Marijo Moreno (y Miren Muñagorri): «El entorno terapéutico es imprescindible para envejecer en casa»
Ciudadanos ·
Fuera sombras y reflejos; vivan los contrastesArquitectas. Cuando empezaron, generalistas. Así fueron asimilando lo que no les gustaba de su profesión. Estalló la crisis. Y tuvieron que reinventarse y reinterpretarse. Pensaron ... que la Arquitectura se había ocupado poco de las personas. Extraño, pues son las personas quienes habitan, ocupan y transitan por los edificios que los arquitectos diseñan. Ellas dos decidieron que usarían su profesión para mejorar nuestra calidad de vida. Más aun cuando algo (la vida misma) nos va incapacitando, discapacitando. Y así surgió un singular estudio de arquitectura. El suyo, Errotu. Entregado a la creación de entornos terapéuticos. Hablamos de sueños y planes.
- ¿'Accesibilidad universal'?
- Ahí comienza todo. Lo opuesto sería, claramente, 'barreras'. Es la característica que deben cumplir los entornos, bienes, productos y servicios para permitir a todas las personas su acceso, comprensión, utilización y disfrute de manera normalizada, cómoda, segura y eficiente.
- Y no facilitar ese acceso se considera 'violación del derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad'.
- Exactamente. Así que es algo en lo que deben implicarse no solo fundaciones como Aubixa, que lucha por la dignificación de los mayores. O Afagi, la Asociación de Familiares y Amigos de Personas con Alzheimer, con quienes colaboramos, sino las instituciones. Así, Errotu participa en el programa Adinberri de la Diputación.
- ¿Esa estrategia foral para el envejecimiento saludable y la atención integral a los mayores?
- La misma. Y desde ese punto de partida, desde todos esos puntos de partida y con todos esos compañeros en acción, nosotras dos llegamos, como Errotu, a especializarnos en la creación de entornos para las personas mayores. Más aún, para mayores con problemas de demencia. Desde un enfoque transversal e innovador. Buscando que todo lo que hagamos contribuya a proporcionarles la máxima autonomía posible. Y de ahí surge el proyecto 'Etxegoxo'.
- Suena dulce. En qué consiste?
- Partimos de las transformaciones sociales que actúan como motor de cambio para la Arquitectura y el Urbanismo. Nuestra sociedad envejece. Si vivimos más, hemos de procurar vivir mejor. A nosotras, arquitectas, nos incumbe crear entornos sostenibles no solo medioambientalmente sino socialmente. Teniendo en cuenta que todos queremos seguir viviendo en lo que mientras fuimos jóvenes, tuvimos pareja, criamos a nuestros hijos, consideramos nuestro hogar. Vivir ahí mientras podamos. Y si hemos de ir a una residencia, ese lugar tendrá que parecerse, lo más posible, a una casa real. Y no a un hospital. Quien se aloje en ellas tendrá que reconocer la cocina, la sala de estar, su habitación...
- Pero es muy distinto ir, simplemente, cumpliendo años que el que nos cerque el alzheimer, la demencia, el olvido de quiénes somos y quiénes sois los que nos rodeáis.
- Hasta esos efectos devastadores se pueden minimizar, suavizar, de alguna manera retrasar o contener trabajando fuerte (y en colaboración con antropólogos, sociólogos, diseñadores de muebles o equipos generadores de ideas como LiquidDocs), en lo que se conoce como 'accesibilidad cognitiva' y sus derivadas.
- Cuenta, contad.
- Importan hasta los olores. Una persona senil puede reconocer la cocina porque... huele a pan, a comida. Pero hay tanto más... En una casa adaptada para gente con alzheimer no debe haber cambios bruscos de color, luz, reflejos o textura en los suelos porque no sabremos interpretarlos y acaso creamos que un abismo se abre ante nosotros, cuando es solo que la madera del pasillo se ha transformado en las baldosas de la cocina.
- Sin embargo, por ahí ponemos algo como '¡Vivan los contrastes!'.
- En otros momentos y espacios: las paredes deben estar diferenciadas de las puertas. Las puertas han de tener manilla. Los armarios ya no son de utilidad. Cuando vayamos perdiendo la memoria, dejaremos de utilizar aquello que no veamos, que no tengamos a mano. Imprescindibles las estanterías, las vitrinas (pero no con cristales que reflejen el sol o las sombras). Todo eso que vayamos a usar estará siempre visible, cómodo. Ah, tendremos más frío que antes. Nos costará más levantarnos del sillón y de la cama y que sean más altos.
- Hablamos continuamente de equipos multidisciplinales...
- No puede ser de otra manera. Hasta con historiadores que analicen cómo hemos vivido en este lugar. Porque lo que sirve en Inglaterra no puede aplicarse a nuestra realidad.
- ¿Por?
- Allá viven, mayormente, en casas adosadas con un trozo de jardín delante y un patio trasero. Nosotros lo hacemos en pisos. A lo sumo tenemos una terraza, un balcón. Pero al afrontar esta aventura ninguno podemos olvidar que hemos de bajar a la calle. Y al salir del portal, el entorno urbano habrá de ser también... terapéutico. Y recurriremos a la tecnología. Que ya está presente en nuestro cuidado y apoyo. Por ejemplo, esos dispositivos que, sin invadir su intimidad (nunca), 'monitorizan' a la persona por si algo malo le sucede. Conectados, libres, seguros. En casa.
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