«Poder tener un modelo humano frente a ti es un lujo; tenerlo desnudo es aún mayor»
Pedro Gaztañaga, el profe de dibujo artístico del Usandizaga expone sus 'Adán & Eva' en Ordizia
BEGOÑA DEL TESO
Viernes, 2 de febrero 2018, 06:12
Al profe de dibujo artístico, cultura audiovisual y técnicas gráfico plásticas del Bachiller Artístico que se imparte en el legendario instituto donostiarra Usandizaga le gusta ... el rugby. El buen rugby. El del Ampo Ordizia. El del Hernani. El del Aviron Bayonnais del que es seguidor. Del Aviron. Nunca del B. O. de Biarritz. Estará pues atento al derbi de mañana en el estadio biarrota de Aguilera. El profe de dibujo artístico del Usandizaga expone una colección de retratos desnudos en la Casa de Cultura de Ordizia.
- Habrá que nombrar a todos esos modelos increíbles, ese puñado de Adanes y Evas que posaron para ti sobre campos dorados, entre rinocerontes, jirafas y tucanes o nadando por aguas misteriosas.
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... Lo mejor de Aviron Magníficos lucen los modelos de esos Adán y Eva. Ellas y ellos son, nada más, nada menos, que Helena Barquilla, top model en las postrimerías del siglo XX y hoy dedicada al empoderamiento de las mujeres a través de la conciencia de su cuerpo; María José Besora, que fue Miss España y posó embarazada de su hija Laila. Además, espléndidos jugadores de rugby. Del Aviron Bayonnais: Thibault, Jean Jo...
- Claro. Son Thaina, Ioritz, Richard, Helena, Alice, Imanol, Thibault, María José, Jordi, Carmen, Jean Jo, Amber, Jox, Marta, Aiora, Andoni, Remi. No pude pagarles. Pude, sí, regalarles alguno de los bocetos que fui haciendo mientras pensaba los retratos y los pintaba. Gracias. Desde el momento que sintieron que podían confiar en mí y en mi obra no pusieron ninguna pega. Aceptaron que yo quería desnudos explícitos. Explícitos, nunca provocativos ni agresivos.
- Define 'explícito'.
- No me valían esa clase de desnudos en que el pecho o los genitales están tapados con las manos, un casco de bombero o un balón de rugby. Quería desnudos de verdad. Porque iba a hacer retratos. Me gusta el retrato. Me gusta el ser humano. Conectar con él. Me gusta su cuerpo. Me interesa la desnudez. Como artista y como hombre. Buscaba retratos realistas. Retratos desnudos realistas. Nadie opuso resistencia.
- Ioritz posa desnudo con un paraguas. Thaina, en el mar con una tabla de surf. Jordi, junto a un caballo de patas azules... Esos fondos no son 'realistas' que digamos.
- Y no lo son a propósito. Busqué contextos y paisajes irreales. Campos dorados, cielos plateados trabajados con lápices acuarelables. Usé el acrílico, recurrí a las fotos de animales exóticos que había sacado en mis visitas a Cabárceno o Senda Viva. Y sobre todo, ¿qué quieres? Deseaba que cada cuadro pudiese contar, sugerir o provocar una historia.
- ¿Una historia?
- Ajá. Mis hijos me preguntaban: 'si son Adán y Eva, ¿por qué él lleva paraguas y ella una tabla de surf? ¿Y por qué Mari Jose está embarazada? ¿Y porque a Alice e Imanol los pintas en el agua?' Yo les contestaba que si no les parecía lógico que Eva, la primera madre, esperase un hijo y les pinchaba para que imaginasen por qué Richard estaba cortando uvas. Que me creasen ellos el relato... antes de que me echasen de casa.
- ¿Y por qué te podrían haberte echado del hogar familiar?
- Porque hubo momentos en que entre mi estudio, mi cuarto y el salón habría unos 20 cuadros. Todos empezados, todos sin terminar.
- ¿Por?
- Como a tantos artistas me cuesta mucho acabar un cuadro, saber cuándo ya no puedes/debes hacer nada más. Trabajaba según mi ánimo. Acaso un día prefería dedicarme a los nenúfares de Alice y otro, jugar con las texturas de las pieles y descubrir, como hice, que mientras los fondos aceptaban acuarela, óleo o acrílico, la piel humana de mis Adanes y Evas exigía el pastel, la barra de pastel.
- Según el titular, ¡qué lujazo habrá sido tener tantos modelos humanos, vivos, reales delante tuyo!
- Ya me parecía fantástico cuando a la Facultad de Bellas Artes de Leioa, donde me licencié, venía una modelo o un modelo a posar para nosotros. Era un regalo dibujar un cuerpo que palpitaba ante nosotros. Imagínate el placer de contar con gente tan maravillosa para esta serie. Pero no posaron delante de mis telas, mis cartones. Los fotografié. Los fotografié decenas de veces y luego usé esas fotos para mis cuadros.
- ¿Y por qué no del natural?
- Soñaba con unos cuadros llenos de detalles. Y para los detalles se necesita tiempo. Realmente, sí habían posado para mí. Ante mi cámara.
- ¿Es cierto que en la misma universidad os inculcaron cierta vergüenza de decir 'soy pintor'?
- Creo que sí. Como si fuera preferible decir 'Soy licenciado en Bellas Artes'. Pues no: si pinto, soy pintor.
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