Kento ya se siente parte de un «equipo que «transmite una ilusión tremenda»

En la consecución del fichaje del centrocampista nipón también ha tenido mucho que ver que Takashi Inui y Yoshinori Muto, los dos japoneses que militaron en el conjunto azulgrana anteriormente, ejercieran de embajadores para convencerle. «Hablé con ellos y me dijeron que el Eibar es un club espectacular. Solo tuvieron buenas palabras sobre su estancia aquí».

La experiencia adquirida en las dos últimas temporadas en el Huesca y el conocimiento del idioma con bastante más soltura de la que exhibió Inui en los cinco años que estuvo aquí facilitarán su proceso adaptación. «Estuve dos años en el Huesca, donde estaba muy contento, pero quería un nuevo reto».

Después de haber rechazado la posibilidad de continuar en el club oscense, casi no podía dar crédito cuando a última hora le llegó la llamada del Eibar. «Prácticamente en el último día de mercado me llamó mi representante. Su llamada me sorprendió, pero estoy muy feliz y contento de estar aquí».

El centrocampista de 31 años destaca la «calurosa bienvenida» que le han brindado sus compañeros tras incorporarse al grupo en la sesión del martes, justo después de haber presenciado desde el palco de Ipurua el vibrante partido frente al Levante. «Sabía que el Eibar es un equipo muy fuerte, porque cuando me enfrenté a ellos cuando estaba en el Huesca nos costaba mucho. Vi el partido frente al Levante y pude comprobar que el equipo tiene mucho nivel».

Aunque ya pudo comprobar que la competencia será encarnizada en su posición, el promete máxima entrega y dedicación. «Soy mediocentro muy trabajador. Corro mucho y robar balones es mi especialidad, pero he venido dispuesto a dar lo máximo de mí para ayudar al equipo en todo lo que me necesite», culminó.

Tras ceder el protagonismo al último de los 12 fichajes realizados, César Palacios tomó la palabra para resumir el esfuerzo que ha conllevado tener que edificar de nuevo un proyecto prácticamente desde los cimientos. «Debemos trasladarnos al final de la temporada pasada, en la que tras sufrir 13 bajas, parecía que se acababa el mundo. Después de sufrir el tercer golpe consecutivo afrontamos un reto complicadísimo también a nivel institucional, con una fuerte reducción de presupuesto».

Pero tal y como insiste, representar al Eibar le ha abierto las puertas para que gran parte de los nombres que encabezaban su lista de pretendidos, estén hoy bajo la batuta de Joseba Etxeberria. «Cuando intentas acceder a jugadores, ves que el nombre del Eibar invita a venir. Aunque hemos tenido menos potencial económico, la gente quiere seguir viniendo aqu, y como ha ocurrido con Kento, los que han estado aquí son nuestros mejores embajadores y eso se nota en el mercado».

Entiende que «incorporar a los jugadores que hemos traído refleja que ven que aquí se puede competir por cosas importantes pese al recorte presupuestario. Hemos sentido que querían venir. Era un verano difícil, pero con el esfuerzo de todos hemos conseguido volver a ilusionarnos pese a las adversidades. Somos pequeños en tamaño pero muy grandes en otras cosas», resalta.

Además de las 12 incorporaciones, otorga un valor especial al hecho de que esta temporada haya hasta cinco jugadores salidos de la cantera. «El hecho de que Jonmi, Cubero, Madariaga, Hodei y Troncho, jugadores criados o que han pasado por nuestra cantera estén en el primer equipo en una gran satisfacción, porque supone una recompensa al gran trabajo que se está realizando en el fútbol base».

Porque en su opinión, «esa tiene que ser una de nuestras señas de identidad. La metodología de trabajo y el esfuerzo realizado es algo que se está reflejando en todas las categorías. Debemos sentirnos orgullosos como club», un sentimiento que se reforzará aún más cuando la Ciudad Deportiva vea la luz.

Otra de las metas marcadas que también ha conseguido alcanzar es la de «fortalecer el vínculo con la plantilla trayendo jugadores jugadores de la zona», algo más complicado de lo que parece «porque tenemos equipos muy fuertes a nuestro alrededor».

Y, además, también ha habido una clara apuesta por rejuvenecer el bloque, que ha pasado de tener una media de 27,6 años a 26,5 tras la llegada de jóvenes con gran proyección».

La madurez la ponen los «Arbilla, Sergio, Matheus y Peru, que han decidido quedarse, algunos como en el caso del centrocampista brasileño, «rechazando ofertas importantes, porque nos ha transmitido que está feliz aquí».

Y lo cierto es que, al contrario de lo que ocurrió el año pasado, en este arranque de competición el equipo «transmite la tremenda ilusión que sentimos. En el fútbol y en la vida hay que saber levantarse y está plantilla lo ha hecho». Y con ellos también la afición armera se ha puesto de nuevo en pie, como se pudo comprobar con la comunión que se respiró entre el equipo y la grada. «Fue emocionante ver Ipurua entregado».

Todos unidos, el Eibar quiere estar de nuevo luchando con los mejores.