Olentzero y Papá Noel llegan este fin de semana a San Sebastián

Creíamos que la gran noria de Alderdi Eder sería la gran sorpresa de las Navidades donostiarras, pero quedaba algo por descubrir y que a buen seguro animará los tres fines de semana que restan para concluir el año. Al menos, para las familias con niños pequeños. La plaza de Oquendo y su entorno han recobrado importancia como espacio festivo en los últimos años, pero este año además son la ubicación de alguna de las atracciones navideñas más visitadas. Hay que recordar que en la plaza Santa Catalina se emplazan el popular tiovivo y la exposición de belenes, y en la plaza de Oquendo, al pie del monumento al almirante, se puede contemplar el segundo árbol luminoso de Navidad más grande de la ciudad.

Los ecos de lo hermosa que está la ciudad han traspasado fronteras y los populares personajes se han puesto en contacto con el Ayuntamiento de San Sebastián para organizar sendas recepciones con los niños antes de su llegada oficial. La sorpresa en el edificio de Ijentea fue mayúscula, pero se pusieron manos a la obra para cumplir sus deseos.

A la cabeza del equipo organizador se puso Ernesto Gasco, quien aceptó la responsabilidad de no defraudar. «Estamos encantados de que vengan a Donosti ya desde este próximo sábado». La Sociedad de Fomento mueve los hilos para colocar una carpa en la plaza, junto a los jardines que rodean la estatua de Oquendo, muy cerca del árbol luminoso. «Pensamos que el paseo de Francia, donde está el Mercado de Navidad, tenía suficiente actividad como para llevar allí a Olentzero, Papa Noel y a los pajes de los Reyes Magos. En Oquendo tenemos el abeto luminoso, los belenes y el tiovivo y, lo que es más importante, es una zona amplia donde hay espacio suficiente para que todo el mundo esté cómodo, sin apreturas de ningún tipo».

En la elección del lugar ha jugado a su favor que este ámbito cercano al puente de Santa Catalina tiene un protagonismo importante en la ruta navideña dispuesta este año por el Ayuntamiento de San Sebastián. Pero también ha influido el deseo municipal de «recuperar la ilusión por la Navidad», según explica Ernesto Gasco. «Hoy, que todo se hace con móviles y pantallas, hemos apostado por recuperar ese espíritu y ese contacto humano, directo y personal, con Olentzero, con Papa Noel y con los enviados de los Reyes Magos».

Sus Majestades de Oriente tenían ganas de venir antes del día 5 de enero, pero sus consejeros frenaron su ímpetu por el enorme trabajo que tienen en el desierto y la gran distancia que les separa de San Sebastián. Serán, por tanto, los pajes quienes hagan el trabajo y los encargados de informar a los Reyes Magos de todo lo que vean en la ciudad.

Por lo tanto, este fin de semana (días 15 y 16) y el siguiente (días 22 y 23) acudirán a la carpa de la plaza Oquendo Olentzero y Papa Noel para recibir las peticiones de los pequeños, y el último fin de semana del año (días 29 y 30) serán los pajes de Melchor, Gaspar y Baltasar los encargados de recibir las cartas de los niños, de 12 a 14 horas y de 17 a 19.30 horas.