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«La Sociedad arrastra a la sociedad; tal como es una resulta ser la otra»
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«La Sociedad arrastra a la sociedad; tal como es una resulta ser la otra»Zabala, Postigo y Quilez de segundos apellidos, Igor, Ramón y José Luis son tres de los 30 orgullosos socios de Au Da Gure Txokoa, fundada ... hace cien años por egregios industriales, comerciantes y hasta sacerdotes (Stinus, Sarasti, Berridi –de panaderías Rich–, Ventura Elizondo –Deportes Elizondo–...). El mundo de uno de ellos es el de la compra de buena carne para una gran superficie. Otro fue delineante y anduvo mucho por el monte. El tercero tiene hándicap 17 en golf y se dedica a la caza fotográfica. Uno de ellos ha corrido 19 Behobias.
–Pequeña pero internacional...
– Es verdad. Ya el siglo pasado teníamos un socio belga, Rafael Capiaux, belga pero ya fronterizo con Holanda, que pasaba el verano en Donostia y acudía a diario a la sociedad. Hoy entre las nuevas y futuras socias tenemos a una chica italiana y a Céline, francesa y biznieta de Stinus, el carrocero.
–Pequeña, internacional y continuamente rejuvenecida...
– Encontrarás miembros de 22 años y de 19. Hubo un tiempo en que los socios más veteranos no dejaban entrar a sus hijos. Ni a la sociedad ni a la cocina. 'Ya entrarás cuando yo me muera y heredes la membresía', decían pero nos colábabamos, claro. Au Da Gure Txokoa tiene un piso inferior al que bajábamos más o menos clandestinamente, preparábamos nuestros platos en una cocina pequeña y pasábamos el tiempo. Con los años, el contacto entre generaciones fue más abierto. Y muy enriquecedor. Ramón cocina muy bien (kokotxas, por ejemplo) pero aparte del sacerdote Jose Antonio Osteritz, un cocinero magnífico, muchos seguimos recurriendo a las recetas de Emilio Velilla cuando queremos rematar bien un plato.
– Las recopilasteis, ¿no? No sé si a mano primero, a máquina después y luego digitalizadas pero sí sé que os las pasáis los unos a los otros.
– Yo (Igor) recuerdo que un día comí su rape a la americana. Estaba tan bien hecho que rechupeteé espinas y huesos y rebañé el plato. Me vio hacerlo y, complacido, se ofreció a enseñarme. Nunca lo he hecho como él pero aprendí mucho. Era bonito, es bonito, sentir cómo los socios veteranos transmitían y transmiten su sabiduría a los más jóvenes.
– Que en las sociedades se cocina y se come bien es cosa sabida. Lo que llama la atención de la vuestra es que, al contrario de otras, afirmáis, rebeldes y orgullosos, que en Gran Vía 28 habláis de ¡política! ¿No es anatema?
– Y también de religión. Y eso que en tiempos hubo hasta tres sacerdotes socios. ¿Anatema? Para nada. Hay que hablar de política y de religión. Lo que no se debe ni se puede es cabrearse haciéndolo. Piensa que hablamos de remo, de pelota, de fútbol; no nos dirás ¿verdad? que no son temas 'conflictivos'. No falta en la sociedad quien piensa que de lo que no se debería hablar es de fúbol.
– Entendido. El titular os ha quedado algo críptico pero bastante interesante, ¿lo comentamos?
– Este 2025 cumplimos 100 años. La Sociedad (con mayúsculas) ha cambiado mucho desde entonces. Y ha arrastrado a la sociedad (la nuestra, en minúsculas) hacia esos cambios. En todos los sentidos. Cierto, no pagamos lo consumido vía ordenador o datáfono como hacen en otras pero da tiempo. Y no solo porque la mayoría de quienes desean entrar sean mujeres. Ni porque hayamos conseguido que la gente joven (que podría tener su local autogestionado o tomarse unos bocatas en Lo Viejo) haya elegido Gran Vía 28 como el lugar para pasar una noche tranquila jugando a las cartas o donde cenar antes de salir de marcha. Somos del XXI porque decidimos que la llave de la sociedad sería un tesoro familiar. Puede usarla cualquiera de los miembros de la pareja. Nadie tendrá que esperar a que al otro o a la otra le apetezca para poder venir. Ah, hemos creado la figura del 'socio a prueba'....
– Tiene su lógica pero da un poco de vértigo, ¿no? Porque supongo que no solo es el candidato(a) quien prueba sino Au Da Gure Txokoa también le o la analiza.
– Pudiera pasar que no seamos lo que tú te esperabas. O que tú no seas o no te comportes como nosotros pensábamos. Pero bueno, tranquilidad. Volvemos al titular, basta que actúes en esta sociedad (minúsculas) como, si eres una persona cabal, lo haces en la Sociedad (mayúsculas) para que por nuestra parte no haya veto.
– Una sociedad implica...
– Camaradería. Cercanía. Normalmente uno es miembro de una sociedad que está cerca de donde vive. Hay casos que no, pero lo habitual es eso, que la sociedad sea la prolongación de tu casa. Se nos ha olvidado poner 'compañía'. Nadie va a su sociedad solo.
– ¿Seguros de eso último?
– De acuerdo, puedes venir sola pero porque sabes que habrá gente con la que charlar y brindar.
– Vuestra ubicación, estratégica...
– Junto al bar Txindoki para el último trago antes de bajar y frente a Eroski para dar un salto si se nos olvida algo. Nada lejos de las verduras de Mari Carmen, la panchineta de Opilla y la carne de Estensoro. Estamos escondidos, sí, pero somos barrio y del barrio.
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