Pasaia pide licencia a Donostia para incluir un hostel en la rehabilitación de Luzuriaga
El proyecto impulsado por EH Bildu contempla, además de un centro cívico, un albergue de 48 plazas en el viejo pabellón industrial de la calle Eskalantegi
El Ayuntamiento de Pasaia, gobernado por EH Bildu, ha presentado ante el Departamento de Urbanismo de San Sebastián solicitud de licencia para la rehabilitación del ... antiguo edificio de oficinas de Luzuriaga, considerado una joya del patrimonio industrial vasco.
En el proyecto se incluye, además de un centro cívico, un hostel de 48 plazas, lo que supone un cambio sustancial respecto a la idea inicial en la que trabajaba la anterior alcaldesa pasaitarra, la socialista Izaskun Gómez. A los usos culturales y deportivos, la coalición abertzale pretende ahora sumar un alojamiento turístico bajo el argumento de generar ingresos para hacer frente a los elevados costes de mantenimiento del inmueble.
En la solicitud de licencia se detalla que el futuro equipamiento público de Luzuriaga contará con zona de exposiciones, biblioteca con aulas de trabajo, salas polivalentes, espacio escénico divisible con camerinos y aseos asociados y un gimnasio con vestuarios. Además, y esta es la gran novedad, al programa de usos se incorpora un albergue juvenil con cafetería-bar con cocina y locales de servicio asociados, terraza y jardín-huerto urbano en la cubierta.
Noticia relacionada
Una joya racionalista obra de Ricardo Olaran con 77 años de historia
El albergue ocuparía el extremo norte del edificio, acomodado en las tres plantas existentes. En la planta baja se sitúa el acceso y se ubican la recepción, las consignas y una amplia zona de estar. También se dota de una pequeña cocina-comedor y un local de lavandería para los usuarios del albergue. En las plantas superiores se distribuyen cuatro habitaciones por nivel, cada una con baño incorporado. Son cuartos con literas para al menos seis camas cada una.
La superficie total del hostel sería de 920 metros cuadrados, incluyendo la terraza de 350 metros cuadrados. La planta baja supera los 205 metros cuadrados y las otras dos plantas rondarían los 182 metros cuadrados.
Los vecinos de Pasaia pudieron conocer el proyecto a finales del pasado año, cuando el actual alcalde, Teo Alberro, presentó su apuesta por «recuperar espacios que siempre han formado parte del ecosistema de los antxotarras». Entre las actuaciones que se contemplan destaca, por un lado, la eliminación del relleno realizado entre la carretera y la planta inferior, para que entre luz natural y se pueda apreciar el edificio en toda su dimensión. Y, por otro lado, la construcción de núcleos de escalera y ascensores en la fachada posterior, dejando el interior libre para aprovechar al máximo la superficie útil. También se proyecta una pasarela que comunicará la cubierta-terraza de Luzuriaga con el área natural de la parte trasera.
La entrada principal se situará en el cuerpo central del edificio, cuya fachada conservará su imagen original. Lo primero que se encontrarán quienes accedan al interior será una especie de plaza definida como el corazón del inmueble. Desde esta se llegará a la biblioteca, la zona deportiva, el albergue y el resto de espacios. «La idea es que todo sirva para todo», señalan los arquitectos del estudio donostiarra Vaumm, quienes ponen el acento en la flexibilidad y polivalencia de las instalaciones. En cuanto al albergue, los responsables municipales de Pasaia aseguran que tendrá precios «asequibles» y apuntan que será un recurso que contribuirá al mantenimiento de toda la construcción.
Comprado por 2,6 millones
Pese a ubicarse en el lado donostiarra de la calle Eskalantegi –de ahí que la tramitación de los permisos deba pasar por Ijentea–, el edificio de Luzuriaga siempre ha estado vinculado a Antxo y así seguirá siendo. El consistorio de la localidad cerró su adquisición en marzo del pasado año a cambio de 2,6 millones de euros. A la firma de las escrituras asistieron representantes de las tres instituciones que compartían la titularidad de la propiedad: la Diputación, el Gobierno de Navarra y el Instituto de Crédito Oficial.
La operación fue posible gracias a una subvención de seis millones de euros concedida por el Ministerio de Cultura, cantidad que también permitirá afrontar la rehabilitación.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión