
Víctima de robo en San Sebastián
«No me han matado por muy pocos centímetros»La víctima del intento de robo que terminó en agresión con arma blanca en Amara relata el suceso que estuvo «muy cerca» de terminar con su vida
Martin Ruiz Egaña y Jon Munarriz
San Sebastián
Miércoles, 18 de junio 2025, 00:11
Con el susto en el cuerpo, temblando y aún en estado de shock. Así se encontraba la víctima de una agresión con arma blanca en pleno barrio de Amara, en Donostia, unas horas después del suceso. Un intento de robo que estuvo «a pocos centímetros» de terminar con su vida. Una agresión que finalmente se saldó con una puñalada en el cuello, múltiples heridas, magulladuras y hasta mordiscos por parte de los dos atacantes.
Todo sucedió en el portal de su casa en la madrugada del lunes al martes. «Salí de trabajar y me quedé a tomar algo con un compañero. Al volver a casa nos separamos porque él vive en otro sitio. Me quedé solo, entré al portal y ahí fue cuando me abordaron». Los dos agresores aprovecharon que la víctima se encontraba en situación de inferioridad y se colaron en el portal antes de que la puerta se cerrara.
«Estaba esperando al ascensor y uno de ellos me atacó por la espalda. Me agarró y me tiró escaleras abajo». El agredido inició un forcejeo con los asaltantes para tratar de zafarse de ellos. «Caímos al suelo, me golpearon y hasta me mordieron. En mitad de ese forcejeo uno de ellos sacó un cuchillo y me apuñaló en el cuello». Los recuerdos de la víctima llegan hasta ahí. A partir de la agresión con arma blanca comenzó a «perder mucha sangre» y perdió el conocimiento. «Lo siguiente que recuerdo es que me desperté en el hospital».
Todavía se siente «bastante dolorido» por las heridas y los golpes. Los parches, los hematomas y las marcas de al menos tres mordiscos muestran la brutalidad de la agresión. Aunque lo más estremecedor es, sin ninguna duda, cómo relata la víctima el momento del apuñalamiento. «Casi no me di cuenta de que me había acuchillado. Perdí mucha sangre y me desmayé prácticamente al momento. Ahora me doy cuenta de que no me han matado por muy pocos centímetros. Y todo porque querían robarme la cartera».

Según cuenta la hermana del agredido, la policía y los servicios sanitarios llegaron «muy rápido» al lugar de los hechos. «Oí mucho ruido en el portal, de gritos y cristales rotos. Decidí bajar pero en ningún momento imaginé que podía ser mi hermano. Lo encontré desangrándose en el suelo. Por suerte, la policía y la ambulancia llegaron enseguida y se lo llevaron rápidamente al hospital».
Allí, la víctima recibió cuatro puntos de sutura internos y otros tantos externos en la zona entre la mandíbula y el cuello. «Sabemos que la policía detuvo a uno de los agresores a pocos metros del portal, no llegaron muy lejos y además han podido recuperar la cartera con toda la documentación. Nos han dicho en comisaría que la investigación sigue abierta, así que estarán buscando al segundo asaltante. Esperemos que se resuelva pronto», asegura la hermana de la víctima.
La víctima recibió cuatro puntos de sutura internos y externos entre el cuello y la mandíbula debido al apuñalamiento sufrido
Los restos del forcejeo todavía eran visibles en la tarde de ayer. El exterior del portal número 10 de la calle Balleneros estaba marcado con huellas de sangre y restos de cristales rotos. Nada que ver con cómo quedó tras el asalto. «El interior del portal estaba lleno de sangre, desde las escaleras hasta abajo, y la puerta estaba destrozada. Se rompieron todos los cristales, menos mal que está vivo», narra la hermana de la víctima. «Intenté defenderme a empujones, como pude, y terminamos chocando contra la puerta», explica el asaltado.
Vecinos y trabajadores de calles contiguas se mostraron consternados ayer por este suceso que «pudo haber acabado en tragedia». Algunos de ellos se asomaron a sus ventanas, alertados por el revuelo generado en mitad de la noche, y se encontraron con una escena insólita.
«Estaba lleno de sangre»
«Oí los ruidos y pensé que estaba pasando algo. Miré por la ventana y vi cómo detenían a uno de los atacantes. Estaba semidesnudo en el suelo y estaba gritando que él no llevaba nada encima. Los policías han estado hasta las 6.30 horas buscando el arma pero creo que no la han encontrado», aseguraba una vecina de la zona. «Tenemos mucho miedo en el barrio. Mi hijo es joven y suele llegar sobre esa hora de trabajar. La inseguridad es tremenda».

Aitziber Tapia trabaja en una tienda de decoración ubicada junto al portal donde se desarrolló la agresión. «He llegado sobre las diez de la mañana y el portal estaba acordonado, todavía se veía mucha sangre dentro. Los cristales de la puerta estaban rotos en cachos muy grandes. Era bastante peligroso pero lo han arreglado rápido. Él mismo ha bajado del hospital a confirmarnos que estaba bien», señalaba. «Yo sólo vengo de día y no me doy cuenta, pero parece ser que estos sucesos son más frecuentes de noche, la gente del barrio se está quejando mucho», añadía.
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