Donostia estudia transformar la Variante en una avenida urbana entre Anoeta y Herrera

El borrador del avance de la modificación del PGOU detalla que la GI-20 se convertirá en una travesía desde Illunbe, junto a la ciudad deportiva de Anoeta, hasta pasado el nudo de Herrera y el acceso al puerto de Pasaia. En total, tres kilómetros de carretera que discurre por los barrios de Riberas de Loiola, Loiola, Intxaurrondo y Herrera.

En este tramo se propone «pasar de un viario segregado en dos direcciones a una única vía que aúne las dos direcciones», según recoge el documento al que ha tenido acceso DV, que aún está en fase inicial y todavía no ha sido aprobado. Esta intervención permitiría generar un itinerario ciclista y peatonal para favorecer una movilidad «blanda, saludable y ecológica».

El objetivo de esta propuesta es ganar suelo, un bien que en la capital guipuzcoana escasea, para destinarlo a las necesidades de cada barrio, con la vivienda y los espacios comerciales como principales aprovechamientos de los terrenos de oportunidad liberados. Además, se apuesta por «apoyar las ordenaciones que se vayan previendo» con equipamientos públicos (polideportivos, ambulatorios, casas de cultura...) y zonas verdes que ayuden a «equilibrar los déficits» de los ámbitos colindantes.

El borrador destaca como beneficios de la actuación «naturalizar» los suelos liberados, en especial en los puntos más adecuados para reforzar la infraestructura verde de la ciudad. También se pone en valor el efecto positivo que tendría en cuanto a mejorar la calidad medioambiental de los bordes urbanos, así como «aumentar la permeabilidad» con conexiones hacia los barrios atravesados por la Variante.

El documento es solo una aproximación a lo que se pretende hacer -o lo que se autorizaría a hacer- y no entra en detalles sobre cómo se abordaría esta conversión en avenida, cuál sería el número de carriles resultante o qué pasaría con los viaductos existentes. Y no lo hace porque no es esa la misión del PGOU, que a futuro deberá ser desarrollado con un proyecto concreto, si es que alguna vez las instituciones se lanzan a llevarlo a cabo.

El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, recordó este martes que la idea fue planteada por él en 2011, cuando era diputado foral de Infraestructuras Viarias, y que «siempre» la ha defendido, si bien advirtió de que su materialización sería «costosa». «El Plan General es una herramienta de ordenación con visión de futuro y ambición para aspirar a cotas notables», señaló el regidor donostiarra, quien puntualizó que al tratarse de una carretera de titularidad foral «la aprobación de la Diputación es obligatoria» para poder acometer la intervención.

La actual titular de Infraestructuras Viarias, María Ubarretxena, señaló por su parte que se trata de «una propuesta recogida en un borrador, por lo que es una aportación en la que el Ayuntamiento se encuentra trabajando y cuya viabilidad está por estudiar». La diputada foral aseguró que la idea está «en una fase inicial del ámbito del municipal y por el momento no se ha dado a conocer a la Diputación».

El pasado año, EH Bildu hizo suyo este plan de humanizar la GI-20 integrándola en la trama urbana y presentó en los barrios afectados una serie de fotomontajes con el resultado final para abrir un debate entre la ciudadanía. La buena acogida vecinal llevó a la coalición abertzale a incluir el proyecto en su programa electoral. Según sus cálculos, la operación tendría un coste de 25 millones de euros y liberaría 60 hectáreas de terreno, como dos veces el barrio de Riberas de Loiola. La propuesta de EH Bildu contemplaba un único vial de dos carriles -uno en cada sentido de circulación-, con límite de 50 kilómetros por hora y llegaba desde Herrera hasta Añorga.