Conciertos en Sagüés

Multitud, divino tesoro

Es precisamente el trabajo que ayer presentaron en el inicio de las fiestas donostiarras. El grisáceo escenario comenzó a impregnarse de vivas tonalidades que culminaron con la paulatina aparición de catorce componentes que llenaron la totalidad del escenario de Tomás Alba. Multitud, divino tesoro. Y aunque «No hay cama pa tanta gente», que diría Celia Cruz, en Donostia sí hubo sitio para la diversa agrupación que deleitó al público con un repertorio imparable de fanfarrias, charangas y sonidos populares que, cómo no, hacen venirse arriba a todo aquel proactivo a los bailables.

Entre los asistentes que bramaban y aplaudían los había de todos los tipos, tanto jóvenes como veteranos, en grupo y en parejas, que danzaban y obedecían todos los requerimientos de los artistas, y también animadores por el show. Recibieron con entusiasmo las primeras notas de la introducción al sarao, que dio paso al bienaventurado 'Buen rollito o Welcome' en voz de Amparanoia.

El show continuó con diversidad de tonos, ritmos y aplausos, haciendo que el repertorio resulte de lo más ameno con temas como 'Hacer dinero', 'En la ciudad' (esta vez dedicado a la ciudad de Donostia), 'En la noche', 'Algo está pasando' o 'La balanza'. Y entre tema y tema, alternando hits clásicos de Amparanoia con otros del actual proyecto.

El público lo dio todo con 'Cumbia perfecta' porque los artistas les hacen presentes de los dinámicos ritmos del tema que, claro, requieren coreografía. Un sube y baja de brazos y piernas hace que la fiesta y el baile se conviertan en la esencia de la noche. El final lo dejan en manos de 'La fiesta', 'Fanfarria' y 'La ra ra ra' y, tras 70 minutos de espectáculo, el hit: 'Que te den'. El éxito que gana en presencia y dinamismo con el movimiento de Los Artistas del Gremio y la voz de Amparo Sánchez, más que una pionera en la fusión de músicas.

Llenos de color, aplausos y estupendísimo rollo, el equipo al completo se despide de una repleta y entusiasmada explanada que se va con muy buen sabor de boca, y con todos los músculos del cuerpo relajados después de haberlo dado todo al ritmo de los temas más callejeros. Poderes de la música y de estas noches sensacionales.