El pleno de despedida de Goia en el Ayuntamiento de Donostia. Lobo Altuna

La oposición abre la precampaña con una cascada de duras críticas a la gestión municipal de Eneko Goia

EH Bildu y Elkarrekin Podemos censuran un modelo de ciudad «elitista» y el PP reprocha a Goia abrazar «las recetas de la izquierda»

Ander Balanzategi

San Sebastián

Viernes, 17 de octubre 2025, 07:46

El pleno con el que Eneko Goia puso ayer fin a diez años como alcalde de Donostia sirvió, entre otras cosas, para dar el pistoletazo ... de salida a una precampaña electoral que tiene como meta mayo de 2027. Se ha cumplido ya el ecuador de la legislatura y el relevo al frente del Gobierno municipal de PNV y PSE vale también para foguear durante dos años, desde la primera línea de la Alcaldía, a quien será el próximo candidato de la formación peneuvista: Jon Insausti. La oposición –EH Bildu, PP y Elkarrekin Podemos–, consciente de esa estrategia, profirió ayer duras críticas a la gestión de Goia y al continuismo que creen que supondrá el mandato de Insausti. Ninguno de los tres grupos le regaló los oídos a Goia en su último día.

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El crecimiento en las encuestas de EH Bildu y que en 2023 se quedase a poco más de 800 votos del PNV en el ayuntamiento supone un exigente contexto para Insausti. La coalición abertzale fue muy crítica con Goia y le recriminó no haber escuchado el «enfado» de los donostiarras, incluso aseguró que el Gobierno municipal «riñe» a los ciudadanos que tienen una opinión contraría a las decisiones que toma la coalición PNV-PSE. «El club del 'no' no son los donostiarras, sois vosotros», le respondió Goia al portavoz de EH Bildu y también exalcalde, Juan Karlos Izagirre. Las críticas de la izquierda independentista se centraron en lo que, previsiblemente, serán los temas centrales de cara a las elecciones municipales. La falta de respuesta a la crisis de la vivienda o el coste económico del metro fueron algunos de los apuntes de Izagirre. Y reprochó a Goia que saque pecho de proyectos «que pusimos nosotros en marcha como la estación de autobuses o Tabakalera».

EH Bildu y Elkarrekin Podemos mostraron una visión compartida: que Donostia es una ciudad construida para una «élite» y que «se ha priorizado el beneficio de unos pocos». Las críticas de la coalición abertzale sobre el modelo de ciudad fueron repelidas por el que será el nuevo alcalde y defendió la gestión de Goia asegurando que «EH Bildu quiere ahora parecerse al PNV».

Por otra dirección completamente diferente fueron los reproches del PP, que quiere ser canalizador de los votantes descontentos del PNV y ampliar los tres concejales que tiene actualmente en el consistorio. «Ha conseguido lo que parecía imposible: hacerlo peor que EH Bildu», le recriminó el portavoz de los populares, Borja Corominas. Acusó a Goia de «abrazar las recetas de la izquierda» y quiso escenificar las debilidades del Gobierno local con la seguridad, uno de los temas capitales de los populares.

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Lealtad institucional

En esa lluvia de críticas las nubes las despejó la portavoz del PSE, Ane Oyarbide, que está misma semana ha sido confirmada como la próxima candidata socialistas a la Alcaldía. Oyarbide tiró de lealtad institucional y dio las gracias a Goia por poner en valor proyectos impulsados por su partido como la pasante del Topo, aunque criticó su gestión en Vivienda. Mostró complicidad durante el pleno con Insausti.

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