres días, los había cumplido de manera escrupulosa, como subraya su abogado, el mismo que le defendió en el juicio. Pero el que comenzó el 15 de julio era, por primera vez, de una semana completa.