SD Eibar

Bautista allana el camino hacia lo más alto

Combatiendo más juntos que nunca el sufrimiento, la cuarta ocasión en la que los armeros han sido capaces de dejar su cerco a cero, allana la firme escalada emprendida por los de Joseba Etxeberria en este arranque de 2024, en el que las cinco victorias y el empate sumado en Ferrol le permiten situarse a solo dos puntos del Leganés.

Además, la recompensa por no salirse de su línea positiva también le ha permitido abrir brecha de cuatro y cinco puntos sobre el Espanyol y el Elche, respectivamente, dos de los aspirantes que peor parados han salido en esta jornada tras las derrotas sufridas en Santander (2-0), por parte de los periquitos, y en Lezama ante el Amorebieta en el caso de los verdiblancos.

Por si fuera poco, también falló el Racing de Ferrol en su visita al Burgos, por lo que el Sporting se queda como el único capaz de seguir la estela, a tres puntos de distancia. Y no contentos con eso, el triunfo amarrado ante los maños, el octavo ya sumado en un Ipurua entregado a una causa común, les lleva a alejar a nueve puntos a un conjunto que llegaba embalado en su afán por volver a figurar en la terna de candidatos.

Un bagaje de lo más alentador para un Eibar cada vez más confiado en sí mismo, que por fin parece haber conseguido tejer un sólido entramado atrás capaz de custodiar los dividendos que obtienen sus 'tiburones' ofensivos.

Y es que, aunque la escuadra zaragozana amenazó de inicio con frustrar la operación ideada para dar otro paso de gigante al frente, una rápida OPA hostil de Bautista a los nueve minutos de juego amilanó a los inversionistas aragoneses.

Fue un procedimiento llevado a cabo de forma conjunta con Tejero, que al igual que hizo en Ferrol el pasado fin de semana, le trasladó una información de lo más valiosa desde su oficina, para que el de Errenteria utilizara de forma certera su cabeza para hacerse con un jugoso paquete de acciones.

Con el mercado abierto de par en par tras el noveno gol de un delantero guipuzcoano que ya ha participado de forma directa en 14 tantos, el Eibar pudo dejar el parqué hecho un erial antes del descanso, pero Mario Soriano, Vencedor y, por último, el propio Bautista no lograron rematar una faena, que como suele ocurrir en estos casos, se complicó al máximo en la segunda mitad.

Porque el Zaragoza encaró la reanudación como un animal desvocado al que no le preocupaba morir matando, consciente de que la exigencia a la que se ve sometida el Eibar podría hacerle mella.

Y no se equivocaban. Entre su empuje y la necesidad de los azulgranas de preservar lo conquistado en el arranque del choque les llevó a dar un paso atrás que el Zaragoza aprovechó para impulsarse hacia arriba, generando grandes momentos de tensión y alguna que otra seria amenaza que supieron resolver todos a una.

La línea defensiva, la más cuestionada desde que arrancó el campeonato, apenas se resquebrajó y cuando lo hizo allí estuvo Luca Zidane para negarle la gloria a un Mollejo que superó a todos menos al guardameta francés.

Para mantener firme su fortaleza, Etxeberria supo refrescar y fortalecer aquellas posiciones que más se tambaleaban poniendo en el césped el poso y la experiencia de jugadores como el recién renovado Sergio, que se quedó de inicio en el banquillo en beneficio de Matheus, y se apoyó en la ilusión que han traído Nolaskoain y Sergio León por ayudar a que el equipo que ha creído en ellos logre su objetivo en su tercera tentativa desde que consumó su caída a Segunda.

Esta lección de saber sufrir cuando es preciso incrementa al máximo las buenas sensaciones de un equipo armero que afrontará con la mayor de las confianzas la fase del calendario en la que se medirá de forma continuada primero al Elche, tocado en su orgullo tras perder ante el colista, después al Espanyol, donde las aguas bajan revueltas, y después, ya en el arranque del mes de marzo, a un Leganés que acumula tres partidos seguidos sin ganar.