Pesca una lubina de 6 kilos en Ondarreta

Hasta que el próximo miércoles se celebre la nueva reunión del consejo asesor del Plan de Protección de Euskadi (LABI) no se sabrá de manera concreta cómo serán las fiestas de Navidad. ¿Se podrá cambiar de comunidad para reunirse con la familia? ¿Se abrirán los encuentros festivos de seis a diez personas? Son muchas las incertidumbres de cara a las celebraciones típicas de estas fechas, pero Victoriano Santos hay algo que tiene ya meridianamente claro: en su casa en Nochebuena se cenará lubina. En concreto, un magnífico ejemplar de nada menos que seis kilos que ha pescado este viernes a las once de la mañana en Donostia. «Estaba en el Paseo Eduardo Chillida, a la altura del restaurante Branka, cuando ha picado. Enseguida me he dado cuenta de que era grande y de que, por el peso, no tenía como subirla por el muro. Poquito a poco la he ido llevando a la playa», narra. Desde la arena un buen samaritano le ha echado un cable. «Un señor me ha sostenido la caña y la traída de olas me ha ayudado a dejarla en seco. Hoy había muchísima mar», explica.

No es la primera vez que Santos se cobra una buena pieza en la zona. «De vez en cuando salen. Hace un mes cogí una de cuatro kilos», asegura, aunque le quita mérito: «Desde Sagüés hasta el Peine del Viento el litoral está lleno de pescado y yo llevo pescando desde crío, es normal...». Recuerda que «antes iba a las rocas y a otros sitios más específicos» pero que, a raíz de la minusvalía que posee, ahora solo acude a lugares «muy accesibles».

La lubina de este viernes la ha cogido con sardina, sedal trenzado -«es más fino»- y puntera de 50. Algunos amigos y curiosos le han sacado fotos con la pieza. «Es que ahora hay muchísima gente pescando», asegura. «Con la pandemia muchos se han quedado en paro, o están en ERTE, y vienen a pescar. Se ha puesto de moda, como correr o practicar otros tipos de deporte. El otro día había 26 cañas pescando a fondo desde la playa. Eso no se ha visto en la vida. En las pescaderías están alucinados», enfatiza. Eso sí, «todos guardando las distancias y con la mascarilla puesta».