Aparece muerta una tortuga laúd de dos metros en Sopela

Más de 300 kilos de peso y dos metros de longitud. Una tortuga laúd apareció muerta el pasado sábado en la playa de Sopela, arrastrada por el fuerte temporal de viento y lluvia que ha azotado la costa vasca durante este fin de semana, con olas de hasta seis metros de altura. La asociación Ambar, que trabaja en Euskadi desde 1996 en la protección de cetáceos y otros animales marinos, acudió al aviso lanzado por un particular a SOS Deiak. El animal varado estaba en un avanzado estado de descomposición. «Creemos que falleció en alta mar hace más de una semana. Ya no tenía ojos y sus aletas estaban tocadas. Se encontraba bastante podrida», explica Leire Ruiz, voluntaria de la entidad.

La presencia de este tipo de tortuga en un arenal vasco es algo infrecuente. Según los datos de Ambar, se produce un episodio así cada dos años. «Tenemos doce casos documentados en un cuarto de siglo y todas las tortugas llegaron muertas, arrastradas por la corriente», explica. «Este animal no es muy habitual en nuestras costas».

Los restos del quelonio han sido retirados hoy por el servicio de limpieza de playas de la Diputación. Previamente, los integrantes de Ambar habían analizado el cadáver y recogido una muestra de su piel para enviarlo al banco de tejidos que tiene la estación marítima de Plentzia para su consulta por estudiantes y zoólogos. En principio se desonocen las causas de su muerte. «Le abrimos el estómago y no había restos de plástico», afirma Leire.

El principal motivo de fallecimiento de estos gigantes del mar tiene que ver con la actividad y residuos humanos. «Muchas veces se quedan enredadas en artes de pesca o ingieren por error desechos plásticos, al confundirlos con medusas y algas, que forman parte de su dieta habitual», apunta Gorka Ocio, experto en animales marítimos y responsable de www.verballenas.com , una empresa de paseos en barco para ver cetáceos. «En alguna ocasión hemos avistado tortugas laúd en el Golfo de Bizkaia, aunque no son muy comunes», reconoce.

Hace dos semanas -cuenta Ocio- el pesquero 'Ruben Dario' halló un ejemplar herido y enredado en alta mar, frente a las costas del puerto asturiano de Víavelez. Se desconoce si puede tratarse del mismo animal.

La tortuga laúd está presente en casi todos los océanos del planeta. Es la más grande de los quelonios. Puede llegar a los dos metros y medio y los 600 kilos de peso. Es una especie migratoria. Pasa los veranos en zonas templadas (en ocasiones se la ha visto en Noruega), dirigiéndose a aguas cálidas (principalmente el Mar Caribe) durante el invierno y la época de reproducción.