«Vendemos helados a las 3 de la mañana»
En Semana Grande las heladerías como en la que trabaja Nacho Martínez disparan sus ventas, sobre todo antes de los fuegos
Diego Fernández Tortosa
Miércoles, 14 de agosto 2024, 02:00
Si trabajar en una heladería en verano es signo de actividad frenética, hacerlo en la Semana Grande Donostia es un «no parar»: «Trabajar en estas ... fiestas es de locos». Nacho Martínez sabe bien lo que esto significa, al llevar trabajando en la heladería Boulevard desde 2011. «Es una locura, no tiene nada que ver con trabajar cualquier otro día de temporada alta», recalca, añadiendo que en un día bueno de estas fechas las ventas llegan a ser casi «el doble» que en cualquier otro día de verano.
Para ellos la Semana Grande no es solo una fiesta ni la venta de helados un servicio: «Con los helados no vendemos un simple producto, vendemos felicidad y queremos que el cliente lo note cuando venga», confiesa. Son conscientes de que estos días conforman la «gran semana» del año, en torno a la que gira el resto de la temporada. De entre los días más activos destacan, sobre todo, los dos sábados y la noche que precede al Día de la Virgen.
La actividad vertiginosa no solo se muestra en el ritmo con el que trabajan, sino que también lo hace en los horarios que tienen: «Abrimos a las 12.00 de la mañana y cerramos a las 3.00 y seguimos vendiendo hasta esa hora».
La franja horaria de mayor afluencia se da en los momentos previos y posteriores a los espectáculos de pirotecnia. «En Donostia la gente tiene la tradición de comerse el helado en la playa viendo los fuegos y eso se nota en la carga de trabajo que tenemos». A pesar de ello, Martínez explica que el estrés de los fuegos también tiene sus cosas buenas: «Es el turno más duro, pero también es el momento más bonito. Aunque lo vives agobiado y con muchísima adrenalina, se te hace más ameno porque lo compartes con los demás compañeros».
Las claves
-
Trabajar en Semana Grande: «Trabajar en Semana Grande es una locura, hay mucho más trabajo que en un día normal de verano»
-
Vender en cantidad: «A veces te vienen 70 chavales todos juntos del tirón, pero te da una adrenalina increíble»
-
Lo peor de la fiesta: «Yo voy para los treinta y pico y lo peor que tiene esto es que no puedes vivir la fiesta a tope»
El heladero destaca que los trabajadores no suelen tener tiempo para disfrutar de la fiesta desde fuera. Pero es precisamente durante los fuegos donde más oportunidades tienen para poder tomarse un descanso. «En los fuegos todo el mundo está en la playa y el trabajo disminuye. Por eso aprovechamos ese cuarto de hora para poner la tienda a tope», dice.
No obstante, a pesar de todo el trabajo que tienen en la heladería durante los días que dura la fiesta, Nacho Martínez considera que para él esta semana es «muy especial» por diferentes motivos. El primero de ellos está relacionado con el vínculo que se genera entre los trabajadores, el cual les hace sentir como parte de una «gran familia». La segunda razón que justifica el volumen de trabajo que soportan es la gratificación que sienten cuando todo sale bien. «Vendemos una experiencia integral y estamos trabajando durante todo el año en previsión de estas fechas, y cuando ves que las cosas funcionan, te da una satisfacción increíble».
Pero como en cualquier trabajo, Nacho también le encuentra cosas malas a ser heladero en estas fechas. «Al final yo voy para los treinta y largos y lo peor que tiene trabajar durante todo el día es el no poder vivirla fiesta a tope», explica.
70 personas de golpe
Lo que más impacta a este heladero es que suelen vender más a grupos que a individuos. «A veces te vienen de repente 70 chavales todos juntos del tirón y nos quedamos un poco sorprendidos», especifica.
No obstante, admite que el trabajo no les sobrepasa. «Lo tenemos previsto. Durante estas fiestas estamos la plantilla al completo, unas 40 personas», concluye el heladero.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión