Maestros ajustadores de Jesuitas
Estudiaron Formación Profesional en el colegio y se reunieron el pasado sábado
Las nuevas generaciones no conocen que el Colegio de San Ignacio (Jesuitas) contaba con una Escuela Profesional (EPSI), que cerró sus puertas en junio de ... 1973, y que entonces dirigía el sacerdote jesuita Sodupe. Allí los estudiantes sacaban el título de Oficiales Industriales de la Rama del Metal y Especialidad de Ajustador Matricero (Mecánicos Ajustadores). Esta escuela estaba ubicada en la parte alta del edificio del centro escolar.
Con motivo del 25 aniversario de su cierre -entre los últimos de la EPSI estaba el compañero Barrio-, un grupo de aquellos abnegados se animó a buscar al resto de alumnos de aquel 'curso del 73', y consiguieron reunir a 19 alumnos de los 40 que lo componían; todos ellos residentes en Donostia y alrededores: Errenteria, Lasarte-Oria, Pasaia etc...
De esta clase salió la casi la totalidad del equipo de fútbol, que quedó ese año 8º de todo el Estado en los Juegos Escolares de ese curso 1972-73. La primera reunión de aquellos 19 pioneros se hizo en un restaurante de Oiartzun el mes de noviembre de 1998. La segunda cena o reunión les trasladó a Zarautz y en esta no lograron reunirse más que 17 comensales.
Pasan los años y el grupo decide que ya no es momento de cenar y sí, de reunirse para comer, para contar con más tiempo para charlar y recordar momentos tan importantes que marcaron la vida de la mayoría de aquellos estudiantes que optaron por la formación profesional. El encuentro se celebró el pasado sábado en la sociedad Artzak Ortzeok de Intxaurrondo Zaharra y se reunieron 23 mecánicos ajustadores.
Antes del ágape, dieron una vuelta por el barrio de Intxaurrondo con paradas en el Hogar del Jubilado y el bar Erdikoa. Ya en la sociedad, disfrutaron de un menú compuesto de caldo, kokotxas y una deliciosa entrécula, menú que reflejó el buen hacer de un alumno destacado del cercano restaurante Arzak.
Desgraciadamente ya no estaban con ellos los compañeros Barrio y Loyola, que sí les acompañaron en las dos primeras y a los que con cariño y nostalgia volvieron a recordar. Pero no faltaron los inseparables Alfaro y Aparicio, que llegaron desde Errenteria; el especialista en motos de gran cilindrada Abad; el insustituible, carismático y por todos apreciado chef Sáenz Velasco y su gran colaborador en los fogones, Txusma Cañas.
También en el grupo, el abnegado bombero Barea, tantos años en la profesión; 'Pontxo' Eldua, el de la potente BMW, ya jubilado pero que disfruta con su moto; Javier Arregi, que nunca falla; el sumiller Iñaki Corral; Jaso, que maneja su trailer como si se tratara de un 600; el restaurador de Martutene Julián Valle; el relaciones públicas del edificio Ondarreta Alfredo Navascués; los Olano, Olmedo y Pérez Muñoz, que siempre participan en la Behobia-San Sebastián; el submarinista Polo y Juan Luis Ros, transportista internacional.
Perico Yarza, toda una vida dedicada a la ciudadanía de Donostia desde su puesto en la Guardia Municipal; el extraordinario portero de aquel casi campeón equipo de fútbol Jesús Fuentes; Etxarri, entrenador del equipo -su hermano es el seleccionador de Euskadi-, el esquiador Rodrigo; Víctor Manuel Basante; Juantxo Álvarez; Carmelo y Chocarro, el que más sabe de nuevas tecnologías y organización de eventos. También, Javier Saenz Semperena, que como montador ha recorrido medio mundo trabajando para una empresa del barrio de Herrera. La fiesta fue larga y ya están organizando un nuevo encuentro.
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