La variante soterrada del Topo en Donostia triplicará el actual flujo de viajeros hasta Easo
La consejera vasca de Movilidad Sostenible avanza que la estimación es que las tres nuevas estaciones subterráneas que operarán en 2026 atraigan a 7,2 millones de usuarios anuales
La obra de la variante soterrada del Topo en Donostia está «en su recta final» ocho años después de que comenzaran los trabajos y el ... Gobierno Vasco puso ayer cifras al «salto cualitativo» que supondrá esta infraestructura en la movilidad de Gipuzkoa cuando entre en funcionamiento «a lo largo de 2026». Según el estudio de demanda que maneja el Departamento de Movilidad Sostenible de cara a 2030, las tres estaciones soterradas con las que contará la variante –Amara, Centro-La Concha y Benta Berri– prácticamente triplicarán el actual flujo de viajeros que recibe la estación de Easo, que sigue siendo un 'fondo de saco' donde la línea de Euskotren no tiene continuidad. Si hoy la terminal de Easo recibe a 2,8 millones de usuarios al año, la previsión del Ejecutivo vasco es que «solamente las tres nuevas estaciones que se están construyendo en Donostia atraigan a 7,2 millones de viajeros al año», en palabras de la consejera Susana García Chueca ayer en la comisión de Movilidad Sostenible del Parlamento Vasco.
La consejera compareció en la comisión parlamentaria a solicitud de EH Bildu para informar sobre el estado de las obras del Topo en Donostia y dar explicaciones sobre los sobrecostes que ha tenido que afrontar esta infraestructura. Este segundo punto no dio mucho de sí, ya que García Chueca se remitió a los datos que ofreció el pasado marzo en una respuesta escrita a una interpelación también de EH Bildu, donde cifró los trabajos certificados hasta ese momento en 214,8 millones, lo que suponía 33,3 millones más que los 181,5 presupuestados al inicio del proyecto, según los datos del departamento. Es decir, un sobrecoste del 18% que se queda muy lejos del «sobrecoste del 162%» que denunció EH Bildu en la propia comisión, basándose en una cifra aportada por la plataforma vecinal Satorralaia, contraria a la pasante soterrada del Topo.
La consejera socialista pasó de puntillas por los sobrecostes de la obra, que achacó a «incidencias imprevisibles» como la que obligó a parar los trabajos en Miraconcha en 2020 por la aparición de unos socavones en el subsuelo de la calle Zubieta. García Chueca «negó la mayor» ante las acusaciones de «despilfarro y falta de transparencia» realizadas por EH Bildu. Sin embargo, el grueso de su intervención en el Parlamento se centró en poner el acento sobre el «salto cualitativo para la movilidad sostenible de todo Gipuzkoa» que va a suponer la puesta en marcha de la pasante soterrada del Topo en San Sebastián «a lo largo de 2026». Fue en ese momento cuando aportó algunos datos sobre las previsiones que maneja el Gobierno Vasco para cuando la línea de Euskotren Hendaia-Zarautz tenga una continuidad «de este a oeste» del territorio, sin fondos de saco como el de Easo.
La consejera indicó que la demanda estimada para 2030 en la línea Hendaia-Zarautz ronda los 23,5 millones de viajes anuales, de los que 9,9 millones corresponderían a la pasante soterrada de Donostia y al futuro intercambiador de Riberas de Loiola. «Pero solamente las tres nuevas estaciones soterradas del Topo en Donostia atraerán más de 7 millones de viajes al año», detalló García Chueca.
Subrayó también que esta infraestructura reforzará la movilidad sostenible de Gipuzkoa al «ofrecer una red continua con frecuencias tipo metro» que atenderá «al 80% de la población» del territorio. Además, permitirá «liberar 21.000 metros cuadrados en Easo que se podrán destinar a construir vivienda protegida».
Ante el dato de que «un 42,1% de los desplazamientos en Gipuzkoa se realiza en vehículo privado», la consejera consideró que la pasante soterrada será una oportunidad para «revertir» esa situación al favorecer que «el transporte público sea más atractivo, eficiente y seguro».
Críticas de EH Bildu y PP
Entre los grupos de la oposición presentes en la comisión, EH Bildu y PP criticaron diversos puntos de la gestión desarrollada por el Gobierno Vasco. La coalición soberanista denunció el «oscurantismo» del que se ha rodeado a esta infraestructura y denunció «unos sobrecostes del 162% sobre lo presupuestado inicialmente». «Querían hacer esta obra sí o sí, costara lo que costara», censuró la parlamentaria Amancay Villalba. Por su parte, el parlamentario del PP Santiago López aclaró que su grupo «no está en contra de la variante soterrada», pero criticó la «autocomplacencia» de la consejera a pesar de los «sobrecostes» que se han producido.
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