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Marlon enamora con su sensibilidad y romanticismo
Los asturianos se ganaron la complicidad de Sagüés con un espectáculo que navegó entre la fiesta y la emoción
Pablo de León
Sábado, 16 de agosto 2025, 07:15
El ambiente de Sagüés, cargado de expectación y ganas de fiesta, hizo de la plaza un punto de congregación de un público compuesto por familias, ... grupos de amigos, turistas y seguidores de Marlon. La audiencia poco a poco se fue agolpando frente al escenario, respondiendo a la llamada del conjunto asturiano, ocupando cada hueco disponible y dejando claro que esta actuación era uno de los platos fuertes de las fiestas.
El inicio no dio margen para dudas: la banda apareció con energía desbordante y una actitud decidida a convertir la noche en una celebración. «Con uñas y dientes» abrió el repertorio y marcó el tono de lo que vendría después: potencia, melodías contagiosas y una entrega escénica que no decayó en ningún momento. La base rítmica, compacta y precisa, se sumó a unas guitarras afiladas y brillantes, creando un muro sonoro que, a pesar del formato al aire libre, se mantuvo claro y equilibrado.
El público respondió con entusiasmo, coreando cada estribillo y acompañando con palmas las partes más festivas. Canciones como «24/7» y «Mi Macarena» elevaron la temperatura colectiva, convirtiendo el paseo en una pista de baile improvisada. La banda se movía con soltura, gestionando los cambios de intensidad con inteligencia, alternando temas directos con otros de corte más emocional para mantener el interés sin romper el hilo narrativo del concierto.
Uno de los momentos más memorables llegó con «Marzo en Febrero», que provocó un ambiente íntimo pese a la magnitud del evento. El público, iluminado por miles de linternas de móvil, se dejó llevar por una interpretación cuidada y emotiva, mostrando que Marlon no solo sabe generar fiesta, sino también conmover.
En el tramo central, el grupo sorprendió con una versión de «Voy a pasármelo bien» de los Hombres G, que despertó saltos y movimientos espontáneos en distintos puntos del recinto. A continuación, «Perreo» aportó un giro rítmico hacia lo urbano, integrando con naturalidad influencias ajenas al pop-rock más clásico. Esa capacidad para transitar entre estilos, sin perder cohesión ni personalidad, es una de las claves que explican la conexión tan fuerte con su público.
El cierre se construyó de forma calculada: primero, un bis con «96» y «Pirata», que mantuvo la intensidad y la comunión con sus seguidores; después, un último golpe de emoción con «Olvidé olvidarte», que clausuró el concierto con una atmósfera de complicidad compartida entre banda y asistentes. Fue un final pensado para dejar huella, equilibrando la euforia colectiva con un broche cargado de sentimiento.
La actuación de Marlon en Sagüés fue un encuentro entre una banda en plena madurez y una ciudad dispuesta a dejarse llevar. El repertorio, bien estructurado y sin rellenos, demostró que el grupo domina tanto el pulso de la fiesta como la delicadeza de la emoción. El sonido, impecable para un evento al aire libre, y la entrega sin reservas terminaron por convertir el concierto en uno de los hitos musicales de estas fiestas.
Entrados ya en el tramo final de la Semana Grande, la música no se detiene. Leire Martínez, desde el mismo escenario, será la encargada de poner el broche de oro. Una velada repleta de expectación en la que la cantante de Errenteria actuará en solitario y que promete emociones y además de una gran aglomeración de espectadores en la plaza de Sagües.
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