El Zinemaldia vuelve a mostrar la debilidad del taxi en Donostia
Las críticas al servicio se extienden a las redes sociales, donde se han hecho eco de la escasa oferta de vehículos que hay en la ciudad
Sábado noche. Llueve. La ciudad vibra en una noche en la que el glamour de la clausura del Zinemaldia se respira por el entorno del Kursaal y la zona centro. Los vehículos de alta gama que trasladan a las estrellas y sus equipos circulan mientras ciudadanos y visitantes esperan bajo los paraguas, si es que han sido precavidos, algún taxi que les permita desplazarse por una San Sebastián que presume de un festival de categoría A pero que adolece de un servicio de taxis que absorba la demanda cuando se celebran eventos especiales.
Las quejas se escuchan en las paradas y llevan meses formando parte del debate público donostiarra y que se extiende más allá cuando el visitante lo percibe como tal. Por ejemplo, esta semana ha sido sonado el comentario escrito por Jaume Ripoll, director de Filmin -plataforma de streaming de películas- en su cuenta de Twitter. «San Sebastián tiene el mejor festival de cine y el peor servicio de taxis del país», decía ante sus más de 30.000 seguidores, provocando decenas de respuestas dándole la razón.
San Sebastián tiene el mejor festival de cine y el peor servicio de taxis del país.
Jaume Ripoll Vaquer (@JaumeRV) September 23, 2022
«Despropósito», «Explícale tu a un turista en la Zurriola que tiene que ir a Carquizano con la maleta para coger un taxi»... Son solo algunas de las respuestas. En la sección Sirimiri de DV, una ciudadana protestaba por la larga cola de personas que el jueves a las doce y media de la noche esperaban en la parada de taxis del Boulevard, en pleno Zinemaldi, como se ve en la foto que acompaña este artículo. «Y aún había más gente por detrás», decía. «Tuve que esperar media hora y tampoco había autobuses. Eran las 00.30 horas, no las 3 ó las 4 de la mañana. Está claro que debe cambiar esta situación». En ningún caso se cuestiona la profesionalidad de los taxistas que prestan el servicio.
«La gente llama a un taxi y no cogen el teléfono, el servicio dice que va a un domicilio y los tiempos de espera se alargan, cuando hay eventos no hay forma de coger un taxi...», reconocían hace poco más de un mes a DV desde el mismo Ayuntamiento, que ya ha advertido este pasado verano estar «preocupado por la escasez de vehículos en activo» del servicio de taxi. Una situación que está provocando una avalancha de quejas que el gobierno municipal entiende como «lógicas».
Una de las opciones que baraja el gobierno municipal es aprobar nuevas licencias de taxis. «Desde 2008 no ha variado la cifra de 308 licencias. Pero el problema es que hay 70 licencias inactivas, el 22,72% de los taxis que no están operativos, personas que se han jubilado y no las han traspasado o porque no quieren venderlas o porque no pueden... Lo que no puede ser es que la situación siga como está». El precio de las licencias en 2019 era de 220.271 euros, según el convenio.