Sube un 90% el vandalismo con las bicis eléctricas durante las vacaciones de Navidad
El Ayuntamiento ultima una campaña de sensibilización para frenar el mal uso de un servicio público que, pese a los daños, subió en 2018 en usos, según explica Arana (PNV)
Es casi un milagro que un servicio tan maltratado como el del préstamo de bicicletas eléctricas sufra cada vez más vandalismo y a la ... vez suba en abonados y en utilización. Las últimas vacaciones de Navidad el servicio Dbizi ha registrado un incremento de un 90% en las incidencias con respecto a la misma temporada del año pasado. El Ayuntamiento se dispone a poner en marcha en las próximas semanas una campaña de sensibilización para poner coto a este fenómeno.
Solo entre enero y septiembre del año pasado se abandonaron 1.000 bicicletas eléctricas fuera de las estaciones. Los periodos vacacionales son temidos por los responsables de este servicio porque estas acciones son obra de menores de edad que las fuerzan y las malutilizan, en algunos casos provocando serios daños en los vehículos, y luego las abandonan en cualquier lugar. Casi la mitad de las incidencias por vandalismo se producen durante los meses de verano. Y cuando llegan las vacaciones escolares los responsables de mantenimiento se echan a temblar.
Las pasadas navidades no fueron una excepción y el repunte de incidencias ha sido espectacular. Se han registrado 276 incidencias, frente a las 145 del año anterior. Todos los casos de bicicletas que se abandonan en cualquier lugar cuentan con daños en cámaras, cubiertas, ruedas, sillines y carenados. Un vehículo aún no ha sido encontrado.
La concejala de Movilidad, Pilar Arana (PNV), explicó que el Ayuntamiento pondrá en marcha en las próximas semanas una campaña de concienciación y sensibilización para que la ciudadanía perciba el daño que estas acciones provocan a este servicio público. No hace falta explicar que este fenómeno complica sobremanera el mantenimiento en las debidas condiciones de un servicio que es deficitario de por sí. Lo paradójico es que, pese a las dificultades, Dbizi logró el año pasado mejorar los registros.
Cerca de 3.000 abonados
Las bicicletas eléctricas tuvieron 270.980 usos, lo que supone un incremento de un 2,45% sobre el año anterior. Alguien pensaría que los abonados caerían ante la dificultad de llevar a cabo un mantenimiento adecuado de los vehículos. Pues subieron un 7,33% hasta las 2.826 personas.
El incremento en la utilización de las bicicletas respecto al año anterior se produjo en todos los meses, salvo febrero y agosto. El uso medio diario de cada bicicleta en servicio fue de 7,4 veces, cuando en 2017 había sido de 6,6 veces y en 2016 fue de 5,4. Este incremento se produce porque aumentan los usos pero no el número de bicicletas y por tanto aumenta las veces que cada bici se engancha y desengancha de las estaciones.
El dato, sin embargo, de los usos ocasionales es inferior al registrado en el año 2017. Esta cifra recoge las utilizaciones de las bicicletas eléctricas por quienes no son abonados del sistema, principalmente turistas. Durante el año pasado se realizaron 5.333 usos de este tipo, un 20,37% menos que el año anterior. Estos viajes no llegan al 2% del total de usos de Dbizi. Los usos ocasionales descendieron todos los menos, salvo en enero, noviembre y diciembre.
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