Intensa no, lo anterior
Domingo, 20 de agosto 2023, 07:06
Me encantó la propuesta de Estíbaliz Gabilondo en estas páginas: ver los fuegos artificiales desde la plaza Gipuzkoa, aunque los árboles y edificios tapen la ... visión. «No pasa nada, tampoco se puede tener todo en la vida».
Animado por el sabio espíritu de Estíbaliz, decidí pasar el tramo final de Semana Grande relajado, dejándome llevar a medio gas, sin el menor afán completista. A fin de cuentas, una de las ventajas de que los donostiarras no vibremos con la Aste Nagusia como con la tamborrada es que tampoco nos sentimos obligados a vivirla con intensidad. Ningún gen local te hace sentir culpable por echar un vistazo y pasar.
Así, fuimos a la salida de los gigantes y cabezudos, y sólo vimos a los segundos, que a los gigantes no llegamos. ¿Sabían que los cabezudos salen de la escuela Orixe tranquilitos, sin dar ningún golpe e interpretando una danza particular, hasta que se unen con los gigantes en la plazuela de don Álvaro del Valle Lersundi? Vivimos aquel momento íntimo y previo, y ya veremos a los gigantes otra vez, sin prisa.
Decidimos tomar un helado, pero tras un rato en la cola nos dio pereza y nos fuimos sin llegar al mostrador. Eso sí, en la cola había buen ambiente y los helados tenían una pinta estupenda. Fuimos a los fuegos, un día en la plaza Gipuzkoa, donde hay que ser optimista a lo Gabilondo para ver algo, y otro en Urbieta junto al mercado de San Martín. Un canto a la parcialidad y al azar, aceptando ver aquellos cohetes que se enmarcasen entre los edificios.
Íbamos al concierto de Sagüés, pero nos cansamos, paramos a la altura de las ruinas del Zurriola Marítimo y nos quedamos sentados por allí, oteando las luces del escenario y adivinando las canciones en la lejanía (esto es falso, pero pudo pasar y lo haré el año que viene). En fin, que entre las múltiples formas de pasar la Semana Grande, el medio gas tampoco estuvo mal. Agur asteari!
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