Eduardo Sáenz de Cabezón
«Tenemos que estar preparados para esta revolución y Donostia lo está, con la Quantum Tower y el ordenador de IBM», señala el experto
La física cuántica y sus aplicaciones en campos como la computación o las matemáticas suelen ser un territorio que intimida a quienes no tienen formación ... científica. Como mucho, algunos se atreven a rozarlo a través de ejemplos populares como el gato de Schrödinger. Pero ha llegado el momento de mirar de frente a una revolución que, como advierte el matemático, profesor y divulgador riojano Eduardo Sáenz de Cabezón, «va a llegar pronto para quedarse». Es más, «hay que estar preparados para cuando alcancemos la ventaja cuántica», una ciencia que «sobre todo beneficiará a los sectores de la medicina y la farmacia». Esta tarde, a las 18.30 horas, Sáenz de Cabezón imparte una conferencia en Tabakalera, Donostia, dentro del ciclo organizado por Kutxa Fundazioa y el Donostia International Physics Center con motivo del Año Internacional de la Ciencia y las Tecnologías Cuánticas.
- ¿Qué es la cuántica? ¿Se puede reducir a un simple gato en una caja que no se sabe si está vivo, muerto o las dos a la vez?
- El de Schrödinger es un experimento cuántico muy popular, sí, pero es más que eso. La cuántica estudia el comportamiento de la materia a escalas muy, muy pequeñas, muy por debajo del tamaño de un átomo. Tiene propiedades particulares, distintas a las que observamos cuando tratamos la materia a tamaños por encima del átomo.
- En su conferencia 'Manotazos en una habitación oscura' también hablará de la llegada de la computación cuántica. ¿En qué consiste?
- Los ordenadores clásicos, los que conocemos, usan las propiedades habituales de la materia como la electricidad o el magnetismo, que permiten el trabajo de los microprocesadores, la memoria o las pantallas. La computación cuántica trata de hacer ordenadores aprovechando las propiedades cuánticas de la materia. Estas pueden ser la superposición, que es que una partícula puede estar en varios estados a la vez, y el entrelazamiento, que es que una partícula y otra pueden estar entrelazadas y que sus estados dependan uno del otro aunque estén separadas a la distancia que quieras.
«Los ordenadores cuánticos podrán hacer cosas que son imposibles para los clásicos»
- ¿Estas propiedades se pueden aprovechar en un ordenador?
- Sí. Los ordenadores cuánticos podrían hacer cosas que los clásicos no pueden hacer y otras las harían de forma mucho más rápida y eficaz.
- ¿Por qué se refiere a la cuántica como una habitación oscura, entonces?
- Porque se están dando avances, se sabe que esto, la computación cuántica, funciona y cada vez hay prototipos mejores, pero todavía no hay un ordenador cuántico que pueda resolver problemas útiles mejor que cualquier ordenador clásico. Todavía no lo tenemos. Pero se está buscando, está ahí, y los esfuerzos que se están haciendo son bastante prometedores. Por eso hablo de 'Manotazos en una habitación oscura', porque nosotros vamos dando manotazos hasta encontrar el interruptor que encienda la luz; el interruptor es ese ordenador que da ventaja cuántica. La pregunta es, ¿cómo nos va a pillar cuando se encienda la luz?
- ¿Estamos preparados para ese momento?
- Hay varios lugares en España que están haciendo avances y preparándose. Para ello hace falta desarrollar algoritmos, formar personal, encontrar casos de uso en nuestras instituciones y empresas... Eso es estar preparados. Hay varios lugares en España que están haciendo avances, y desde luego San Sebastián es uno de ellos. Cuenta con el ordenador cuántico más avanzado de IBM -Quantum System Two- y con un nuevo edificio dedicado a ello también, la Quantum Tower. La construcción de ordenadores cuánticos ahora mismo está al alcance de muy pocas empresas, porque las condiciones técnicas son muy, muy exigentes. Tienen que estar totalmente aislados de su entorno, eso incluye una temperatura casi del cero absoluto, que son -273º.
- ¿Y qué nos encontraremos, en ese momento en el que se encienda la luz?
- Al principio, probablemente se den avances espectaculares. Los campos de la medicina, farmacia y de la química son los que esperan avances más fuertes cuando la computación cuántica irrumpa. Y luego seguiremos viendo avances más pequeños o menos llamativos. Pero en el momento en el que alcancemos ventaja cuántica, en unos cuatro o cinco años, van a haber grandes cambios. No sé si llamarlo revolución, pero será un cambio bastante fuerte.
«Cambiará nuestro día a día en cosas que no nos demos cuenta, también la ciberseguridad»
- ¿Lo notaremos en lo más cotidiano de nuestro día a día?
- El hecho de que cambie o de que mejore las posibilidades de la química y de la farmacia va a tener repercusiones en nuestra vida cotidiana porque vamos a poder atacar enfermedades o producir medicinas de una forma mucho más rápida que antes. Y también seguramente cambiará nuestro día a día en cosas que no nos demos cuenta.
- Como todas las tecnologías, imagino que a la computación cuántica también se le podrá dar usos fraudulentos...
- Claro, la posibilidad está ahí. Se está avanzando en ámbitos como la criptografía, con algoritmos que permiten descifrar algunos de los sistemas de cifrado que usamos ahora; no los de la clave que metemos en el móvil, sino los que protegen muchas transacciones bancarias y conexiones que se establecen de ordenador a ordenador. Eso sí que se puede romper con ordenadores cuánticos y ya existen alternativas para evitar estos ataques, con algoritmos de criptografía postcuánticos. Por eso, en el día a día, aunque no nos demos cuenta, se aplicará por ejemplo en la seguridad informática. Tenemos que estar preparados también para esto, porque si alguien ahora mismo tuviera un ordenador cuántico capaz de romper las claves actuales podría moverse por internet a sus anchas, interceptar transacciones y manipularlas. Sí que hay riesgos, y debemos estar preparados, y lo estamos.
- ¿Diría que estos avances generan más miedo o curiosidad a la sociedad?
- Yo creo que hay las dos cosas, es algo que pasa con cualquier tecnología. Cuando surgió internet, cuando surgieron los ordenadores... Hay un interés muy grande porque las posibilidades son muchas y también hay miedo, precisamente porque las posibilidades son muchas. La información es lo que nos va a permitir tener más criterio y más libertad, porque la tecnología va a estar ahí, tanto la cuántica como la Inteligencia Artificial. No son modas. Tenemos unas tecnologías que tienen muchas posibilidades; tomemos la iniciativa de usarlas y de inventar nuevas formas de uso de estas tecnologías. Y eso nos lo permite la formación y el conocimiento. Por ello, con mi ponencia, me gustaría despertar la curiosidad por estos temas y animar a la gente a que vaya aprendiendo de estas cosas porque es algo que vamos a tener cerca pronto.
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