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na de las cientos de salpas que aparecieron ayer en Ondarreta. Aquarium San Sebastián

Las salpas son los nuevos inquilinos de Ondarreta

La aparición masiva de salpas en la playa donostiarra puede obedecer a la presencia de fitoplancton y no representa ningún peligro para los bañistas

Ainhoa Múgica

San Sebastián

Miércoles, 27 de enero 2021, 06:43

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Confundidos con cristales y medusas, las salpas revolucionaron ayer la playa de Ondarreta. Roma y Ody fueron los dos canes donostiarras que descubrieron esta especie marina. Es la primera vez que se tiene constancia de este ser vivo en la costa de Gipuzkoa. El sorprendente hallazgo de centenares de extraños invertebrados en la orilla del arenal donostiarra dejó atónitos e inquietos a los paseantes. «Al principio pensaba que los perros se estaban comiendo un cristal pero cuando se lo retiré de la boca era algo transparente, tenía un tacto gelatinoso y parecía una pequeña medusa», explica Nerea Saldias, dueña de uno de los perros. Asustada por si podría tratarse de una especie venenosa o peligrosa escribió al departamento de biología marina del Aquarium de San Sebastián contando este hallazgo y facilitando varias fotografías. Ante la sorpresa, los biólogos del oceanográfico se desplazaron hasta Ondarreta y certificaron que se trataba de salpas.

A pesar de su aspecto gelatinoso y transparente no se trata de especia de la familia de las medusas. «Estos seres vivos pertenecen a un grupo animal llamado 'Tunicados'. Son invertebrados, hermafroditas, se reproducen asexualmente y no se les considerada peces», señala la bióloga Amalia Martínez Murgía.

Los expertos del Aquarium de San Sebastián aseguran que las salpas se alimentan de fitoplancton, y cuando hay abundancia se reproducen rápidamente. Su presencia en la orilla de la playa de Ondarreta puede deberse a que haya «una gran cantidad de fitoplancton» que les haya llevado a salir «de las grandes corrientes» siendo arrastradas por las olas hasta la costa guipuzcoana.

El hábitat natural de esta especie son tanto los mares ecuatoriales como los fríos y acostumbran a vivir solos aunque también se les puede ver formando grandes colonias en mar abierto. Este invertebrado no es peligroso, todo lo contrario, se encarga de mantener limpio el mar gracias a absorber gran cantidad de CO2.

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