A una multa por hora en La Concha
26 conductores fueron sancionados con 90 euros el lunes, la primera jornada sin agentes de movilidad que avisaran de la prohibición de circular por el paseo donostiarra
Una multa por hora. Ese es el balance de la primera jornada, el lunes, en la que comenzó a sancionarse a los conductores que no respetaron la prohibición de circular por el paseo de La Concha de Donostia, cerrado por obras durante meses al tráfico general. El alcalde de la ciudad Eneko Goia detalló ayer que durante ese primer día sin agentes de movilidad en las entradas para informar, como en las últimas semanas, sobre el cierre de la vía y sobre las rutas alternativas para los vehículos, se interpusieron 26 sanciones.
Según informó Goia tras la Junta de Gobierno semanal, ocho de las multas se pusieron por la mañana y 18 por la tarde, y de los conductores sancionados, tres eran extranjeros. Además, especificó que la mayoría de los infractores, sancionados con 90 euros, se dirigían desde el Centro hacia el Antiguo.
Las quejas de algunos conducotores multados por una señalización a su juicio incorrecta o por la permisividad con algunos vehículos fue contestada ayer por el alcalde de la ciudad. Goia defendió que las señales, a uno y otro lado del paseo, que advierten del cierre al tráfico están bien colocadas y «con suficiente antelación» como para que los conductores rectifiquen su marcha y circulen por las rutas alternativas. Y aclaró que los agentes de movilidad ponen las multas una vez que los infractores han cruzado ya de lado a lado el paseo, «una vez realizado el movimiento, cuando ya se ha cometido la infracción»; y que lo hacen de forma «aleatoria», como en incumplimientos de cualquier otra señal de tráfico.
Paso de transporte público
«No va a ser un punto prioritario», indicó Goia, pero «sí se va a sancionar aleatoriamente como en otros lugares con señalización expresa y se incumple». El objeto de las multas, justificó, es «garantizar» que el transporte público no sufra afecciones por la presencia de vehículos no autorizados, al haber solo un carril de circulación con un semáforo que da paso alterno al tráfico en uno y otro sentido.
Los únicos vehículos que pueden atravesar la ciudad por esa vía son el transporte público (autobuses, taxis...), las motocicletas, los vehículos de emergencia (ambulancias, bomberos...) y los vehículos de la obra que se está realizando en el paseo y que tienen previsto terminar para el verano próximo.
El Ayuntamiento está acometiendo la renovación de la barandilla, el cambio de sentido de las calles Zubieta y San Martín -que a partir del próximo año serán de entrada al Centro por la primera y de salida por la segunda-, y la conexión del bidegorri habilitado ya desde el túnel del Antiguo con la calle San Martín, por donde continuará hasta enlazar con el tramo que ya se ha abierto a la altura del Buen Pastor hasta el Paseo Árbol de Gernika, junto al río.
Sobre esta última obra, el alcalde anunció ayer una modificación en el contrato, ya que faltaba por incluir los metros de bidegorri situados entre Villa Favorita, en el cruce con Miraconcha, y La Perla. Son 660.000 euros que se añaden al contrato inicial.
Las alternativas para los vehículos particulares son subir por la cuesta de Miraconcha si provienen del Centro. Y desde el Antiguo, se tienen que desviar antes de llegar al túnel al Paseo de Mikeletes en dirección hacia Pío Baroja. Para cruzar la ciudad desde barrios como Gros, Altza o Intxaurrondo hasta el Antiguo, o viceversa, se recomienda utilizar la variante.