Sirimiri: bancos podridos en la avenida de Tolosa

Advierte un lector: «La carretera que discurre por detrás del Hipódromo, entre los campos de entrenamiento de la Real Sociedad y el parking del propio Hipódromo, siempre ha estado descuidada, estrecha y sin protecciones en los laterales. Esa falta de mantenimiento se nota cada vez más con el paso de los años y ahora mismo es una carretera llena de parches y agujeros, sin ningún peralte y sin protección. Está muy mal iluminada de noche, con el peligro que conlleva para los peatones. Y desde hace más de un año hay un poste de luz y su cable caídos y al alcance de cualquiera... Y encima a la altura de la ikastola Landaberri, donde hay niños. Es terreno de Donostia, pero está lejos... y se nota».

Escribe Maritxu: «Puede ser verdad que bajan las denuncias por violencia machista en Euskadi como se ha publicado, pero es importante saber qué realidad se esconde detrás de ese hecho. Hay que tener en cuenta que la víctima de violencia machista –y de cualquier delito– está traumatizada y tiene miedo a su agresor. Al mismo tiempo, los juzgados no funcionan y se ha perdido el buen hacer que tenían hace años en cuanto que hacían bien su trabajo, con empatía por la víctima y sin juzgar al agresor, que para eso ya están en fiscal, el juez y los defensores de las partes. Ahora se echa de menos la profesionalidad tanto de las fuerzas policiales como de los juzgados. Las diversas policías tienen obligación de dar seguridad al ciudadano, patrullar las calles, detener al presunto delincuente, auxiliar a la víctima y poner a disposición judicial al presunto delincuente, todo esto con rapidez y profesionalidad».

Protesta J. Elizondo: «Las numerosas cartas publicadas en este diario sobre el problema que se iba a generar por las modificaciones realizadas en la rotonda Aita Donostia, conocida por la rotonda de Anoeta, se hicieron patentes el martes. El tráfico estuvo colapsado desde las 8 hasta las 10 horas. La rotonda no puede absorber todo el flujo de vehículos que a esas horas circulan por Amara. El Ayuntamiento anunciaba que se iba a aliviar la movilidad circulatoria por el barrio y ocurre todo lo contrario. Largas colas de coches y autobuses en la avenida de Madrid y la gente cabreada y con razón. Se avisó de que esto iba a ocurrir y así ha sido. Que algún responsable del Ayuntamiento dé la cara».

Solicita Puri: «¿Podría el Ayuntamiento mandar por favor de vez en cuando agentes de Movilidad a la parada de autobús que está en la calle Prim? Es que los vehículos no dejan espacio a los autobuses para que paren en su sitio bien. Y así también podrían vigilar un poco a los coches que se paran cerca de la acera».

La familia Linacisoro-Altuna nos envía estas líneas: «Queremos agradecer al equipo del ambulatorio de Amara, en especial a Ana, Nerea y Montse, así como al equipo de hospitalización domiciliaria de Osakidetza por la atención y el cariño recibidos. Os animamos a que sigáis trabajando de esta manera. Muchas gracias por todo».