Donostia prevé que las carabelas portuguesas se queden «hasta avanzado agosto»
El consistorio donostiarra no descarta volver a cambiar el protocolo aunque transmite «calma» por la levedad de las picaduras
La carabela portuguesa ya es una invitada habitual del verano. La semana pasada volvió a hacer acto de presencia en las playas guipuzcoanas y en ... apenas unos días ha dejado huella en forma de decenas de picaduras. Los bañistas de los arenales de Gipuzkoa están sufriendo las primeras consecuencias de esta nueva aparición de las 'falsas medusas' pero, al contrario que otros años, este verano sus tentáculos no están provocando lesiones de gravedad. Por este motivo, el Ayuntamiento de Donostia quiere transmitir un mensaje de tranquilidad ante la presencia de estas viejas conocidas, aunque se prevé que sigan apareciendo en nuestras playas «hasta avanzado agosto».
«Es importante transmitir calma y evitar alarmas innecesarias. Los baños de mar son muy importantes para la salud. No podemos privar de ellos a las personas sin tener motivos de peso», expresa Carlos García, concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos del consistorio donostiarra. Pero, ¿por qué en esta ocasión las picaduras están siendo de carácter leve? «Hay menos problemas que en 2023 porque las carabelas son de menor tamaño y por tanto menos peligrosas. Los casos son más leves», aclara García.
La llegada masiva de las 'Physalia physalis' la semana pasada motivó el cambio de protocolo de actuación en Donostia. A partir de ahora, las medidas que se tomen dependerán no solo de los avistamientos o picaduras que se registren de estas 'falsas medusas', sino del tamaño de los ejemplares detectados. De este modo, el baño solo se prohibirá en caso de que se detecten diez o más ejemplares grandes (más de 20 centímetros) en Ondarreta; 15 o más en La Concha y la zona de baño de la playa de Zurriola, o 2 o más en la isla. También se colocará la bandera roja en caso de que se constate una picadura 'latigazo' –con marcas de tentáculos– y se aviste alguna carabela.
«Si llegan ejemplares más grandes, habrá que volver a cambiar el protocolo»
Carlos García
Concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos del Ayuntamiento de Donostia
En este sentido, el Ayuntamiento de Donostia no descarta aplicar nuevas variaciones en el protocolo. «Si la situación se agrava, plantearemos volver a cambiarlo. Si llegan más grandes habría que hacer más restrictivo el protocolo, pero siempre manteniendo la flexibilidad del actual», adelanta el concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos.
Inicio de semana tranquilo
Después de un fin de semana complicado en lo que a picaduras se refiere –el sábado se registraron 15 en una hora en Zurriola–, la jornada de ayer transcurrió con cierta normalidad en los arenales guipuzcoanos. No se notificaron incidentes con carabelas portuguesas en ninguna de las tres playas de Donostia. En toda la bahía se sacaron del agua «tres ejemplares» pero no se atendió «ninguna picadura», avanza Eduardo Flamarique, jefe de playas de Donostia. Tampoco se detectaron incidentes graves en el resto de arenales de Gipuzkoa, aunque tanto socorristas como bañistas mantienen la alerta. En la playa de Santiago en Deba, por ejemplo, se tuvo que izar la bandera roja por presencia de medusas a media tarde y el baño estuvo prohibido durante una hora.
«El viento sur que sopló por la noche las desplazó mar adentro y tuvieron que desandar el camino, por eso no se vieron de día»
Eduardo Flamarique
Jefe de playas de Donostia
Esta vez las carabelas portuguesas se dejaron ver más tarde, un fenómeno que parece tener explicación. «Hemos consultado con varios expertos y, según nos han informado, este atraso se debe al viento sur que sopló por la noche», explica Flamarique. Esta brisa «desplazó las carabelas portuguesas mar adentro» y debido a ello, tuvieron que «desandar el camino» hasta la orilla. Por esta razón, las 'falsas medusas' no se dejaron ver durante el resto del día, como sí lo hicieron la semana pasada.
Todavía se desconocen los motivos de esta repentina irrupción de las carabelas portuguesas en las playas del territorio. «De momento no lo sabemos. Se achaca al calentamiento global, puede ser, pero la pregunta es: ¿por qué entonces no hay más tipos de especies también propias de aguas más cálidas?», plantea Carlos García. Lo que sí es bien sabido es que en el mundo existen «cuatro especies» de carabela portuguesa. «No se mezclan porque los vientos regionales y las corrientes hacen de barreras naturales», asegura el concejal del consistorio donostiarra.
Labores de prevención
Para dar respuesta a la llegada masiva de esta especie marina, los servicios municipales cuentan con una serie de trabajadores que realizan labores de prevención. «Lo más eficaz, hasta el momento, es recogerlas antes de que lleguen a la zona de baño. La labor del personal de FCC y Motoras de la Isla es importante en ese aspecto, avistan y recogen. También la embarcación de Salvamento está al tanto de su presencia». A pesar de que el protocolo de actuación ha cambiado, estas medidas de prevención se mantienen. «Son las mismas. La barca FCC trabaja todos los días junto a los catamaranes de Julián, la lancha de socorrismo y las motos de agua», informa el Ayuntamiento.
Con todo, la mejor de las medidas de prevención siempre será el sentido común. «Cuando se avistan, hay que alejarse de ellas manteniendo en todo momento un perímetro de seguridad de unos 10 metros. Personas alérgicas y familias con niños siempre deben tener presente la información sobre el estado de la mar y su presencia, más que el resto de la ciudadanía, si cabe».
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