«Ni exámenes ni libros que haya que traer leídos de casa; café y melodión»
María Gómez Aisa | En Hogwarts habría enseñado encantamientos, aquí abre La Cabaña
Ha dado clases de español e inglés en el colegio Stonyhurts de Clitheroe no tan lejos del mar de Irlanda. Al norte, en la escuela ... pública de Wigan. En Duhok, en el Kurdistán iraquí. On line y con traductora a alumnas chinas de Lanzhou, a orillas del Río Amarillo. Y también en la calle Bermingham. Ex alumna de Jesuitas y de la UPV (defensora total de la Universidad pública, donde cursó Comunicación Audiovisual), el martes abrió en José Arana 14 el centro de actividades La Cabaña. Para adultos. Para niños. Para autóctonos. Para extranjeros. www.centrolacabana.com.
–¡En La Cabaña tienes vinilos de Dolly Parton, Julio Iglesias, Stevie Wonder!
– Y un tocadiscos auténtico. De los de antes. Soy muy de música. ¿Ves ese instrumento?
– Sí. No sé lo que es...
– Un melodión.
– ¡¡??
– La RAE documenta ese nombre en el diccionario de 'Descubrimentos' de 1805 y dice que se trata de un 'instrumento musical parecido, por su forma, al piano, que imita los sonidos de diferentes instrumentos de viento'. Hoy, en el siglo XXI es un teclado que (me) sirve para tocar la cumbia, un ritmo que sonará en La Cabaña.
– ¿Por qué citamos por ahí el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería?
– Porque soy muy de Harry Potter. Porque el colegio de Lancashire donde di clases, el Stonyhurts, fundado por los jesuitas en 1539 en los Países Bajos y abierto en Clitheroe en 1794, se parece bastante a Hogwarts. En sus edificios, la campiña que le rodea, sus protocolos, sus métodos de educación. A mí me fascinan los idiomas, las palabras y su poder. Por eso, si en vez de haber sido tutora en Stonyhurts hubiese sido profesora en el colegio de Harry Potter habría enseñado encantamientos.
– Fue muy distinta tu experiencia en la escuela pública de Wigan, no demasiado lejos de Manchester... Orwell situó allá su relato 'El camino a Wigan Pier'.
– Fue un importantísimo centro minero e imprescindible en la escena de los clubes. En su casino surgió el estilo llamado 'Northern Soul'. Las decisiones económicas de Margaret Thatcher le sumieron en la pobreza y el abandono. Un lugar triste. Recuerdo que daba clases en primaria y los profesores teníamos una lista de personas que no podían acercarse a la escuela ni mucho menos recoger a los niños. Casi todos eran familiares muy directos...
– Dar clase en la Duhok British International School, en el Kurdistán iraquí, también te habrá dejado una huella indeleble...
– Absoluta. Por de pronto creo que me sentí más a gusto y más cómoda allá que entre los estrictos ingleses de Stonyhurts. Aunque no lo creas, los iraquíes son más parecidos a nosotros, más abiertos. Te gastaban bromas, tenían humor. Hasta la comida te recordaba a los potajes de tu madre. Es curioso, andabas con una seguridad que no tienes aquí (podías dejar el móvil en cualquier sitio, nadie telo iba a quitar, nadie te molestaba en la calle...) pero corrías peligros desconocidos aquí (la lucha del pueblo kurdo, la guerrilla, el fantasma del Isis, oficialmente desaparecido ya en aquel 2018)... Fui feliz. Me hizo también cambiar muchas de mis ideas de mujer occidental, casi supremacista en feminismo...
– ¿Por?
– Eran, son, bravas las kurdas. Y no solo las que han tomado las armas. Al principio ves cosas que te chocan; los hombres comen primero y las mujeres después. Parece sumisión pero estamos en una sociedad muy matriarcal. Comen las últimas porque así, cuando acaban, se vuelven dueñas y señoras de la casa y hacen en ella lo que les place...
– Estabas de vacaciones aquí, llegó la covid y os dijeron que no volviérais.
– Me di cuenta de que toda mi vida estaba en la maleta con la que me había venido. No pudimos recuperar nada de lo que dejamos allá. Las casas donde vivíamos se las dieron a los nuevos profesores. La mía a la directora. Me sigue dando rabia imaginármela maquillándose con los cosméticos que no me traje.
– Después de la pandemia, las sanciones internacionales a Rusia interrumpieron tus clases on line a alumnas moscovitas...
– Resultaba engorroso explicar a las entidades bancarias la proveniencia de mis ingresos, sí.
– Decides quedarte en Donostia. Profesora de academia, te das cuenta de que los alumnos saben hablar de economía pero no decir 'pásame el trapo'.
– Y me encuentro con chavales y chavalas de 13 años estresados. ¿A quién le apetece pasar un examen como el First pero tener miedo a meter la pata en el condicional y no atreverse a hablar?
– Así que abres La Cabaña. Que no es una academia.
– Para nada. Es un refugio. Un campamento. Sin niveles. Pero no solo hablaremos en inglés. Mezclaremos. ¿Por qué no puedes disfrutar diciendo 'Ez dakit what to tell you'? Habrá música, teatro, pintura. Un club de lectura donde leeremos nuestro libro en directo. Yo propongo 'El camino'. De Delibes. Habrá café. Y té.
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