'La tarde más loca' del monologuista
Gente de la ciudad ·
Cruz Roja ofrece un show de humor para quitar el estigma a la enfermedad mentalEl pasado 25 de enero, el centro sociosanitario de Cruz Roja organizó, ante un rebosante salón de plenos del ayuntamiento donostiarra, un show de monólogos ... con el objeto de visibilizar y quitar el estigma a la enfermedad mental, y todo en clave de humor. 'La tarde más loca' vivía su segunda edición con un maestro de ceremonias de excepción, el actor y cómico Sergio Arróspide. Rostro habitual del exitoso espacio de humor 'Y punto' de ETB2, celebró por segundo año consecutivo una gala que invita a romper barreras. Y qué mejor que hacerlo a través del humor como la mayor de las terapias.
La URTMS (Unidad de Rehabilitación Psicosocial para personas con Trastorno Mental Severo) del Centro Sociosanitario de Cruz Roja trabaja por la inclusión social de las personas con trastorno mental severo a través de la rehabilitación psicosocial. Desde la Unidad se desarrollan iniciativas como la del 25 de enero para visibilizar la salud mental y derribar las barreras y los estigmas que la rodea.
Junto a Arróspide, siempre divertido, cercano y guiando los tiempos de una gala trepidante, su amigo y compañero televisivo Mikel Bermejo, que no dudó en aceptar la invitación para sumarse a esta iniciativa y apoyar la causa. Y como no podía ser de otra manera, volvió a demostrar que en esto del monólogo está más que en forma.
Y es que es en el escenario donde mejor se desenvuelve, consiguiendo una ovación cerrada a sus hilarantes historias. Verónica Berenguer, apodada en el circuito profesional de los monologuistas como 'la vasca que ríe', -demostró que en esto del humor las mujeres tienen mucho qué decir- tomó entonces el testigo como antesala de lo que estaba por llegar y cedió el escenario a los verdaderos protagonistas.
Los nervios se sentían entre bambalinas. Había llegado el momento de escuchar las historias de las personas usuarias de la URTMS, de Cruz Roja y monologuistas amateurs como Mª Ángeles Arroyo, Aitor Basualdo, Gabriel Galván, Txomin Peinado y Luciano García. Durante meses, y gracias a la generosidad de Sergio Arróspide, los participantes han trabajado sus historias, han ido perdiendo el miedo y han indo compartiendo sus inquietudes con Sergio para dar forma a sus monólogos.
Entre ellos se ha creado un vínculo muy estrecho que ha permitido que esta colaboración cumpla ya los dos años. Textos cargados de verdad que buscan visibilizar esta realidad. Y vaya si lo lograron.
La mano de Sergio se dejó notar y sus intervenciones despertaron las emociones de un salón abarrotado que aplaudía con verdadera admiración cada una de las intervenciones de estos monologuistas amateur.
Mención especial merece el dibujante Asier Arruabarrena, responsable del cartel promocional de esta gala solidaria en el que presentó la figura de los intérpretes ante lo que se supone un espacio repleto de personas dispuestas a escuchar y reír con sus historias. Y vaya si consiguieron el objetivo.
Los nervios, la incertidumbre y las ganas de hacerlo bien marcaron los primeros minutos del show. Y como suele ocurrir en estos casos, una vez pasados los primeros segundos, los monologuistas demostraron todo su arte.
Nada más reconfortante que el aplauso del público. Gestos cómplices y de satisfacción tras el espectáculo. Su mentor, Sergio Arróspide, no podía estar más alegre con el resultado. Los meses de duro trabajo daban sus frutos.
Entre los asistentes a esta divertida sesión pudimos ver a Mayte Etulian, directora de la Unidad de Rehabilitación de Trastorno Mental Severo, a la dinamizadora social Estibaliz Iruretagoyena, y al director gerente de Cruz Roja Antxon Amunarriz que, ilusionados, compartieron orgullosos la tarde y disfrutaron del humor sin etiquetas, sin estigmas, derribando barreras, orgullos por el trabajo bien hecho y corroborando que el esfuerzo siempre merece la pena.
A juzgar por cómo estaba el salón de plenos del consistorio donostiarra -no cabía ni un alfiler y muchos de los asistentes tuvieron que seguir el espectáculo de pie-, y teniendo en cuenta que no será la última edición, no estaría de más que actos como éste, que buscan visibilizar y superar la estigmatización, pueden verse en espacios más propicios como un teatro.
Público y artistas lo agradecerían. A quien corresponda.
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