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Junto a los dos maniquíes, José Luis y Sandra. Estamos en JAMS Klub y el aroma es setentero. GORKA ESTRADA

Ciudadanos | J. L. Andrés, Sandra Nogues

«No se trata de ser discreto, no. Se trata de dejar un halo de misterio»

Historias de muebles de los 70, de maletas de los 80 y de dos forajidos

Begoña del Teso

San Sebastián

Miércoles, 25 de junio 2025, 06:16

Aquel cartel llamaba la atención en el 12 de la calle Gran Vía. Estaba en la puerta de la joyería L'Elegance d'Agathe y recordaba totalmente a los que veíamos en las películas del Oeste. Aquellos donde se ofrecían recompensas por capturar a forajidos huidos de la Justicia. De hecho, se leía: 'Wanted. The Lovers. Last Seen: Etxaide Kalea 5' y se veía el dibujo, silueteado, de un hombre y una mujer, los dos con sombrero vaquero, los dos con pañuelo de cowboy, cowgirl. Había un código QR. Y una pista más. En la parte alta del 'Se busca' ponía 'Jams Klub, la boutique'. Nos fuimos hacia allá, hacia la calle Etxaide, la de los chocolates de Mendaro, la moda infantil sostenible, original y divertida de María Lapiz, los zapatos de Inma o el salón de peluquería (Hair Salon) de Bruno Virginio. Una calle que tiene un pasado repleto de sueños distintos y algunos, de tan felices, demasiado efímeros. Una calle que, según los miembros del Jams, tiene futuro porque va a ser esa donde tienes que estar, a la que debes ir. A ver. Y a que te vean. Porque no se trata de «ser discreto» sino de «dejar un aire de misterio».

– ¿¿JAMS!!

– Somos una familia. De cuatro. Son las iniciales de nuestros nombres. José Luis, Amelia, Marcos y Sandra. Somos una familia. Y somos un club. Que admite nuevos miembros. De hecho, no llevamos ni dos meses abiertos y ya hemos agregado al clan lugares y gentes tan especiales como Sakana Gallery, el estudio de arte Balliache de Virgen del Carmen y dos imprescindibles en la encrucijada entre Ronda y Nueva, Miner (donde nos compramos nuestras Adidas, el supersímbolo de los 70 a nuestro entender) y ArteUparte. Eso, sin contar las magníficas mujeres (soberbias costureras) que forman parte de Hazlan, una empresa de economía social y de inserción donde confeccionan nuestras prendas. Y hay que ser verdaderamente buenas profesionales para hacer el cuello de 'pelle à tarte'...

«No somos ni nostálgicos ni extremistas. Nos gusta cómo se hacían las cosas en los 70-80 pero también disfrutamos de que ahora somos más abiertos de mente. Disfrutamos de la tecnología. De las redes y de que el hombre pueda llevar, si quiere, un pantalón-falda»

– 'De espátula' se llamaba aquí... – Ese, sí. Tan de moda en los 70 (con botón y solapas muy anchas). Marca el estilo de nuestras camisolas, combinadas con un pantalón (o pantalón-falda, también para hombre) en tejido crêpe que es el que da un movimiento increíble a las prendas. Resumiendo, somos JAMS porque somos José, Amelia, Marcos y Sandra. Somos un club (con 'k', klub) porque nos gusta formar comunidad con gente soñadora y... misteriosa. No, la discreción no nos atrae. No al menos en lo que tiene que ver con un intento de pasar desapercibido. De hecho, lo que tenemos aquí lo tenemos para que no pase desapercibido. Fíjate en esta maleta...

– ¡Por Dios! Si todavía tiene el papel adhesivo que certifica que ha sido embarcada en bodega. ¡Y pone Iberia y ya amarillea!

– Es que mira la fecha y el destino: ¡Noviembre del 89, Mallorca!

– Increíble. ¿Sois coleccionistas? ¿De bolsos, de corbatas?

– Lo somos. ¿Quién no conservaría para siempre los dos muebles de esta boutique? El mostrador es del 64 y el armario-estantería, un secreter de 1970, puro y auténtico diseño de la compañía Ligne Roset, creada en 1865 y famosísima en los 70 en Francia. No lleva ni un solo tornillo. Nos rodeamos de belleza y, excepto los muebles, aquí todo se vende.

– En la foto de Gorka se ven más los maniquíes que a vosotros...

– Han cogido el protagonismo porque a pesar de ser réplicas (buenas) de los 70 (tenemos uno auténtico arriba, pero su estado es muy frágil), la ropa que diseñamos les queda muy bien (fíjate ella con ese blusón y pantalón de algodón orgánico, corte de los 70 y color muy de 2025. Por otro lado, si aceptas que nosotros dos somos 'The Lovers' del cartel de 'Se busca' es normal que intentemos pasar desapercibidos.

– Entiendo. ¿Esos 'amantes' son forajidos? ¿Pistoleros? ¿Atracadores de bancos, de trenes?

– No, qué va. Son eso... amantes.

– Ah, como en 'Duelo al sol'.

– Exacto.

– Y ese cartel de 'Wanted' se ha convertido en la camiseta más icónica de la tienda.

– Total. En buen algodón de 300 gramos por metro cuadrado.

– Significando eso...

– La densidad del tejido.

– Potente. Por cierto, no me habéis dicho, ¿por qué esa pasión por los 70, por los 80?

– Por la manera en que se hacían las cosas. ¿No crees? Mira este bolso. Tendrá cincuenta años. Está impecable, no le falla el cierre. Mira las corbatas. No se deshilachan. Las de ahora, sí. Eran tiempos cuando todo se hacía bueno para que durase. Ahora el sistema lo hace todo para que se rompa y sigamos comprando.

– La bolsa en la que entregáis vuestros tesoros al cliente es de plástico. ¡Anatema!

– Somos sostenibles, no extremistas. Entendemos que fibras como el poliéster o la viscosa ayudan a la vistosidad y la elasticidad de una prenda. La bolsa es de plástico, sí. Transparente. Tan diseñada que puedes reutilizarla para llevar desde un sandwich al traje de baño. De plástico y diseño.

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